K2 ENTERRADOS EN EL CIELO, de Peter Zuckerman y Amanda Padoan
"Muchos relatos de alpinismo describen una lucha al filo de la muerte ascendiendo por unas cuerdas fijas. Pero ¿cómo llegaron allí las cuerdas?, ¿quién se ocupó del rescate? Cuando la vida pende de un nudo, interesa saber quién ha hecho ese nudo"
Para algunas personas, la tragedia del K2 le traerá titulares, fotos y videos a la memoria. El año 2008 no está tan lejano. También llamada Chogori, la montaña es conocida por su gran dificultad de ascensión y su alto índice de siniestros. El libro que la editorial Capitán Swing ha sacado tiene pinta de convertirse en otro hito en cualquier biblioteca de alpinismo, sección tragedias. Porque esta es mayúscula, y porque, a mi entender, supera a la anterior referencia del género, MAL DE ALTURA, de Jon Krakauer, un excelente libro ya reseñado en este blog. El libro comienza "in media res", con dos de los principales protagonistas de esta historia resbalando por el hielo y la roca glaseada del K2. ¿Cómo han llegado hasta aquí? Solo fue en 1986 que hubo una avalancha de accidentes mayor que los 11 que nos ocupan: fueron 13 aquella vez. (el libro del tema es K2 EL NUDO INFINITO, de Kurt Diemberger).
"En el marco de los afanes del Imperio Británico por determinar la forma exacta de la tierra, Thomas Montgomery fue contratado para que cartografiara Cachemira... y de esta manera ascendió al monte Haramukh, en las estribaciones del Himalaya. La ascensión le recompenso con un panorama de agujas de los picos situados a unos 210 kilómetros al nordeste, sobresalían de la cresta de la cordillera y descollaban sobre los demás.
La cima más cercana, un hexágono con dos cumbres, le pareció más alta. Le puso el nombre de K1. La K era por Karakorum, el numeral significaba que era el primer pico de la de su topografía. Señaló la resplandeciente pirámide más alejada cómo K2 y posteriormente registró más montañas de idéntico modo hasta llegar a la K32. Junto con los otros picos, el K1 recuperó su denominación local, Masherbrum, que en balti, la lengua local, significa Montaña de Fuego. La denominación K2 pervivió. Los cartógrafos pensaban que su denominación local, Chogori, era un hombre común que los balties utilizaban para referirse a un gran pico. En realidad Chogori es una palabra tibetana qué significa puerta de entrada al cielo". Página 54
El libro no trata solo de desarrollar cronológicamente los sucesos y de enlazar la causa-efecto de la tragedia, sino que nos explica quién es cada uno de esos 18 hombres en la cima (supongo que incluye a Alberto Zerain), de donde vienen, que han hecho para llegar allí, e incluso quien es un sherpa de verdad, como vive, quien es un porteador balti, la historia de esa zona de Cachemira, la historia de Nabir Sabir (presidente del Club Alpino de Pakistán), la historia del K2, etc. Incluso para comprender que no solo muere alguien en una avalancha, los autores (que son primos) nos explican cómo se produce generalmente la muerte de un hombre durante una avalancha. La meticulosidad de los dos autores norteamericanos les lleva a las onomatopeyas para describir los sonidos del piolet clavándose en el hielo, o el de los pinchos de los crampones arañando centímetros de nieve adherida a la roca. La excelencia del libro esta en la viveza de las descripciones y la meticulosidad del relato. Una gran obra. Un relato con resonancias de otras ascensiones épicas:
"Eran las 11:30 del 29 de mayo de 1953 cuando se convirtieron en los primeros montañeros que llegaron al punto más alto de la tierra. Tenzing sintió "en ese magnífico momento, cuya llegada había esperado toda mi vida, que mi montaña no me pareció un objeto de roca y hielo sin vida, sino algo cálido, amistoso y vivo. Era una gallina clueca y nosotros, los montañeros, éramos polluelos bajo sus alas. Hilary también se emocionó pero lo expreso de otra forma "hemos vencido a esta cabrona". Página 112
"Los Sherpa también se identifican con uno de los aproximadamente 20 clanes que acreditan antigüedad. Los niños reciben el nombre del clan de su padre. Se supone que los Sherpa evitan los enredos amorosos con miembros del mismo clan o con cualquiera del clan de su madre hasta tres generaciones anteriores. Y exactamente igual que apellidos como Rockefeller tienen prestigio en Occidente, algunos clanes Sherpa como los Lama, son propios de la alta sociedad local. Otros, como los clanes bhote, están considerados forasteros y de segunda categoría, impostores que no son siquiera de la etnia Sherpa". Página 104
El concepto que tienen de alpinismo en el libro admite algo más que cuerdas, seguros, jumars y botellas de oxígeno. Incluye el mundo social del que viene esta gente, y nos aporta pinceladas del mundo que les rodea, como la explosiva situación política del Nepal pocos años antes de esta ascensión puesto que hay varios nepalis porteadores de altura que, ademas, compiten por el trabajo de los pakistanies. Para el que busque solo montaña, le sobraran páginas, para quien busque una comprensión más amplia, todo le será interesante. Yo soy de los segundos.
"Cuando el equipo coreano despidió a Pasang, el se dirigió hacia la puerta de cristal. Se abrió sola antes de que él tocará su descomunal mango de bronce. Pasang se introdujo en un muro de ruidos y tráfico rodado. A su lado un portero lo saludó con una reverencia 'namasté', dijo, como decía todos los huéspedes y se ofreció a llevar el grueso abrigo de Pasang hasta un taxi.
'¿Me estará hablando a mi?' Todo resultaba mucho más que confuso. Toda su vida había sido el que se inclinaba, servía te, abría las puertas y cargaba las maleta. Eso es lo que se esperaba que hicieran las personas a las que se conoce como sherpas, pensaba: servir. El hotel del Annapurna, el más lujoso en el que había está entrado en toda su vida, le mostraba otro tipo de vida. Sí, decidió Pasang, su padre tenía razón. El K2 era una oportunidad de oro. No podía dejar pasar la perspectiva de ganar 3000 $ en 8 semanas, pero el K2 podía darle algo que valoraba más: respeto.
En cuanto conquistara 'la montaña salvaje pensaba Pasang, nadie lo consideraría un paleto. Nadie pensaría que era un mozo de equipajes. Tal vez tuviera la oportunidad de pasar más tiempo con personas poderosas como los coreanos. Quizá volviera a beber zumo de mango en lugares como el hotel del Annapurna. Quizá el mundo lo tratara con tanta amabilidad como con la que le había tratado el portero". Página 97
"Por disparatado que resulte, los moribundos por lo general, no logran reparar en enfermos que están e incluso quienes soportan bien la altitud o respiran con una botella de oxígeno pueden sentir agotamiento. El Viagra sirve de ayuda. Este medicamento disminuye la tensión de las arterias pulmonares y puede incrementar la tolerancia al ejercicio, de manera que los montañeros suelen tomarlo"
Por fin llegan las páginas de la aproximación y llegada al Campo Base del K2. Cómo se desarrolla la organización, los preparativos, los porteadores de altura haciendo el trabajo sin gloria de toda esta movida... mucha gente queriendo subir en tan poco espacio de tiempo por dos vías (Abruzzos y Cessen). Reparto de tareas que despues no se cumplen... y las cuerdas que no son suficientes. Pero se empeñan en subir y de mala manera lo consiguen.
"Wilco fue el primero en llegar al K2 e instaló 3000 metros de cuerda en la vía Cessen, pero cuando el caballero abandonó la caballerosidad y trato de cobrar el peaje acostumbrado por utilizar esas cuerdas, su popularidad se desplomó. La mayor parte de los días tenía ganas de irse a casa y ver a su esposa y a su hijo de 7 meses. "Quería sentir amor -recordaba- lloraba dentro de la tienda y pensaba: "esta montaña ha acabado conmigo"
Junto a las decisiones pertinentes, se toman otras nefastas como la de permanecer, desde el primero al ultimo, 90' en la cumbre a las 6 de la tarde con el sol poniéndose y tras dos accidentes mortales durante la ascensión. Unos fuman, otros se divierten. Karim (amigo de la autora, que es también ochomilista en una ocasión, y origen del interés por esta historia) reza, otro llama por teléfono a la familia y sponsors. Los sherpas y porteadores también ganan bonificaciones por cada cliente que hace cima, por lo que no les insisten en darse la vuelta antes de lograrlo. Ese día, como una advertencia, hubo un eclipse parcial de sol. Cuando empiezan a bajar, muchos ya lo hacen sin oxigeno en las bombonas.
"El escalador vasco Alberto Zeraín le pareció alguien asombroso: jamás había visto a un europeo capaz de escalar como un Sherpa. Alberto había hecho un trato con Shaheen, por el cual acordaba trabajar como porteador de grandes altitudes a cambio de un emplazamiento para la tienda de campaña"
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El ultimo campo de altura, el IV, bajo el cuello de botella |
La cadena de desgracias se acelera. Por ejemplo, Cecilie se salva dos veces de la muerte, pero en las dos ve morir a un compañero y después a su marido, recién casados.
"¡Suelta la cuerda!",gritaba Fredrik
Jehan no decía nada.
¡Suelta la cuerda!
Jehan seguía en silencio.
Estábamos gritando al pakistaní en tres idiomas distintos... sueco inglés y serbio... y yo empezaba a sentir pánico -recordaba Fredrik. Si Jehan se hubiera dejado caer lo único que tendría que haber hecho era utilizar el piolet para frenarse pero no se dejaba caer.
Después de aproximadamente un minuto Jehan hizo por fin lo que se le decía. Soltó la cuerda que había alrededor del cuerpo de Dren y empezó a resbalar tan inmóvil como un cadáver "
En medio de la noche Pemba, Chiring y Pasang se encuentran en el cuello de botella. Pasang, sin piolet (lo cede para montar un sistema de cuerdas que ayude al descenso de los clientes sabiendo que eso le puede costar muy probablemente la vida!!!!) intenta el descenso, y en seguida se atasca. Pemba se lo piensa, pero continúa solo. Chiring se queda con Pasang: decide unir su suerte a la de Pasang. El, al menos, tiene piolet, pero un serac se los lleva por delante...
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bajo el cuello de botella |
"¿Qué ves ahí?, gritos Chiring detrás de él.
Pemba seguía descendiendo.
¿Hay alguna cuerda?, requirió Pasang.
Si Pemba respondió, Chiring y Pasang no pudieron oírlo
Se marchó deprisa y no podía culparlo, recordaba Chiring. Pemba tenía esposa y una hija de 3 años esperándolo y llevaba escalando 24 horas. El frontal de Pemba desapareció.
Pasang se volvió hacia Chiring y habló sin emoción: 'tú también puedes marcharte', dijo.
Chiring lo pensó. Responsabilizarse de Pasang -atascado y sin piolet en la pendiente más mortífera del K2, una noche sin luna, sin disponer de cuerda y bajo seracs desmoronándose- no era nada sensato, pero Chiring nunca dudo de que era lo que había que hacer. La Sonam, el concepto budista de la virtud, no es negociable y menos aún en el K2, tan cerca de una diosa capaz de influir en tu próxima reencarnación. Ella observaba y esperaba de él que se compadeciera. Él también lo esperaba de sí mismo.
Los seracs crujieron.
'Es mejor que la montaña se lleve solo a uno de nosotros -prosiguió Pasang- Vete.'
Chiring engancho su cordada de seguridad al arnés de Pasang y hundió el piolet en el hielo. 'Si morimos -dijo-, moriremos juntos"
Una de las virtudes de la narración es la explicación de las motivaciones de los personajes: ¿por qué Wilco se abstiene de ingerir nieve en su primera noche perdido, por encima del cuello de botella, pese al llevar 22 horas sin beber? ¿Como debieron ser las últimas horas de Karim perdido y alucinado hasta que se cayó por encima de la barrera de seracs? ¿Por que se encadenaron una serie de decisiones desafortunadas y fatales? El seguimiento personalizado de la aventura de estos hombres haciendo cima y regresando explica y humaniza un proceder difícil de explicar a los profanos en la materia. En el libro se fundamentan todas las informaciones en entrevistas, fotos, grabaciones e informes de los que se aporta el origen. Es parte esencial de este libro.
"Pasang tenía que descender por el cuello de botella haciendo escalada libre, sin piolet, y él sabía que eso era casi imposible.
Sin embargo, lo intentó, arañando y golpeando el hielo para crear agarres. Arqueaba los codos y equilibrada su peso al tiempo que cada clavaba la delantera de los crampones en la ladera. Apenas podía agarrarse a la pared y cuando empezó a descender sus manos rodaban por la superficie de la pared en busca de zonas blandas. El hielo estaba duro como una pista de patinaje"
Hay varias descripciones de este relato difíciles de asumir e imaginar, como la de Wilco encontrando a 3 hombres colgados de una cuerda, (de los que el coreano y el porteador Jumik aun respiran), estando Wilco mismo al borde del desastre. Unos minutos después encuentra un cabo de la cuerda rota y se salva, Sin embargo luego aparecen Marco y Ger: el primero lo intenta, pero el segundo saca a los dos vivos del atolladero. O la decisión del coreano Kim de enviar a su jefe de porteadores a sacar a la señora en una situación que es como ordenarle un suicidio.
"Wilco se volvió hacia los demás y les dijo que se estaba quedando ciego. Dije a Ger: 'escucha no voy a discutir esto. Voy abajo. Directamente para abajo. No me importa si voy en la dirección correcta o no'.....
Al otro lado de la franja de rocas había un precipicio. Wilco dio la vuelta 'colgado de mi piolet, casi muerto -recordaba- avanzando centímetro a centímetro. Vio que Ger y Marco estaban mucho más arriba a arrodillados junto a Jumik.
'¿Dónde voy ?' grito Wilco. No tuvo respuesta. Demasiado agotado para ascender, avanzó fatigosamente bajo el serac voladizo y vio un fragmento de la cuerda Endura de 5 milímetros de su propio grupo. Estaba allí sobre la nieve como si fuera un regalo"
Wilco pasará su segunda noche a la intemperie entre dos muertos que encuentra en su deambular medio ciego por la ladera del K2.
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Algunas vistas desde la cima |
Sin embargo la historia de estos 3 hombres enredados y colgantes es de las más trágicas y emocionantes del libro... Y yo no te lo voy a desvelar. Mis reseñas animan a la lectura, no la suplantan. Decir solo que el desenlace es tremendo.
"Pasang veía más abajo luces que se movían. Tomando de su regulador una inspiración de la que se sintió culpable, avanzo fatigosamente y se agachó junto al Señor Kim. El jefe de Pasang estaba demasiado cansado para derrochar palabras. Kim golpeó en el costado de la botella de oxígeno y señaló el manómetro que indicaba que estaba vacía. Pasang comprendió lo que se esperaba de él. Hizo un gesto al señor Kim para que esperara un instante. Se arrodilló, desconectó la botella vacía y la sustituyó por la suya"
FInalmente, cuando los supervivientes están a salvo en Islamabad, aun siguen con la cabeza allí arriba, entre el sufrimiento y la incomprensión de todo lo que les ha pasado y hay acusaciones cruzadas. El holandés Wilco es, junto al coreano Kim, de los que acaban siendo más desagradables, egocéntricos en su actitud y ásperos hacia cualquier otro. La vuelta a casa, y la superación del trauma, con lo que concluye el libro, me dan a entender que no es la montaña la que hace al montañero, sino que este es el que adopta diferentes actitudes frente a la montaña según vive habitualmente en un ambiente urbano, y desde eso hay mejores y peores ejemplos. Los hombres que están arriba no son de una pasta tan distinta de los que se quedan abajo (como si no hubiera héroes en el valle...).
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Algunas vistas desde la cima |
Esta ha sido una de las lecturas en las que me detengo de vez en cuando a asimilar las impresiones.
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Cecilie Skog y Rolf Bae |
Una lectura casi más traumática que la de Everest 1996. Una de las cosas a resaltar del enfoque de esta historia es que no es tan anglosajona o tan europea como tienen a ser comúnmente. No solo importa lo que viven y sienten los occidentales, importan, y mucho, las vidas de sherpas y baltis con nombres y apellidos, El seguimiento es especial con Chiring Dorje y Pasang Lama, se les dedica muchas paginas y ese acierto es poco común en el género. Los autores se han preocupado en saber que fue de ellos y sus familias y se fueron a buscarlos a sus aldeas (por ejemplo, cómo se entero la esposa de Karim de su muerte: desolador).
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Gerard McDonnell, uno de los que mejor caia a la gente, irlandés. |
"Los supervivientes de la expedición Flying Jump hablaban por todo el campamento de organizar una evacuación. Askari Aviation había hablado de un precio de 60000 $ por enviar a los pilotos de helicóptero de los Cinco Intrépidos. Era un paseo en helicóptero muy caro e innecesario, pero Pasang y los coreanos regresarían a la ciudad volando. Cuando Erik se enteró, pensó en los hijos de los sherpas de Katmandú y Shimshal muertos. 'Si la expedición Flying Jump se ahorraba esos 60 de los grandes y salía de aquí andando como todos los demás - dijo a Chiring- habrían resuelto de por vida todos los problemas económicos de esos niños"
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Eric_Meyer y Chiring Dorje |
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Sherpa Pemba Gyalje |
Un ultimo apunte: ese 1 de agosto de 2008, el montañero de Gasteiz Alberto Zerain subio a la cima el dia del ataque mucho antes que el resto y bajo cuando todos estaban en cuello de botella aun, con la admiracion y envidia del personal. Fue a su bola y ganó.
"Pasang quería asegurarse de que no le sucediera eso a nadie, así que sacó una estaca con un banderín para marcar el puente de nieve que él había roto. Antes de reanudar la escalada, examinó a su alrededor. Delante de él, una chaqueta roja y solitaria iba descendiendo la montaña con paso firme. Pasang reconoció Alberto Zerain, el escalador vasco del equipo de cabeza que se había adelantado a todo el mundo en el cuello de botella. Alberto le mostró una sonrisa resplandeciente y Pasang reconoció esa mirada, el resplandor de la cumbre. Pensó: '¿cómo es posible? -recordaba Pasang. Alberto había ascendido en solitario lo que le quedaba del K2 y había coronado la cumbre a las 3 de la tarde, varias horas por delante de todos los demás. Ahora iba bajando solo. 'Este tipo hace que el K2 parezca fácil' (...)
Pasang envidiaba a Alberto, que se dirigía abajo para tomar sopa caliente y meterse en un saco de dormir. Pasang lo vio serpentear entre el grupo de escaladores. Cuando Alberto pasó, algunos miembros de la expedición Flying Jump se dirigieron a él como si le estuvieran preguntando qué dirección debían tomar en una autopista. Querían saber cuántas horas les quedaba hasta la cima. Alberto se encogió de hombros y apenas ralentizó el ritmo. "No iba a tratar de predecir cuánto iban a tardar ellos en alcanzar la cumbre", comentó. Cada escalador avanza a un ritmo distinto. Alberto evaluó el ritmo que llevaban y quiso sugerirles que se dieron media vuelta, pero vaciló. Darse la vuelta es una decisión personal, concluyó, entre el montañero y su creador"
"Pero las personas no escalan por que tenga sentido. Se pueden aducir razones -aporta rumbo al desorientado, amigos al solitario, dignidad al reprobó, emociones a los aburridos- pero en última instancia la búsqueda de una cumbre desafía toda lógica. Igual que la pasión, igual que un viaje a la Luna, hay cosas mejores que hacer, más seguras, más baratas y más prácticas. No es esa la cuestión".
En definitiva, un libro muy bien escrito para una historia impresionante. Con mejores y peores actitudes en situaciones extremas, y un Pasang que destaca a mucha distancia de la mayoria.
K2, ENTERRADOS EN EL CIELO, de Peter Zuckerman y Amanda Padoan. En Capitán Swing (2015, aunque el libro es del 2013). 300 páginas.