ALEMANES INOCENTES. LOS ASESINOS ENTRE NOSOTROS, de Simon Wiessenthal
"Son sus «clientes» los que fueron SS y rabiosos miembros del Partido. Después de repetidas conversaciones con ellos y años de estudio y observación, Wiesenthal ha llegado a la conclusión de que en su gran mayoría «o no tenían conciencia desde un principio o consiguieron suprimirla por completo». Se libraron de la conciencia como otros se libran del apéndice. «Befehl ist Befehl» (órdenes son órdenes). El Führer daba las órdenes y ellos las cumplían. Los alemanes tienen una expresión para esa clase de obediencia: «Kadavergehorsam» (la total obediencia del cadáver). El concepto de «Befehlsnotstand» (órdenes necesariamente ineludibles) es aceptado muchas veces como circunstancia atenuante por jurados alemanes o austríacos. Pero esos jurados nunca exigen prueba alguna de que si el acusado se hubiera negado efectivamente a cumplir la orden, hubiera puesto en peligro la vida. Semejante prueba no existe. Algunos hombres se negaron a cumplir la orden criminal y fueron encarcelados o enviados al frente. Los que de entre ellos sobrevivieron, tienen hoy la conciencia, tranquila."
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