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martes, 31 de enero de 2023

ANNETTE, UNA EPOPEYA, de Anne Weber

ANNETTE, UNA EPOPEYA, de Anne Weber



Si hubiera que imaginar a un Camus más activo, o a un Sísifo en todo su esplendor en medio de la cuesta con la piedra a cuestas, esa persona sería Annette Beaumanoir (1923-2022)
Se jugo la vida primero en la Resistencia contra los nazis, y despues por la creación de un nuevo estado en Argel, igualitario y socialista. Estando en una cárcel de Francia en 1959 condenada a 10 años, comprendió que además de por unas ideas, las suyas y no exactamente las del FLN (el movimiento político y militar por la liberación de Argelia), también había luchado por un país, Argelia, que sólo conocía por la prensa. En cuanto parió a su hija, la tercera, se fugó del domicilio vigilado (la sacaron provisionalmente por un riesgo en el embarazo) en Marsella hasta Túnez. Era médico, y siguió trabajando para el FLN. Conoció la organización por dentro y comprendió que allí también se torturaba y asesinaba sin respetar el mínimo sentido de la justicia, como pasaba en la Francia ocupada. Pero ella servía más al ideal propio que a la realidad que la rodeaba.
Los servicios secretos franceses intentaron acabar con ella. Entorpeciendo la reunión con sus tres hijos y su marido, y tampoco estaba bien vista entre los fanáticos anticolonialistas de la calle, gente que no la conocía excepto por una rubia en en norte de África y, por tanto, europea.
Estamos hablando del periodo 59-62 del siglo pasado, y de un periodo negro negrísimo como es la guerra de Argelia, su independencia de Francia. Un asunto muy feo y muy mal conocido en España. Se echan de menos más libros años respecto, así que por ahora nos conformamos con testimonios como los de Annette para hacernos una idea poco profunda del conjunto.
La autora sigue la independencia de Argelia con algunos datos que cuestionan la actitud de Annette en todo esto. Porque este proceso de independencia, el que ella apoyaba, se llevó principalmente a un montón de argelinos por delante, no de franceses: eso fue una matanza entre ellos mismos. Y si pensamos que,  tal como hace la autora, Annette se justifica por lo vivido siendo miembro de la Resistencia durante la ocupación nazi de Francia, hay que pensar que esto ya no se parecía tanto a aquello: hubo represalias tras la ocupación nazi, pero lo de Argelia fue de escándalo. O la posible ayuda al FLN por parte de Adenauer... hay mucha tela que cortar en este tiempo pasado.

Creo que idealizaba su etapa en la Resistencia contra los nazis, siendo ella comunista, y no pudo convivir con la sensación de sustituir un gobierno por otro, y no con el cambio radical de sociedad que reclamaba. Tiempo después se desengaño de esos comunistas franceses, aunque yo diría que su fe en el igualitarismo es poco comunista. Por eso se quedó en la recién independizado Argelia. Con su nacionalidad lograda de ese país, quiso hacer una sociedad mejor. Pero también allí fue inútil. Escapa de Argelia y no pudo volver a Francia por una condena sin cumplir. Y esta es la lección del libro, la misma lección que nos da la historia, la gran paradoja de Annette: sacrificó su vida y la maternidad con sus tres hijos por un estado que, a los pocos meses de la independencia, traicionó por completo sus ideales dando un golpe de estado. Sensación de fracaso total.
En realidad, esta es la mejor parte del libro, la historia de esta mujer dentro de la independencia de Argelia, un itinerario personal muy interesante. Todo lo vivido anteriormente está bien, hace misiones de rescate de judíos que sus jefes no ven bien. Va un poco por libre y eso, después de estudiar medicina, la lleva a Argelia, pero estos años previos ni mucho menos son tan interesantes. Como digo, uno desea saber más de esta mujer y de este momento de la historia tan menospreciado por la divulgación histórica. 
Por lo demás, está escrito con respeto, admiración y un punto crítico en algún momento. En un supuesto tono de epopeya más por la apariencia del texto que por el lenguaje: abres el libro por cualquier página y el texto tiene la forma del Cantar del Mio Cid o de la Chanson de Roland.
Aquí una entrevista con el libro recién editado: Librujula

sábado, 28 de enero de 2023

LA INVENCION DE LA NATURALEZA, de Andrea Wulf

LA INVENCION DE LA NATURALEZA, de Andrea Wulf


Con su apellido se han bautizado montones de lugares en el mundo, Alexander fue un hombre universal. Ingeniero de minas, apasionado de la naturaleza en cualquier ámbito. Sólo empezó a despegar en el momento en que murió su madre, poco afectuosa pero forrada de dinero. Fortuna que heredaron los hijos y le permitió a Alexandr dedicarse a viajar por el mundo, justo cuando este ardió, con las guerras napoleónicas.
Tras muchos viajes de formación por Europa, embarcó en La Coruña con Bonpland rumbo a Cumana (Venezuela), vía Tenerife con Teide incluido. Allí empieza a tener contacto con una naturaleza diferente, sufre un terremoto, tomo multitud de muestras y datos del mundo natural que le rodeaba. Pero lo principal fue elaborar una teoría que diera sentido a todas sus observaciones. Era 1799.
De allí pasó a Caracas, desde donde subió La Silla. Paso por Cuba, Bogotá, Quito, Lima.  Recogía muestras de especies vivas de animales y fabricaba herbolarios, dibujaba plantas, copiaba manuscritos, dibujaba edificios incas, subía todo volcán que encontraba. En ese sentido el Chimborazo fue uno de los hitos importantes a lo largo de esos años viajeros en la América hispana. Entendió la naturaleza desde la unión de muchas disciplinas interrelacionadas: fisica, biologia, historia, geología, cultura, etc. Todas sus mediciones de presión, temperatura, composición química, etc estaban relacionadas entre sí y con la vida en general como para formarse la idea, novedosa por entonces, de lo que era un ecosistema. Entrelaza varias disciplinas de conocimiento para dar una perspectiva nueva por entonces y que es la que nosotros mantenemos. Hasta adelantó un esbozo de la tectónica de placas. 

En 1804, con 34 años, y antes de regresar a Europa con todos sus resultados, pasó por Philadelphia para conocer la nueva República y a su presidente, Jefferson. Sus propias convicciones eran las de la Revolución francesa, así que tenía mucho interés por contrastar ideas. Jefferson y él eran dos espíritus curiosos. Esa admiración mutua fue utilizada por los norteamericanos para enterarse de todo lo concerniente a Latinoamérica y especialmente México, incluidos mapas. Decir que para entonces ya tenían la Louisiana en el bolsillo... Humboldt sirvió de espía locuaz para la ocasión, porque esos conocimientos estaban vedados a la administración norteamericana por parte de la española. Ambos preferían una República agraria como fuente de justicia e independencia frente al método colonial de los imperios europeos. Pero ambos diferían en la valoración de la esclavitud 
Además, Humboldt fue el primero en relacionar el colonialismo con la destrucción de la naturaleza y esta con la creación de diferencias sociales. Este libro enumera varios ejemplos que el viajero citó en sus escritos .

Llegados a París en 1804, el autor nos describe el ambiente de las calles y el ambiente científico. Cuando Napoleón se hace emperador, conoce y simpatiza con Bolívar en París. Los dos entendieron que el sistema colonial español era pésimo para el futuro de aquel continente, de eso también escribió el correspondiente libro. Pero hay más nombres famosos que se cruzaron en su camino, Gay-Lussac, Chateaubriand, Volta, etc. E inspiró a otros como Thoreau o Emerson, Darwin, Julio Verne. Lo mismo que la incomprensión familiar por su desarraigo, y el odio de Napoleón. En cualquier caso, en 1810 era un ídolo de la sociedad parisina. 
Se dedica sortear las continuas guerras napoleónicas y a escribir sus observaciones científicas y sus viajes, creando un género nuevo de narrar la naturaleza con objetividad científica y subjetivo entusiasmo, como cuando describe la caza de anguilas eléctricas en Los Llanos de Venezuela. Ese estilo es el que utilizó Darwin en sus diarios, por ejemplo. El autor describe al inglés como el continuador de su trabajo, el que llevó las ideas de Humboldt hasta el extremo con admiración profunda (llegaron a conocerse). Pero también influyó en Wodsworth o Coleridge porque era una de las mentes más brillantes y atractivas de todos los tiempos. Y la edad no nubló esas ganas de experiencia, puesto que siguió intentando llegar a la India y el Himalaya a través de la Compañía de las Indias Orientales británica, que no le concedió finalmente el permiso. Tuvo que vivir, como dos siglos después está ocurriendo, la involución de los valores ilustrados, lo que provocó su desazón y unas ganas aún más locas de huir de Europa en alguna expedición. Por eso, y con 59 años ya, se metió en las entrañas de Siberia con el deseo de comprobar las correlaciones entre geología, botánica, zoología y climatología. Llegó a la frontera con Mongolia y China, conoció en Miass al abuelo de Lenin (un boticario), el mar Caspio y superó una epidemia de ántrax. Todo esto le sirvió para comparar datos e ideas, no tanto para hacer descubrimientos. Deploró el trato al pueblo llano, conoció a deportados en Siberia. Volvió a criticar el desmantelamiento del medio ambiente por su efecto en las comunidades humanas: "Al enumerar los tres aspectos en los que la especie humana estaba afectando al clima, mencionó la deforestación, la irrigación descontrolada y, quizá lo más profético, «las grandes masas de vapor y gas» producidas en los centros industriales. Nadie antes de él había examinado así la relación entre la humanidad y la naturaleza." He aquí el genio casi profético de este hombre. 
Se convirtió no sólo alguien adulado, sino alguien pendiente de adulaciones y propenso a las maledicencias. Con respecto a su patrón, el rey de Prusia, tuvo la contradicción de vivir como un científico profesional y depender económicamente de un ámbito político feudal .
En la Revolución de 1848, su vena liberal le puso de parte del pueblo y los estudiantes. Rompió con esa contradicción de su vida. 

El autor plantea los últimos años de Humboldt en Berlín dedicado a la redacción de un libro, Cosmos, con la contribución de viajeros, misioneros, científicos y cualquier otro que pudiera aportarle datos. Fue como su testamento intelectual y fue un bombazo editorial en Europa. Su influjo directo está en Balzac, Poe, Emerson, Thoreau, Muir, Es la antesala de otro libro influyente: Hombre y naturaleza, de Marsh. Este, a su vez influyó en leyes de repoblación de árboles y en la creación de reservas forestales en EEUU. Su influjo llegó hasta Muir y a la primera generación de conservacionistas en muchos países. Marsh incidió en la deforestación, y las consecuencias de la explotación crónica de los recursos del planeta. Otro gran científico fue el alemán Haeckel, profesor en la Universidad se Jena, el que inventó el término ecología, y se dedicó al tema bichos. Como otros, Haeckel desarrollo hasta el extremo las ideas de su predecesor, desembocando en el Art Nouveau. Con Muir pasamos de una implicación emocional con la naturaleza a un divinización de esta. 

Todos ellos deben gran parte de su vocación y el entusiasmo por el mundo natural a Humboldt. Son el tipo de gente que cambio nuestra relación con la naturaleza los últimos 200 años con el fin de no sólo no extinguirla, sino también de no extinguirnos, de sacar lo mejor de la humanidad a través de la naturaleza. 

viernes, 20 de enero de 2023

MEMORIAL DRIVE, RECUERDOS DE UNA HIJA, de Natasha Trethewey

MEMORIAL DRIVE, RECUERDOS DE UNA HIJA, de Natasha Trethewey



Estas son las memorias de una conocida escritora norteamericana, la parte más visceral y traumatica de su existencia: la época de la infancia. En ella plantea su vida con su madre, de raza negra, hasta su muerte por asesinato. En orden cronológico, entran los recuerdos con su padre, de raza blanca, en Alabama y en Nueva Orleans. La abuela y los tios maternos. Son los años 60, y aun antes, en los antigüos estados esclavistas, es decir, los problemas raciales que persiguen a la autora y su madre, incluso al padre blanco: los insultos, las noticias de asesinatos de otros negros o ver, tras las cortinas, y con las luces apagadas, una cruz grande ardiendo frente al domicilio familiar. Es una descripción a pie de calle de los años 60 y 70 para la gente de color y clase media-baja.
Luego los padres se separaron y madre e hija se instalaron en Atlanta. Allí conoció a Big Joe, con quien su madre se acabó casando, una relación de 10 años. En realidad, desde las primeras páginas sabemos como acaba la cosa, en que consiste el trauma. Porque la niña ve cosas, experimenta sensaciones de las que no dice nada a su madre por dos motivos: por un sentimiento de culpa por experimentarlas, y por proteger a su madre como si, al no decirlo, evitara que eso estuviese pasando realmente. Porque cuando no estaba la madre, Big Joe, su padrastro, mostraba a la niña su mal carácter y un montón de detalles extraños y amenazadores que, a su edad, no sabía encajar. El libro trata de recuperar a esa niña que, de la felicidad de una familia unida pese a los problemas, pasó a vivir cada vez más asustada sin entender exactamente porqué. 
Esta manera de, pasados 30 años del asesinato de su madre, restaurar en la memoria los antiguos miedos, es un ejercicio, aquí literario, que pasa por fases: por culpabilizarse de su muerte (por qué ella y no yo?), por escapar de ese mundo, por el distanciamiento al que recurre de niña instintivamente, según recuerda al escribir, para no hundirse. El relato intenta reconstruir los últimos días e instantes de Gwendolyn, su madre. Incluso para su comprensión, la autora recurre a Lorca. Hay una transcripción que hizo su madre de dos conversaciones telefónicas con Big Joe que son un espanto
En definitiva, un recuerdo sentido hacia la madre cuando Natasha la perdió a los 20 años, un esfuerzo por entender lo que pasó, lo que falló, lo que pudo evitar que Joel, o Big Joe, le pegara dos tiros y la matará. La descripción del asesino es la de un psicópata sin más agallas que para zurrar y ensañarse con los más débiles. 

lunes, 16 de enero de 2023

LA EXTRAORDINARIA VIDA DE UN HOMBRE CORRIENTE, de Paul Newman

LA EXTRAORDINARIA VIDA DE UN HOMBRE CORRIENTE, de Paul Newman



Si algo intenta Newman en esta historia de su vida es la sinceridad, y lo hace con un instinto de necesidad, de justificación. Ya en las primeras páginas anota dos detalles para ir rompiendo moldes: se esta fumando un porro mientras escribe, y que es medio judío. Parece tontería, pero en la juventud del actor ser mitad judío le cerró puertas, por ejemplo, en la universidad. Fumar porros sigue siendo, según quien lo lea, algo no bien visto. 
Hay muchas otras confesiones de Newman: lo mal marido que fue de su primera esposa, lo mal padre que fue incluso durante el divorcio de Jackie (esa primera esposa), lo mal que llevaba su falta de cultura o el que solo se le valorará por su belleza física o sus ojos. Lo pardillo que era con sus extrañas inversiones al principio de su carrera. Encontronazos con la policia, hacer campaña por candidatos democratas o un cargo político que le colocó el presidente Carter en la ONU. La importancia de las carreras de coches. La carga emocional negativa que conlleva la fama, especialmente los fotógrafos y las fans maleducadas, el uso continuo de gafas de sol, su propia represión sexual de joven vivida en casa, una casa en la que el afecto sincero del padre y la madre brillaban por su ausencia. 
Hay una parte especialmente interesante sobre lo que significa actuar. El pasó del teatro a la TV, y de esta al cine. Es muy bueno y gráfico como le ayudo Elia Kazan en este aspecto. Pocas veces he leído algo así, porque Newman se descubrió actuando hasta ese momento... para su madre. Tal es el peso que está mujer, Tress, tuvo en su vida, y no para bien. Este es uno de los hilos que cruzan toda la vida de Paul Newman, junto a su desarrollo interior, su crecimiento humano como actor de Hollywood. 
La sexualidad de Newman era algo con lo que ganaba papeles, era su imagen. Algo que se interponía entre él y el personaje muchas veces, y algo que atropelló su vida pública frente a las fans y la crítica. 
Otra línea narrativa es la importancia fundamental de su segunda mujer, Joanne Woodward, en su vida. Parece que con ella quisiera contrarrestar el balance negativo de su madre. Siempre hablaba de ella con admiración, respeto y el entusiasmo por hacer de él quien fue.
Hay muchas cosas de las que Newman pide nuestra indulgencia, o se disculpa en sus memorias. Son temas personales, como lo que pasó con su hijo Scott. Aqui da la sensación de que preferia salir corriendo a trabajar ante la situacion de las hijas haciendose mayores y adquiriendo la conciencia de quiera su padre y, por tanto, de que ellas ya no eran gente normal sino hijas de una celebridad.
Entran en los capítulos finales el tema de la bebida, el por qué de su abuso y como la fue dejando. El tema de las salsas Newman para ensaladas y el uso integro de los beneficios para causas benéficas. Su afición a las bromas pesadas o a la velocidad en los coches. En contraste, unos pocos testimonios ajenos afean su conducta en ocasiones más de lo que él lo hace. 

Newman se saca "la coartada": transcribe los recuerdos de sus amigos respecto a él, también compañeros de profesión. Casi todos lo ponen bien en el aspecto, siempre humano y en la distancia corta, en que lo conocieron. Pese a las ocasionales críticas, es casi un homenaje más que una encuesta objetiva. Aunque también es cierto que para flagelarse ya está el mismo. Pero todos coinciden en que era sincero, honesto y ambicioso siempre. Con defectos, un buen tipo. Menos perfecto de lo que daba en pantalla.

El se define, porque eso es lo busca a lo largo del libro, como adorno y como huérfano. Su carrera arrancó y de mantuvo porque era consciente de su belleza, de que era un adorno dentro y fuera de la pantalla, y solo cuando empezó a salir a la luz, y no siempre, el huérfano que llevaba en su personalidad, también empezó a sentirse seguro (una clave de sus actuaciones según los críticos de cine), a darlo todo en sus películas, a beber menos y a ser mejor persona. El libro podría haberse titulado "La justificación del huérfano". 
 
En definitiva, estas memorias, al leerlas, dejan un grado alto de introspección. Son las conversaciones de Newman con Stewart Stern entre 1985 y 1991. Luego el actor quemó las conversaciones grabadas pero se guardaron las transcripciones, y esos papeles han sido la base de este libro, ya en manos de su hija Clea como responsable. Por eso, en rápido epílogo, Clea nombra algunas películas que el actor no nombra, como Camino a la perdición, o la vuelta al teatro.
Sin duda, el mejor homenaje al buen recuerdo que dejó a su alrededor
Aqui un video del libro

viernes, 13 de enero de 2023

EL FIN DEL HOMO SOVIETICUS, de Svetlana Alexievich

EL FIN DEL HOMO SOVIETICUS, de Svetlana Alexievich

Del documento al monumento. Otra lectura que te deja tocado. Si te queda alguna simpatía por el régimen soviético, se te acaba enseguida. 
Un cruce entre literatura  periodismo e historia. Imaginemos que metemos a 100 personas dentro de una habitación. Todas ellas tienen en común que, como mínimo, han vivido en la URSS/Rusia entre 1980 y 2000, y muchas otras de las entrevistadas antes y despues. En el mismo lugar que se convirtió pasados esos 20 años en algo muy distinto. Si a esas personas les preguntamos que ocurrió, obtenemos el monumento de la memoria histórica que es este libro. Unos contarán qué perdieron, otros (muy pocos) qué ganaron. Todos hablarán de cómo se sintieron. No se trata de quien estuvo a favor de Gorbachov, quien desconfío de la Perestroika o de quien no quiere volver a ver un comunista en su vida. No es tanto una cuestión de números o apoyos de una u otra versión sino de testimonios. No es tanto de hablar con la gente sino de dejar hablar a personas concretas, dejar que se desahoguen. Cada historia es un mundo y ese es el valor del libro. Hay mucha emoción que tarda en salir, pero cuando lo hace es como un torrente. Se habla de una época en que el mismo día en que se lanzaba al espacio a un humano, un soviético, bajabas a la tienda y estaba pelada. Unos se enorgullecen de lo primero y quieren volver a esa época, recuperar ese sentimiento; otros no quieren volver a hacer cola para un kilo de café. Para unos, todo lo justifica haber ganado a Hitler, para otros llegó el momento de hablar lo que,  obligados por el sistema, callaron en vida del socialismo. En muchos casos, coinciden en que esta posibilidad de decir lo que se piensa, expresar el malestar reinante, se debio a que con los años cada familia pudo acceder a una casa con cocina propia, aunque todo fuera pequeño. En la intimidad de la mesa de la cocina uno podía ser libre ante su mujer, su marido o ante un amigo de verdad, para opinar. En cualquier caso, para mi es muy difícil ponerme en ese lugar, pero el libro me ayuda a comprender muchas cosas más allá de la propaganda y la cobertura occidental del hecho. Así mismo, ayuda a comprender, un poco al menos, esa mansedumbre ciudadana que, aparentemente, parece amordazar a la opinión pública rusa siempre. Visto lo incomprensible que algunas veces parece esa sociedad, en algún momento de la lectura me he dicho "ahora lo entiendo". No me gustaría nada estar en el pellejo de los ruskies. Si algo une a los que añoran o detestan la URSS es que el recuerdo es un trauma profundo. Nadie sale de ese régimen sin secuelas, incluso los más devotos.
No obstante son más de 600 páginas. ¿Cómo hacer que los testimonios no acaben repitiéndose? La autora, por ejemplo, dedica una parte del libro al impacto que tuvo en la opinión pública el suicidio del Mariscal Ajromeiev, o los recuerdos de un mandarín muy cualificado del Kremlin en los años 89-91. Hay un capítulo dedicado a un antiguo soldado tártaro, Zinatov, con noticias de su vida y de su muerte extraídas de conversaciones y de artículos periodísticos como el Pravda. Esta un testimonio acerca de esos miembros del KGB dedicados a ejecutar a supuestos disidentes, como trabajaban y cómo los cuidaba el estado. Otros demuestran acoplarse a la realidad postsovietica procurando aprovechar lo que se le presenta a mano. Hay un testimonio de una mujer que vivió el atentado en el metro de 2004 (39 muertos)
Otro relato es el de un hombre criado por un típico oficial del ejército ruso, brutal. Y de cómo sobrevivió a los 2 años de servicio militar obligatorio. Para hacerse una idea de los reclutas rusos actuales en Ucrania. Lo que tampoco falta es el abuso policial y burocrático contra las minorías etnicas del pais, por ejemplo contra los tayikos, gente que ocupa el puesto mas bajo en la escala social... a veces uno se pregunta dónde quedaron los valores humanos dentro del marxismo o el socialismo bolchevique. Y sobre algunos de estos ejemplos, la autora emplea el recurso de las voces corales anónimas que juzgan implacablemente a estas personas de las que se cuenta su vida. De manera que además de expresar su opinión, se delatan como sociedad, como árbitros de la moral. Una moral en general cruel y obsoleta. Pero esto último lo digo yo como lector, porque la actitud de la autora es comprensiva y empática. Ella procura desaparecer del relato.
Los últimos testimonios nos trasladan a las manifestaciones en Minsk contra las elecciones fraudulentas, del estado represor contra toda manifestación pacífica que ponga en duda el estado de cosas en Bielorrusia. En especial a la policía. La pregunta es: ¿cómo puede ser policía antidisturbios una persona normal, honrada y decente? No hay respuesta a eso. O tal vez sí: el miedo a las represalias del régimen dentro del propio cuerpo policial.
Al acabar el libro solo queda la sensación de desgarro social, de que décadas de sometimiento brutal a los mandamases del régimen han convertido en peleles a la mayoría, y que los pocos que se rebelan tienen todas las posibilidades de acabar muy mal. La otra sensación es la de alivio personal por no vivir ese infierno del pasado y el presente. Por supuesto, y muy en la línea de Dostoievski, uno aprende lo que significan para un ruso las palabras dolor, amor, sacrificio, resignación, humillación, familia.