LA CHICA DE LOS OJOS VERDES, de Edna O'Brien
Hay una clara continuacion de este libro con respecto al anterior. Me parece que la lectura previa de Las chicas del campo realza un poco el relato contumbrista de este segundo libro de la trilogia. Una parte la pasa en su pueblito perdido en la isla cerca de Limerick, otra parte la pasa en la pension de Joanna y otra parte, la mas importante y definitiva, en casa de Eugene, su amante.
El escenario familiar, en casa de su padre, es el de la opresion de las costumbres del pais. El espacio de Joanna es un lugar de paso donde, junto a su inseparable amiga Baba, planea su futuro. Pero es en la casa cerca de Dublin de Eugene, en los montes Wicklow, donde ella sufre una transformacion. Esta claro que es una metamorfosis decepcionante: la transgresora Caethleen se convierte en un ser sumiso y dependiente de su amante, que por otra parte no es tan mal tipo como pudiera parecer, pero tampoco es un tipo con fines claros (eso del anillo es un gol metido por toda la escuadra). El caso es que ella quiere estar atada como la que mas a él, hasta se deja cambiar el nombre de Caithleen por Kate. Pero siempre nos quedara la duda de si eso es querer a Eugene, o desear que alguien como Eugene la haga madurar y abrirse a un nuevo mundo. Desde luego ella es mas inocente que un fuelle, lo que no resta la posibilidad de que, en un emparejamiento tan desigual, ella le pide cosas que el no quiere satisfacer. Asi que, en pocas palabras, la relacion entre Caithleen y Eugene, lo mas importante de la novela, solo tiene salida cuando el calenton que se cogen tiene rienda suelta. Eso tiene el recorrido que tienen estas cosas, pero es este analisis de la situacion donde tiene mas fuerza el libro, aun mas en comparacion con la estrecha relacion con su padre, que tambien se describe. Total, que ella se va de su casa en un arrebato infantil y presagia una tercera entrega de la vida de nuestra protagonista donde ya lo aventuró en el primer libro.
Nuestra chica quiere ser sofisticada, haciendo el salto desde los paletos del pueblo hasta un director de cine que dice haber vivido en Hollywood. Pero el caso es que ella misma se descubre que pertenece mas al primer mundo que al segundo. Como parece ser en las novelas de O'Brien (esta es mi tercera), tiende a recrearse en el hecho de que todo deseo genuino de libertad y prosperidad es como un globo hinchado que tiene una fisura por la que se escapa el aire. El globo se deshincha y acaba volando a ras de suelo. Nuestra protagonista no acaba de elevar el vuelo. Entiendo que a muchos lectores esta novela, en concreto, les haya defraudado. Pero no creo que sea la novela, es Caithleen quien nos defrauda porque asi lo ha querido la autora. Le ha dado un baño de realidad con un estilo impoluto, porque se puede decir que O'Brien escribe muy bien, te guste o no el tono desenfadado pero algo pesimista de esta vez. No es una heroina, es una persona con muy poco brillo personal. La forma en como acaba la novela, la actitud de ella, es definitivamente lamentable, pero la autora hace de esas ultimas paginas un deseo ineludible de saber como acabara eso en concreto (¿y que es eso, amigo lector? En el libro esta), aunque lo veas venir de lejos. Hay bastante humor a la hora de contarlo, y tampoco es Baba tan corrosiva como en la primera novela. Ningun brillo hay en la novela que no se acabe empañando. Quedan vivos, eso si, los deseos de volver a empezar, de volver a luchar por aquello en lo que cree. Este ha sido un jarro de agua fria, pero queda el tercer volumen, y seguro que lo vuelve a intentar.
Dicho de otra forma, la autora maneja nuestros sentimientos hacia la protagonista como quiere. Ahora nos ha deshinchado, conscientemente, el globo de nuestras expectativas en esta segunda entrega. ¿Es eso malo? Yo creo que no. Recuerda como Hitchckock hacia lo que queria con nuestros animos a lo largo de dos horas. Son manipuladores al fin y al cabo. Maravillosos, por supuesto.
Por cierto, la novela tiene pelicula de 1964. Es casi inmediata al libro.