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domingo, 11 de abril de 2021

LA LAMPARA DE ALADINO, de Luis Sepulveda

 LA LAMPARA DE ALADINO, de Luis Sepulveda



Al modo del legendario libro de libros en el que aparece el legendario relato de La lampara de Aladino, Luis Sepulveda nos concede unos cuantos relatos cortos, doce sin demasiadas pretensiones filosóficas, pero con el intenso gusto por agradar al lector. Primeramente lo consigue contradiciendo al libro de Las mil y una noches, porque es muy corto. Y segundo porque en cada uno de ellos ensaya un lenguaje y una ambientación muy distintas. En la suma crea la sensación de que el genio creador del autor ha dado, cada vez que echamos mano al libro, con una historia diferente: realismo, ensoñaciones, y sin tópicos. Es el segundo libro que leo de él y siempre encuentro que va a la esencia mas humana de la historia, con recursos diferentes en las doce historias. Creo que el relato corto, ni cuento ni novela, es la distancia media en la que un escritor se la juega de verdad. Ahi aparecen sus carencias y sus triunfos. Aqui hay un poco de todos ellos.

lunes, 5 de abril de 2021

LOS MOTIVOS DEL ESPIA HANSSEN. ESPIAS Y TRAIDORES, de Fernando Rueda

LOS MOTIVOS DEL ESPIA HANSSEN. ESPIAS Y TRAIDORES, de Fernando Rueda


"Hastiado de que no se le otorgara el reconocimiento que merecía, descubrió que por ese camino nunca conseguiría ser el gran agente secreto que había soñado. Él no se consideraba uno más del montón, sino el mejor, y si no podía demostrarlo con su trabajo en el FBI, buscaría un camino alternativo. Admirador de la labor de inteligencia de los soviéticos, a los que tenía por los mejores espías del mundo, decidió dar un cambio radical de bando y cruzar a la otra acera. A muchos dobles agentes los habían descubierto, pero él había estudiado como nadie cada caso y sabía cómo evitar la persecución. Si a Kim Philby, el doble agente inglés que trabajó casi treinta años para los soviéticos, no pudieron pillarle, a él tampoco. Se convertiría en el nuevo Philby.

En 1979 ofreció sus servicios como doble agente al GRU, el espionaje militar soviético. Robert Hanssen no tenía problemas graves de dinero, aunque su creciente familia —ya tenía tres hijos— hacía que vivieran algo agobiados para llegar a final de mes. Esto le llevó a pedir dinero al GRU a cambio de sus servicios, dejándoles bien claro que no pensaba desvelar su identidad —si no le conocían, nadie podría delatarle— y que los intercambios de información y dinero se harían siempre según sus indicaciones"