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viernes, 17 de marzo de 2023

MI VIDA CON DIRE STRAITS, de John Illsley

MI VIDA CON DIRE STRAITS, de John Illsley

Es la historia de Illsley, no la de Knopfler. Y es, si confiamos en sus propias palabras, la historia de un buen hombre ante todo. Empieza situando sus primeros años, desde 1949, en el contexto histórico de Inglaterra. El ambiente provinciano del pueblo natal, y lo que se aburría. La música fue su descubrimiento y su salvación juvenil, con una guitarra cutre que se compró, la primera, con lucho esfuerzo, y una radio de galena para escuchar la denostada música de EEUU a escondidas, por la noche. El fue de los últimos de esos críos que vivió en un colegio privado, un internado especializado en traumatizar a los chavales, muy inglés todo. Alguien que no se arrepiente ni avergüenza de haber leído a Marx o a Engels como un paso más a la crítica del mundo que le tocó vivir. El caso es que Illsley ha meditado con profundidad en su vida hasta captar los momentos de su formación como persona: a nivel musical, en su conciencia social, en hacerse responsable del trabajo y los estudios, etc. Marca su progreso en diferentes niveles de la vida con mucha claridad y agradecimiento hacia otras tantas personas con las que se cruzó y que le ayudaron. Las recuerda con nombres apellidos, así como los momentos más intensos o que más le afectaron en la vida: la forma en que conoció a Mark, la influencia de tal profesor, cuanto descubrió su amor por la música, o algún concierto concreto, etc. A lo largo del libro muestra su conocimiento e interés por los lugares que recorre en las giras, el entorno social que los envuelve y el por qué de las reacciones del público o de las autoridades, destacando las autoridades comunistas en Budapest, los conciertos en ciudades de Yugoslavia o Israel, o los energúmenos en Italia. 

Decir que no es la historia de unos fiesteros, ni de unos cocainómanos, ni de unos tíos que tiren la nevera por la ventana de la suite o le prendan fuego. Nacieron y creyeron en lo que mejor se les daba, componer y tocar su música. Ese era su aval en los inicios y con eso se ganaron un respeto que a otros costó más alcanzar. Illsley es un tipo listo que desgrana sus vivencias dentro de la industria musical en Gran Bretaña y Estados Unidos con mucha claridad y solo por su experiencia. En seguida se entiende el beneplácito de Mark a su libro: se entendían muy bien. 
Otra cosa especial en la historia del grupo es su ascensión rápida en las listas de éxitos y la rápida progresión en llenar auditorios cada vez más grandes. En un año superan en Alemania a Talking Heads o The Police, y su staff sube en consonancia. El caché también. Mark era el genio, el corazón de la máquina, admirado hasta por Bob Dylan. En el descansan las exigencias cada vez mayores, pero es un tipo sereno y flemático como no haya leído hasta ahora en un músico de su talla, un músico de primer orden al que le gustan poco los aduladores. Está claro que lo admira. No se le va la pinza ni Illsley cuenta de él salidas de tono. La banda no tiene muchos álbumes de estudio, pero del primero al ultimo hay una clara progresión en estilo musical, aumentan las capas de sonido, canciones mas editadas, introducción de instrumentos protagonistas como los teclados, etc. Illsley explica muy bien esa progresión hacia la madurez de Dire Straits, qué era lo que buscaban en todo momento, incluso cuando la banda se disolvió.
A nivel mas personal, otro detalle poco frecuente es acordarse con nombres y apellidos del equipo técnico y resto de gente que los acompañó en las giras, dando agradecimientos. Recuerda a muchas personas con un sentimiento agradecido a lo largo del libro, señal de profesionalidad y el respeto debido. También de humildad y buena cabeza. Ahora bien, en su particular ajuste de cuentas final consigo mismo, no se si esa actitud es producto de la ayuda psicológica que recibió tras el punto final a Dire Straits o se percibía así durante su etapa en la banda. En cualquier caso, ese ajuste de cuentas, esa claridad expositiva en lo que de verdad importa en su propia vida es algo difícil de leer a este nivel en las autobiografías del rock. Mientras en muchas autobiografías me encuentro un auténtico show por entretener al lector con movidas dentro y fuera de la música, el caso de los 4 fundadores de Dire Straits es el tíos serios y profesionales. Nada de follarse todo lo que se ponía a tiro ni excesivas infidelidades, aunque las cuenta y no se enorgullece por ello. Illsley cuenta sin excesivos detalles la marcha de Dave, hermano de Mark, y la del batería Pick, pero dándonos una idea del porqué. En esto respeta mucho las intimidades de cada uno. 
Una de las cosas poco comunes en este tipo de libros es que Illsley te permite pensar en su música, en la progresión musical del grupo, y menos en las peleas entre sus miembros (en eso ahi es discreto). Te permite entender cómo llegó del sonido del primer álbum de los Straits hasta el último por el interés de Mark por los teclados y la tecnología. Por supuesto, hay muchos detalles de las grabaciones, de las giras, de la forma de componer canciones (incluso él tiene sus LP en solitario) que gustarán a los fans de tanta canción espectacular de un repertorio tan variado.
En resumen, esta biografía va de Dire Straits y de su autor, dejando algunas preguntas sobre Mark en el aire por pura curiosidad. Pero eso debería contestarlo Mark. Es una biografía muy distinta a cualquier otra que haya leído: una mirada reflexiva, de una personalidad egocéntrica pero también agradecida al conjunto que le rodeó. Un tipo tranquilo en el aspecto de las juergas y muy profesional a la hora de desarrollar sus compromisos ante todo. De hecho, la historia con Dire Straits es la de un hombre cuyo primer amor es la música y lo demás estuvo a su servicio. La etapa posterior ocupa muy pocas páginas: el encuentro con su tercera mujer, la pintura como terapia, la música como conexión con el mundo y una amistad indeleble con Mark Knopfler.
MI VIDA CON DIRE STRAITS, de John Illsley. Editorial Cupula, año 2022, muy bonita, en tapa dura casi hormigon. Unas 350 paginas con fotos del autor.