EL DESCENSO DEL AMAZONAS, de Joe Keane
Los seis meses invertidos desde la considerada fuente del amazonas hasta probar el sabor salado del océano Atlántico, supusieron para el autor una prueba extrema de valor y de supervivencia. De lo primero no iba nada sobrado (no sabia palear en un kayak, y se suponía que iba a apoyar desde tierra a los que tenían pensado realizar el descenso en balsa y kayak). De lo segundo, de la supervivencia por las condiciones extremas que el rio Amazonas que plantea a los inicios, da buena cuenta porque se salva de morir ahogado por los pelos, evita derrumbes de roca en los acantilados del rio, no le dan los disparos de los narcotraficantes, se sobrepone a las enfermedades... La expedición que planteó el líder, el sudafricano Odendaal, fue un desastre organizativo en muchos aspectos, entre los más importantes el lastre que él mismo, Odendaal, suponía para el resto del equipo.
Joe llegó con algo de dinero para sufragar los gastos de la expedición y la idea de escribir después un libro sobre ello. El contingente de americanos, francesa, polacos y sudafricanos que no se conocen o se conocen demasiado es una mezcla explosiva que amenaza pronto con reventar el grupo. En cuanto llegan las dificultades, Odendaal, el lider (más preocupado de salvar su prestigio que de salvare la expedición), se pelea con todos, quieres expulsar a unos, acepta patrocinadores a mitad de viaje con poca experiencia en el tema...
Inicialmente nada de eso es problema cuando hacen los preparativos en Arequipa (Perú), porque ser los primeros en algo tan grande lo compensa todo. Viajando en un Land Rover bautizado como Condorito hasta el cañón del río Colca, ya apreciamos una de las virutdes del libro: a Joe toda esta aventura, y el paisaje, le deja asombrado, así será su actitud hasta el final. Asombrado por las alturas de las montañas, por los precipicios del río, por los remolinos, el valor de Chmielinski, las mareas del Amazonas...tan desbordado le encontramos en muchas ocasiones. Encerrado en tantas ratoneras como les ofrece el rió, Joe logra transmitir esa sensación de susto, miedo, indefension, la fatalidad de Odendaal, el dolor en las muñecas, la suspicacia ante los gringos de los indios y los narcos, el terror de encontrar un cuerpo abandonado en el cauce porque en aquella época había una fuerte confrontación entre el ejercito peruano y Sendero Luminoso. Joe nos envuelve del viento de la puna, nos rocía de agua de los rápidos del río, nos envuelve de su emocionante prosa como nos envuelve la misma selva con todas sus sensaciones. Pero sin duda, estar atrapado en el Abismo de Acobamba es algo tremendo.
"En seguida se dio cuenta de que se hallaba exactamente en el mismo mal paso de dos años antes. Aquí estaba de nuevo, en una pesadilla recurrente, este enviado del apu Rimac arrastrándolo lentamente a la muerte. ¿Cómo era posible? Momentáneamente paralizado y confundido, no hacia más que clavar la vista en la roca bajo la cual iba a ser tragado. Era un "colador de té". El río se metía debajo de la roca en una gran masa,pero por el otro lado salia por agujeros demasiado pequeños como para que pasara un cuerpo humano.
Cuando salió de su trance apuntalo el remo en la roca en un intento de alejarse del sifón, pero no tuvo suerte y el kayak dio una vuelta de campana. Respiró por última vez como pudo. El río le arrancó el remo de las manos. Al caer del bote sintió como se hundía, cómo el sifón lo arrastraba hacia el fondo, hacia un lugar sin sonidos ni luz.
Sus pulmones estaban a punto de reventar y peleaba en vano contra el poder invisible que arrastraba sus pies y su cuerpo debajo de la roca. Ya estaba. Era el fin."
Otra de los valores del relato es que en contadas ocasiones detiene la narración para situarnos en el contexto histórico del lugar, como por ejemplo la terrible historia de Tupac Amaru II, la pobreza en la que viven los indios, etc. El río va cambiando de personalidad como lo hace de nombre: al principio, el río Misme y las cotas de 6000 m, o pequeños afluentes como el río Apacheta. Luego llegan las profundas quebradas como la Calomoroco, el soroche en la cabeza, luego el río Hornillos que da paso al Apurimac en la Angostura, rodeados de picos volcánicos. El escenario es tan impresionante que Joe no deja de apuntar todo lo que ve: ruinas precolombinas como Maucallacta, o el ultimo puente colgante inca. En Cuzco se toman un descanso. Allí se enteran de que la otra expedición, la de dos suizos competidores que les llevaban semanas de delantera, ha tirado la toalla por accidente. El americano que se suma entonces acaba tan asustado que lo deja a las primeras de cambio y salta de la balsa hacia primer camino que se asoma a la ribera. Como le daban ganas autor:
"El kayak exigía tanto que en realidad no veía nada del río. Estaba dispuesto a abandonar"
Pasado el pueblo de Triunfo, pese a estar heridos y peleados, también están contentos porque el valle se abre y pierde su angostura. Para el autor, los tramos de 4ª y 5ª categoría son los que superan con facilidad... Los quechuas cruzan el rio en balsa o colgados de un cable. Pasan por la llamada Zona Roja cerca de Vilcabamba. Los detiene Sendero Luminoso, luego el ejercito cuando el rio se ensancha. Llega la zona del Gran Pajonal y los indios de la etnia campa. El relato continua por el rio Ene, luego el Tambo. En Atalaya, perdida su credibilidad como líder, Odendaal se va. Otros también lo hacen por diversos motivos de manera que solo el autor, Joe Kane, y el pollaco Chmielinski han pasado a la historia por haber logrado el primer descenso integral (con la ayuda de dos mas por tierra).
En el Alto Ucayali, el rio "...
borra pueblos enteros de un plumazo. Los supervivientes se trasladan y, después surge en otro lugar el pueblo entero... el rio se divide en decenas de canales y a menudo resulta imposible saber cual de ellos han de seguir." Para los mismos habitantes del rio, es un laberinto físico, y un laberinto de condiciones económicas y sociales difíciles de superar. Pucallpa es una ciudad volcada en el petroleo, la industria de la madera noble y el contrabando de animales exóticos y pieles., sórdida y contaminada. Es la época de Alan Garcia, y del comunismo en Polonia (la embajadora polaca en Iquitos pretende espiarles). Les llega el caudal del rio Marañon, cruzan la frontera con Brasil.... el relato se hace menos vigoroso en cuanto al fragor del rio pero gana en colorido por la cantidad de gente peculiar que encuentran... Sao Paulo de Olivença, Coari, Manaos... Donde el rio Negro y el Solimo se unen, comienza el Amazonas de verdad. Tras pasar frente a Belem, llegan a la bahia de Marajó y finalmente , tras 6 meses de aventura total y salvaje, flotan en el Atlántico
En definitiva, un gran libro de aventuras, pero que nadie espere que el autor detenga la acción con lecciones de historia. Son 6300 km de rio, 5100 m de desnivel, 8 hombres y una mujer en el inicio. El autor se centra en la aventura deportiva, y si eso te gusta, es tu libro. Hay muchas anécdotas curiosas, mucha tensión, poca comprensión de fondo de los habitantes del rio (se trata de navegar y llegar cuanto antes, no de hacer turismo por el camino) y sí, mucha, mucha agua.
EL DESCENSO DEL AMAZONAS, de Joe Kane, Ediciones B, Los Libros de las Siete Leguas (!998, sobre un libro publicado originalmente en 1989), 380 páginas