LA OPRESIÓN. EL FIN DE LA ESPERANZA, de Juan Hermanos
"Uno y otro día las ideas democráticas eran deformadas, ridiculizadas en la prensa y en las cátedras de la Universidad. Se jugaba con las palabras. Libertad, igual a libertinaje. La libertad en España es la voluntad de Franco; él está encargado por Dios y por el destino de asumir la voluntad de su pueblo, mientras que el deseo de los obreros de conseguir la felicidad es puro libertinaje. He ahí por qué se ha organizado la comedia del sindicalismo falangista. Con el fin de que los obreros no se extravíen y no confundan la libertad con el desorden, los representantes son nombrados por el gobierno. La corrupción organizada, las riquezas desigualmente distribuidas, el abandono de las democracias, el miedo acumulado durante años hicieron de nosotros seres sin confianza, llenos todavía de ganas de luchar, pero sin un amigo para sostenernos, sin un resplandor para guiarnos. La fe sobrevive, está en nosotros, en nuestra noche interior, dispuesta a surgir, pero nada ayuda a su impulso.
El interés del pueblo es claramente opuesto al del gobierno. Cuanto más pierde el país más gana el enemigo. Todo el mundo lo sabe. Nadie puede nada contra esto. Todos lo aceptan, hasta mis adolescentes compañeros. Los jóvenes revolucionarios de hoy se preguntan, también, si hay otra solución que el renunciamiento. Esto es lo más grave. En tal estado de ánimo nos hallamos."
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