EL RUMOR DE LA MONTAÑA, de Yasunari Kawabata
Una familia japonesa y sus valores tradicionales se ven zarandeados por cosas que son mas habituales de lo que parecen porque son los temas de una familia normal, pero que tampoco se comentan en publico, ni en Japón ni en ningún otro lado: los trapos sucios, las negligencias de toda la vida. No hace falta decir mas para saber de qué estoy hablando. Pudiera parecer que es fruto de la derrota de la II Guerra Mundial el origen de estos temblores sismicos dentro del orden familiar, pero parece que es eso y algo más: la propia naturaleza humana, a veces "basuraleza humana".
La trama fluye sin grandes alegrías y ni grandes dramas, propio de la literatura de Kawabata, pero las corrientes profundas que conectan unos personajes con otros logran tambalearlos en sus creencias de toda la vida (la posicion del hombre en la familia y la sociedad, la posicion de la mujer, la muerte, la responsabilidad con los hijos, etc), y ahi esta el gozne entre la vida prebelica y la postbelica: lo ejemplifica muy bien el cómputo de la edad de cada japonés segun el metodo occidental, dejando atras el metodo tradicional nipon; al final todos cambian de años vividos de un dia para otro. Es un simbolo complejo de que han vivido el mismo tiempo que antes, pero ahora las cuentas para calcularlo son distintas. El desaliento, en la posguerra, se vive de otra manera, de otra que hay que aprender de nuevo. Otra paradoja son los sueños de la noche anterior que remiten a sucesos del dia siguiente, y los acompañan. Hay sonidos de la montaña que solo el protagonista escucha, como si una lejana voz te fuera avisando de los cambios que se van produciendo a tu alrededor: la edad no perdona (vease el recuento en la memoria de los amigos del protagonista, los que sobrevivieron a los bombardeos y los que no), la atracción sexual que sigue viva (atracción por la nuera, frente a lo contrario por su esposa). Hay mucho de pulsion sexual que no se resuelve: en el protagonista, Shingo, por la cuñada muerta, por mujeres en sueños, por la nuera. Y sentimientos culposos por las desgracias personales de sus hijos: la hija que regresa a casa con una hija de la que pasa bastante; el hijo que no quiere a su esposa (la nuera de antes, joven matrimonio que vive en casa de Shingo y su esposa), tiene una amante y es alcoholico, y para colmo de todo de eso se acusa al padre. Lo mas movido del asunto es la confrontacion entre dos mujeres: una aborta, otra no, pero todo se lleva a escondidas. Es decir, a todos les acongoja el tema, pero nadie sabe como asumirlo, y apenas saben como afrontarlo ni como hablar de el en el seno de la familia aunque veas como les oprime.
Ya ves: si te contara el argumento, te diria que pasan muy pocas cosas; si te dijera de que va la novela, te diria que es muy compleja e intensa. Es una lectura demorada y sutil. Nada a lo que estemos acostumbrados en esta epoca de novelas de intriga, thrillers, bestsellers, alambicados argumentos para estirar un poco mas la credibilidad del publico, diferenciarse de cualquier otro autor de nuestros tipicos generos explotados hasta la saciedad porque parece ser (y digo parece) que es lo que desea el vulgo. No hay verdades reveladas, ni conjuras mundiales, tampoco buenos y malos moralizantes. Es otra cosa, una filigrana de sentimientos e ideas encontrados en las vidas grises y cotidianas de gente normal. Difícil, ¿eh? Kawabata juega en la otra liga, la liga de la elite literaria. Es una de las obras mas representativas de Kawabata.
"Hacía mucho, Shingo había oído, sorprendido, de un amigo la teoría de que para una mujer el hombre a quien hacía confidencias lo era todo. Y que, si tenía otro hombre, se guardaba el secreto de su condición para sí misma.
Una hija no se lo contaría a su padre."