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lunes, 19 de mayo de 2014

Del libro de Jorge Amado, BAHIA DE TODOS LOS SANTOS:

    "Jean Paul Sartre, tras haber recorrido nuestro país de norte a sur, desde Brasilia a Manaos, desde Sao Paulo a Belem, dijo que Brasil poseía una ciudad hecha para la vida del hombre, una ciudad de vida popular, única; la ciudad de Salvador de Bahía; las demás son inhumanos campos de trabajo donde la vida es cruel para todos, incluso para aquellos que poseen los bienes del dinero y el poder, donde la vida solo es competición y futilidad, tonterías y prisas"
Praia do Flamego, Salvador

    "Si solo eres una turista ávida de nuevos paisajes, de novedades para fortalecer un corazón gastado de emociones, viajera de pobre aventura rica, entonces no quieras esta guía. Pero si quieres verlo todo, con ansia de aprender y mejorar, si realmente quieres conocer Bahía, entonces ven conmigo y te mostraré las calles y los misterios de la ciudad de Salvador, y saldrás de aquí convencida de que este mundo está equivocado y que hace falta rehacerlo para mejorarlo. Porque no es justo que quepa tanta miseria dentro de tanta belleza. Un día, quizá, volverás, y entonces habremos reformado el mundo y solo la alegría, la salud y la hartura cabrán en la belleza inmortal de Bahia".

Babalorishá baila durante la ceremonia ritual en honor de Yemanjá, la diosa del mar en Salvador de Bahia, Brasil.

Del libro de Jorge Amado, BAHIA DE TODOS LOS SANTOS:

    "En la ciudad de Salvador de Bahia de Todos los Santos, los colores, las cosas, los sentimientos, los ritos, los dioses se entremezclan, nuestra verdad es la mezcla de razas, de luchas de esclavos males, jejes, nagos, congos y angolas, para crear la nación brasileña, original y única, civilización y cultura mestizas, la luminosa cara de nuestro pueblo. En la galeota del Senhor dos Navegantes también viaja Yemanjá.

Vista de la Cidade Baixa (ciudad baja) y Cidade Alta (ciudad alta) en Salvador, conectada por el Elevador Lacerda
    La vuelta del santo a Boa Viagem, acompañado hasta el muelle de embarque por la Virgen de la Conceiçao, es la más bella procesión marítima que se pueda imaginar, el mar cuajado de barcos y cantos. Se entremezclan el negro y el blanco, lo barroco y lo primitivo, la cofradía religiosa y el afoxé de los Filhos de Gandhi, los orixás y los santos de las iglesias, Exu y el Perro, y ora predomina un sonido de Africa ora un matiz azul de Portugal. En la procesión del Bom Jesus en su galeota, el acento es católico, aunque por detrás del manto del Senhor dos Navegantes esté el abebé de Janaina."

domingo, 18 de mayo de 2014

Del libro de Jorge Amado, BAHIA DE TODOS LOS SANTOS:

"La de esta ciudad es una belleza antigua, solida y seductora. No nació de repente, se construyó poco a poco y está amasada en la sangre de los esclavos. En el Largo do Pelourinho estos eran castigados, y desde las ventanas de las casonas inmensas, las frágiles iaias espiaban a los cuerpos desnudos cortados a latigazos. Almas en pena habitan los caserones, y permanecen vagando por las sucias escaleras...

Largo do Pelourinho
...No todo es solo poesía, y el drama explota en las calles en enjambres de niños hambrientos, en la multiplicación de los mendigos, en el hambre en una tierra tan rica. Tampoco todo es grande, y algunos hombres, aventureros allegados de todas partes, intentan reducir esta belleza negra y pesada, densa como el aceite y profunda de misterio, a proporciones turísticas, y todo se vuelve pequeño y triste cuando lo tocan dichas manos. Existe un persistente y criminal intento deformar la belleza de Bahia, su dramática belleza centenaria"

sábado, 17 de mayo de 2014

BAHIA DE TODOS LOS SANTOS de Jorge Amado


    La ciudad de Salvador de Bahía ha recalado en las librerías españolas para ser introducida en la imaginación de los lectores españoles porque, de no haber estado uno en esta ciudad, difícilmente van a estrechar lazos con una cultura popular tan exuberante como la que nos propone Jorge Amado. Tras acabar su lectura, la sensación que deja es la de haber sido infiltrados en los secretos del mestizaje afroamericano, de tener la mejor agenda de personajes importantes de la sociedad bahiana de la época, de haber admirado lo más colorido de sus calles, esos derroteros de la vida común  abiertos al océano Atlántico.

    "Si tu ciudad es Río, París,Londres o Leningrado, la Venecia de los canales o la Praga de las viejas torres. Pekin o Viena, no debes pasar por esta ciudad de Bahía, porque un nuevo amor llenará tu corazón. Ciudad espléndida, novia del mar, señora del misterio y de la belleza. En ese mar habita Yemanjá, la de los cinco nombres, y el misterioso reclamo de los atabales resuena en la noche de los caserones bajo la luna, de las iglesias de oro, de las laderas grávidas de pasado. El misterio y la belleza de la ciudad te envolverán, darás tu corazón para siempre; porque jamás podrás olvidarte de Bahía, el oleo de su belleza densa te ha bañado, su mágica realidad te ha perturbado para siempre"


    Una de las partes más fascinantes del libro es la dedicada al candomblé, pero no es fácil de entender para un europeo. No conociendo demasiado la cultura brasileña, a veces me he sentido abrumado por el mundo de los orixas, que es parte fundamental del libro y que exhibe una gran riqueza de personajes. Y de los orixas Jorge escribe durante muchas páginas suponiendo algunos conocimientos que, como a mí, me temo que a muchos se les escapa. Sin embargo, es una buena ocasión para meternos en la red de Internet y hacer algo por nosotros mismo: aprender de los orixas y del candomblé buscando información. Ha sido durante la lectura el aspecto más misterioso y atrayente del esta guía de Bahía. Jorge es un experto en la materia que nos mostrará que es un terreiro, un caboclo, quién es Mae Señora o una Madre de Santo.

"Esta claro que los dioses llegados de África a Brasil aquí se entremezclaron y parece ser que se abrasileñaron. Se entremezclaron con santos católicos, era así como los negros escondían a sus dioses y los conservaban, saludando a Oxala al saludar al Señor de Bonfim. A Oxossi al saludar a San Jorge, a Yemanja al loar a la Virgen de los Navegantes..."

    Jorge describe cada tipo de candomblés e incluso alguna asociación secreta.

"Y en otra habitación, el peji, cerrado con llave, cuyo umbral de la puerta el creyente besa extendido en el suelo, antes de mirar hacia adentro, donde se encuentran los fetiches de los santos. Sobre grandes manteles de encaje, entre flores y cintas, se ve la piedra verde de Yemanjá, la diosa de las aguas. En el suelo tapizado de hojas, los platos de comida ofrecidos a los santos: el acaraje,  el abara, el acasa y el xinxim de gallina. Es la comida de los dioses hecha con la carne de los animales sacrificados"

  Que nadie se asuste con ello, la lectura atenta del libro da ya pautas de por donde van los tiros. Pero es muy interesante dejarse llevar por Jorge para entender esta religión sin prisas, con sus ritos, sus celebraciones y sus muchísimos personajes repartidos por la ciudad y que median entre dioses y hombres.

    "Es aconsejable que el viajero, al ingerir una bebida alcohólica, dedique el primer trago a Exu, derramándolo discretamente por el suelo.Así quedará bajo su custodia y protección, y todos los caminos se abrirán para darle paso, ya sean los que conducen a los misterios de Salvador, a su belleza y su intimidad, ya a los que llevan al corazón de las mujeres: mujeres morenas de Bahía, gama de colores que va del marfil al cobre, y la seducción infinita"

    La fuerza del libro comienza en una mezcla de sincretismo cristiano y de creencias arraigadas en  las costas del África negra (empaquetada en envoltorio de dolor por los esclavistas en las bodegas de los galeones). Pero, como dice Jorge, "El pueblo es más fuerte que la miseria", y el candomblé es su religión: "Cuando tiene ocasión, el pueblo canta en fiestas populares. Fiestas de calle, de iglesia, de candomblé." Jorge mitifica la ciudad de esta manera, hace de sus esquinas el derrotero de nuestros pasos por la ciudad al contarnos la vida de un bahiano que hizo algo, que cantó o que trabajó en la acera de enfrente tallando madera, danzando capoeira, invocando a Yemanja, ... Una mitología impulsada por los orixas  escenificada por la pléyade de bahianos es lo que al terminar de leer este libro nos deja la sensación de haber salido de un ambiente alegre, festivo, tremendamente asociativo, alejado de modas y cercano a los humildes e incluso desfavorecidos. EL largo de Pelourinho, por ejemplo...


    "...plazoleta de la picota, que recibe ese nombre por el tronco en el que se castigaba a los negros esclavos. De los balcones de las grandes casonas, entonces ricas residencias de propietarios de ingenios de azúcar, de nobles de Reconcavo, las patronas contemplaban a los negros bajo el látigo, con las espaldas ensangrentadas, que pagaban por las malas acciones: era un entretenimiento. Las piedras de la calzada son negras como los negros que las asentaron, pero cuando el sol de mediodía brilla más intensamente, estas poseen reflejos de color de sangre.... En Pelourinho y sus aledaños se encuentra de todo: la escuela de capoeira, los prostíbulos decadentes, el pequeño salón de belleza en el fondo de una callejuela, los bailarines de samba, los estudiantes, los músicos, los vendedores de veletas, la sede del afoxe, el reñidero para la pelea de canarios, el comercio ambulante, la pasta de piedra del convento del Carmo, la sastrería... la vidente, el cura y el obrero".

    Pero con Jorge también visitaremos la rua Chile, el Paseo Marítimo, Itapua (con Vinicius de Moraes), la Lagoa do Abaete, la Baixa dos Sapateiros, las playas, la isla de Itaparica y los barrios proletarios.

    "Los materiales de construcción más utilizados son el barro y la tierra amasada por las manos de los pobres, los restos de tablas de cajas y cajones recogidos en la basura. Con la basura, con el barro y con la necesidad de habitar, con su capacidad de vivir, de sobreponerse a la muerte, el pueblo construye barrios enteros, levanta casas en la tierra o sobre el mar"

    En este pueblo de arraigadas creencias, no faltan las iglesias, como la Catedral la de la Conceiçao da Praia o la popular iglesia de Bonfim, ligada al culto católico pero también a los orixas. Porque si los bahianos son un pueblo fiestero, hay un buen numero de dias de celebraciones: la fiesta de Santa Barbara, de Conceiçao da Praia, el curioso lavado de la Iglesia de Bonfim (una colorista descripción que dan ganar de ver!!!), la fiesta de Yemanjá:



    "...la señora de las aguas, poderoso orixa de candomblé, sirena de cinco nombres, doña Janaina, Ynae, Ya, Reina de Aioká,.. Vino de África a la Bahía de Todos los Santos siguiendo la estela de los barcos de esclavos..."

    ... sin olvidar el Carnaval, con los rasgos propios de Bahia.

     "Bahiano es un estado de espíritu". Jorge, en las primeras paginas, nos describe algunos puntos de la ciudad, deja caer algún dato histórico (el grito de Ipiranga, la esclavitud, el alufa Licuta). Si algo valora Jorge de los personajes bahianos que cita, es su humildad, su servicio al pueblo, su vocación para la libertad y el respeto de la cultura popular. Entre los escritores, la lista empieza con Gregorio de Matos, Dorival Caymmi y Xavier Marques. los temas del cacao. Entre los edificios, las Universidades y el convento de las Arrepentidas. De entre los músicos, Gilberto Gil, las orquestas de candomblés o el Quarteto em Cy son nombre que lucen la larga lista de Jorge. Por allí pasan la vida de los castelos y de las monjas:

    "Todo eso pasó. Fue en otros tiempos.Ahora solo resta el muro de las monjas, donde caían las escalas de cuerda para los visitantes nocturnos que el pueblo había apodado de frailescos".

    El marco casi mitológico de la ciudad no estaría completo si no pasara por las páginas el desfile de amigos (un montón) que tenía Jorge en Bahía: cocineras, talladores, músicos, tapiceros, escritores, abogados, pintores, etc. Todos ellos acreedores de una reseña con su vida y milagros.

   En realidad, hasta nos vende los trabajos y servicios de sus compatriotas. En la última parte de este libro, nos aconseja de esta manera los servicios de distintos personajes para cada necesidad. Otra fotografía más de esta esplendida ciudad.

BAHIA DE TODOS LOS SANTOS, de Jorge Amado. Editorial Altair, Clasicos Heterodoxos. 390 paginas y un glosario. Una edicion del 2013 sobre la segunda revisión que el autor hizo en 1977

miércoles, 14 de mayo de 2014



Del libro de Antonio Muñoz Molina, CORDOBA DE LOS OMEYAS:

"Se dice que las columnas y los arcos de la mezquita de Córdoba recuerdan un bosque de palmeras: las voces sucesivas de la tradición contaban que la casa del Profeta en Medina tenía una gran sala de oración sostenida por troncos de palmera y techada con barro y palmas; junto a ella había un patio rectangular, y el edificio entero estaba rodeado por una cerca defensiva de tres metros y medio de alto y tenía la forma exacta de un cuadrado, figura que según los teólogos adeptos al pitagorismo es una de las más bellas de la geometría, porque está hecha con dos triángulos iguales y constituye el elemento generador del cubo, que es uno de los cinco cuerpos cuya perfección expresa la inteligencia divina, de modo que no es casual que la Kaaba, el monolito sagrado de los musulmanes, sea una piedra cúbica"




"En la mezquita se guardaba el ejemplar del Libro Santo, que es leído durante la oración. El que había en la de Córdoba era tan pesado que hacían falta dos hombres para levantarlo, y tenía cuatro paginas escritas por el califa Omán, que fue el tercero de los sucesores de Mahoma, y que se pinchó ligeramente un dedo mientras escribía: las manchas de unas gotas de su sangre eran todavía visibles en el manuscrito, que se guardaba, dice una crónica, en un estuche enriquecido con los adornos más delicados y extraordinarios; lo sacaba del tesoro los viernes, y se colocaba en el pupitre que le estaba reservado en el oratorio, y después que el imán lo había leído se retiraba al tesoro"




"Las naves entrecruzadas de la Mezquita de Córdoba se despliegan radialmente hacia cualquier punto cardinal, pero la posición en que se arrodillaban los fieles hacía que las miradas y las hieras iguales de las columnas confluyeran en el muro sur, el de la qibla, que designaba entre el dédalo de todos los caminos posibles el único que conducía a la Meca. Es allí, en la pared de la qibla, donde se abre el nicho vacío del mihrab, su oquedad sagrada como la de una cueva primitiva en la que resuena la voz del imán igual que la palabra divina encuentra su resonancia más intima en el corazón de cada hombre, y junto a él hay un púlpito de de maderas labradas, el mimbar, al que sube el imán para dirigir los rezos, leer el Corán y pronunciar la jutba, un sermón que no es únicamente religioso: puede ser un discurso político o una arenga en favor de la guerra santa, o la proclamación de un nuevo emir, porque el Islam es una teocracia donde no existen diferencias entre la vida civil y la religión."



"Desde el mimbar de la Mezquita de Córdoba fue anunciado el emirato de Abd-el Rahaman I, y cuando uno de sus descendientes, el tercero de su nombre, decidió reclamar para sí el titulo de califa, eligió los mimbares de todas las mezquitas de al-Andalus para anunciarlo públicamente. En la de Córdoba se bendecían las banderas de los ejércitos que iban a partir hacia la guerra, y en sus muros se colgaban como trofeos las de los cristianos derrotados"


En general, el libro de Antonio Muñoz Molina se limita a narrar esos siglos desde la debacle del 711 d C hasta la instauración de los reinos de Taifas cuando la guerra civil en el califato de Cordoba borra del mapa al ultimo descendiente de los Omeyas, la estirpe real musulmana. Libro ameno, pero básicamente de historia, que viene muy bien para situar el esplendor que queda en la ciudad en sus términos historicos. Un libro de encargo, de principios de los años 90, que se ha vuelto a reeditar recientemente.