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miércoles, 26 de julio de 2023

EL LEOPARDO DE LAS NIEVES, de Sylvain Tesson

EL LEOPARDO DE LAS NIEVES, de Sylvain Tesson 


El libro nos acerca a una actividad paciente como es el avistamiento del famoso leopardo de las nieves en unas localizaciones concretas de Tibet. Tesson fue  invitado por Munier, un profesional de la fotografía de animales salvajes, difíciles de encontrar. En este caso, por consenso entre las cuatro personas de esta expedición, no se dan nombres de lugares concretos para evitar a los furtivos y escopeteros de turno una alegría. Pero eso de apostarse en un sitio sin moverse durante horas, a -30ºC, es de una paciencia a prueba de bombas. Le llaman el rececho, actividad contemplativa buscando con ojos expertos incluso lo que para la mayoría pasa desapercibido. Sabiendo la trayectoria del autor, era normal que, con tantas horas por delante inactivo pero observando, le diera vueltas a esa situación, sacara a relucir recuerdos que por algún motivo justificado le venían a la cabeza, y que su pensamiento se transformara en metáforas de la vida expresadas en sentencias y juegos de imagenes. Tesson se ayuda para que queden sus pensamientos bien hilvanados de la extensa cultura que ha adquirido a través de lecturas y de experiencias por lugares recónditos del planeta, pero tambien viviendo en un piso de París, antítesis de todo lo que vive aquí, a la caza vivencial y fotográfica del leopardo esquivo.
Es el viajero que envuelve de filosofía sus observaciones de la naturaleza, que acaban con ensoñaciones poéticas muy admirativas del hombre empequeñecido incapaz de abarcar con la razón todo lo que ve pero que sí siente. Es como el spleen de un paseante por los márgenes de la naturaleza más distante y evocadora. Le encanta hacer poesía en prosa de estas introspecciones llenas de recuerdos y toques de cultura europea.
En el libro no pasa otra cosa: como llegan se van, y acaba con reflexiones sobre lo mal que tratamos la vida de este planeta para que tengamos a especies como el leopardo acorraladas en lugares remotos de los que la humanidad todavía no se ha apoderado.
Hay un documental en Filmin, titulado igual, de esta expedicion
Un articulo en El Pais aqui.

miércoles, 19 de julio de 2023

QUIJOTE EN EL CONGO, de Xavier Aldecoa

QUIJOTE EN EL CONGO, de Xavier Aldekoa

Tras 20 años como periodista en África,  Aldekoa se propuso navegar los 4.700 km del río Congo hasta el mar. Desde las fuentes del río hay un buen tramo de 300 km hasta que se hace navegable (entonces el rio se llama Lualaba), y de ahí tiene 600 km ininterrumpidos de navegación. Una distancia tan larga da para muchas aventuras y, en este caso, muchos estados de animo: el miedo a las bandas de rebeldes, a los ladrones, a las incertidumbres inherentes de un viaje donde nada esta atado hasta que te lo dicen unos minutos antes, me refiero a salidas de barcos, de autobuses, de vehículos particulares contratados. Y aun estos están sujetos a cualquier calamidad por el camino. De manera que si, se aprecia en la narración de Aldekoa la ansiedad que estas situaciones producen. Un viaje de placer no incluye estas cosas. Pero hay mejores ratos, como la belleza del paisaje, o la admiración por la gente que intenta sacar su vida a flote. Como digo hay muchos estados de animo en torno a este viaje. En realidad todos huimos de los peligros en cualquier viaje. Pero si viajas por el Congo, es lo que hay: o lo aceptas, o no vas. Por ejemplo, después del primer tramo navegable, viene el tramo sin ley, otros 500 km dominados por tribus rebeldes y armadas.

Una cosa que agradecí personalmente del comienzo es que confiese la tensión con la que vive los prolegómenos, los nervios, el miedo, aun antes de poner pie en África, es decir, ese hormigueo que ya te recorre el estómago desde casa. Eso se arrastra todo el viaje, y eso que la mitad de el fue con un acompañante, Sylvain, y el resto con otro amigo. A mi me pasa lo mismo, es invariable. 

Cosas que te ponen nervioso: en una región de África castigada por el colonialismo, desde el belga al norteamericano, el que ocupa el lugar del "hombre del saco" para los habitantes es el chino: el que roba niños, el que te engaña y se lleva tu alma. El caso es que Aldekoa es continuamente confundido con uno de ellos porque, básicamente, es también de piel blanca. Apenas ve blancos durante el viaje, y por eso llamaba mucho la atención, en el peor caso, de bandas rebeldes, ladrones, secuestradores y varios agentes de policía. 

Los medios de transporte no tienen horario, salen cuando se llenan, paran donde quieran y el precio es inusualmente alto por ser blanco. La policía y los militares son como garrapatas esperando engancharse a un extranjero para retenerle y poder ablandarlo para robarle.

Llevaba un cuarto de libro leído cuando el autor empezó el tramo terrestre del libro. El caso es que corresponde a un tramo de río no navegable y el autor decidió alquilar un par de motos, para él y su acompañante Sylvain que le traduce y le consigue tratos como los de estas motos con conductor. En determinados momentos el autor nos resume otro reportaje en otra zona del Congo, tres años atrás, donde, para poder contar la historia de dos niños de la guerra, convivió muchos días con los miembros de la banda a la que pertenecían. Una experiencia dura y un final en el que tuvieron que escapar corriendo por la selva al final para salvar el pellejo. Es un reportaje pequeño dentro de este gran reportaje. En Kasongo, a mitad de esta etapa, entrevista a un historiador congoleño acerca del pasado esclavista de la localidad que, tiempo atrás, acogió a Livingstone y Stanley. Porque Aldekoa conoce el país de viajes anteriores para hacer reportajes que nos relata aquí.

El viaje tiene más momentos de tensión: cuando se parte la cadena de la moto en medio de la selva y quedan a merced de cualquiera, el momento hormigas marabunta (cuantas décadas sin oír nombrarlas???). Si añadimos controles de política corruptos, tenemos un día de viaje en moto de lo más accidentado justo antes de llegar a la mitad del viaje, a Kisangani. Allí tiene grandes encuentros y grandes decepciones: sin duda el experto mundial en cirugía contra las agresiones sexuales Denis Mukwege es de lo más fuente. Es un congolés Nobel de la Paz. 

En mi opinión, la experiencia más importante del viaje son los días a bordo del Mampeza. Consigue un pasaje algo más cómodo que el resto de viajeros que apenas tienen un hueco para sentarse de lo sobrecargado que va. El viaje, con todos tan arrimados, saca a la luz una especie de metáfora del país: el capitán sobrecarga peligrosamente el barco, mete carga de contrabando, es un corrupto benévolo. La gente lo pasa fatal, pero es una opción más para llegar a la capital y progresar. Hay robos, intimidación, hay gente divertida, hay buena gente, y con todos habla Aldekoa. Incluso cuando baja en según puerto y recuerda como trabajan las maderera chinas (un saqueo), o conversa con un ex militar, combatiente de las dos últimas guerras. En mi opinión, esta fase es de lo mejor del libro porque se roza, literalmente, con un universo de gente que, de otra manera, no habría confiado en el de esa manera o le habría dado la espalda. 

Después viene el tramo de Kinsasa a Matadi por tierra a causa de las cataratas del río de nuevo. Y después, hasta el mar 

En resumen, el viaje descrito tiene mucho de salir corriendo de situaciones conflictivas y de todo lo contrario, es decir, de disfrutar con la visión de una naturaleza estupenda y relajante. Hay, por tanto, poco conocimiento transmitido en conversación con la gente en gran parte de la lectura, y la mayoría de lo que nos transmite es por viajes anteriores al Congo, y multitud de lectores previas. Lo que nos cuenta es muy físico, más vivaz que reflexivo. Es que no parece fácil ganarse la confianza por el temor al extranjero, y sobre todo al blanco. Una excepción es cuando va a ver a la tribu de los wagenyas, 'los dueños del rio Congo", y la estupenda excepción son las semanas a bordo del Mampeza. El blanco es tratado como fuente de desgracias o fuente de dinero. Injusto o no, el rastro de la historia aún está caliente. 

jueves, 13 de julio de 2023

LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL ÁFRICA SALVAJE

LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL ÁFRICA SALVAJE, de Amador Guallar



El autor, Amador Guallar, es uno de esos periodistas que lo mismo te lo encuentras en reportajes sobre la vida salvaje en África que en un restaurante de Kiev que al día siguiente será bombardeado por Rusia y donde encontrará la muerte la joven escritora ucraniana Victoria Amelina. Así que tenemos, según la revista 5W, a un periodista y fotógrafo freelance. De manera que este libro es un conjunto de reportajes que nos dan una idea general de la fauna salvaje a lo largo de varios países de la mitad sur del continente africano. Son varios los capítulos dedicados a reservas privadas y parques nacionales de Sudáfrica y Namibia principalmente, más algunos de Kenia, Zimbabue y Somalia. No solo habla en cada capítulo de una especie en peligro de extinción en el país desde donde el autor lo cuenta, sino que, además, describe cómo es la vida que llevan encerrados a veces en un pequeño coto. También añade otras anécdotas que tal vez nos suenen a los lectores. Por ejemplo, la historia de los leones de Tsavor, emparentada con la historia de Karen Blixen y su amante. Entran las primeras noticias de safaris tradicionales, de esos en los que cazadores como Ted Roosevelt amontonaba cadáveres por placer, o los primeros safaris fotográficos y su benévola repercusión en un cambio de tendencia. Pero el peso, con diferencia, que sustenta cada capítulo es el mismo: el contacto directo con estas especies a través del guarda o agente conservacionista que se dedica día a día a protegerlos, cuidarlos o estudiarlos. Hay muy poco trabajo, en comparación, de biblioteca. Y eso se agradece un monton. Es un relato de primera mano.

Una de las historias más conmovedoras, por el carácter mismo de la especie, son los elefantes traumatizados desde pequeños en las reservas durante los años 80 por los malos tratos que sufrieron de sus cuidadores en esos años. Con el tiempo, se volvieron salvajes contra los humanos y otras especies animales. Son animales que recuerdan el daño que, en algún momento, los humanos les hicieron; es lo que ocurrió en la región del Addo. Son capaces de volver una y otra vez al mismo lugar donde cayó muerto alguien de la manada. Lo recuerdan, recuerdan el trauma.

Por aquí pasan otras especies: el león, inevitable. El rinoceronte en sus diversas subespecies, tan imponente. Corretean las cebras más raras, los leopardos con el retroceso de sus dominios. Hay sitio para el hipopotamo y el por qué de su mala prensa. Está el muy misterioso pangolin por las leyendas que se le asocian, especie en situación crítica. Pero también la hiena, otro precioso animal, inteligente e injustamente maltratado en el imaginario colectivo. Cabe decir lo infantiles que somos adjudicando un carácter bondadoso o perverso solo por lo que una vez nos contó Disney o un documental poco riguroso. A través de las muchas conversaciones del autor con conservacionistas de distintos parques y reservas te das cuenta de lo frágil que se ha vuelto el ecosistema que sostenía la vida de estos poderosos animales. La presión demográfica y la caza brutal para satisfacer el mercado internacional, sobre todo chino y vietnamita son los que estan dando el tiro de gracias a estos animales. Te hablan del valor intrínseco de cada animal, de la maravilla que es tenerlos en estado salvaje para observarlos. En realidad son una joya, cada reserva es como una mina de diamantes con patas, con alas, con hojas, etc, que tiene realmente un valor muy-muy elevado en el mercado legal, ya no digamos en el ilegal. 

Pero es que, además de esto, están los guardas de estos refugios de vida animal que andan rescatando animales de trampas, haciendo de escuchas en las poblaciones aledañas para saber quien esta dispuesto a jugarse la vida por cobrarse un animal protegido y persuadir para que eso no ocurra. Son gente con preparación militar, porque se enfrentan a gente muy preparada y organizada. Y los dueños de las reservas privadas hacen verdaderos esfuerzos por sacar adelante esta simbiosis de negocio y vida salvaje. Hay espacio también para la rehabilitación de animales heridos, o para la lucha por el agua en la desértica Somalia entre animales y hombres.

No se trata, por tanto, de conocer las costumbres de una jirafa cuando el autor se interesa por ella en una ONG que trata su supervivencia, no va de etología principalmente sino de cómo han venido disminuyendo su número de forma alarmante en unos países más que en otros, que se hace por revertir la situación en cada lugar y las perspectivas de futuro. En cuanto a esto último, el futuro, para estos conservacionistas, en un negocio que mueve tanto dinero, va del gris al negro.

Otro aspecto que ofrece el libro es el impacto que tienen los parques y reservas en las poblaciones autóctonas y, de paso, contar alguna historia del lugar que explique la singularidad por la que se conoce a ciertas regiones de África. Por ejemplo, en Namibia se explica la relación del colonialismo alemán con el genocidio hacia los judíos unas décadas después; la relación es directa. También esta relación de capítulos sirve para comparar la gestión entre países: por ejemplo, Namibia sale mejor parado que Sudáfrica, y el porqué. Son aspectos muy interesantes que nos hablan de esta parte del continente tan infantilizado por películas y ciertos libros, o condenado directamente por las perturbadoras noticias que siempre se nos ofrecen a los ciudadanos del primer mundo.

lunes, 3 de julio de 2023

UN PASEO POR LA SOMBRA, de Doris Lessing

UN PASEO POR LA SOMBRA, de Doris Lessing 

Después de la primera parte, ya sabemos que la vida de Doris no fue fácil sino problemática y que, cumplidos los 30 años, no es que la pillara un torbellino, es que ella era el torbellino. Tiene pinta de buena persona pero cascarrabias, y de las que no se mienten ni traicionan, sino que es tirando a insumisa del discurso oficial de turno.
Doris empieza su segunda parte de las memorias llegando a Londres en barco, con su hijo Peter, el que tuvo con Gottfried, y una maleta de libros y poco más.

Temas, porque todo son recuerdos en torno a temas: el matrimonio, relaciones hombre mujer en general, relación hija y madre, la viabilidad del comunismo... con ella tenemos otra vacuna a nivel personal contra los que añoran el mundo soviético. Ella era otra escarmentada de aquel imperio que llegó a conocer en un viaje que por si solo merecía capítulo aparte. Lo peor del comunismo es que era preso de la URSS. Aquí Doris confiesa que va a estar hablando un rato de la política de esa época. Hay un momento que se pregunta  "¿Qué más hice que no habría hecho nunca si no hubiera sido comunista?" Algo tedioso, falso y, en una ocasión en la embajada soviética, amedrentador por parte de los funcionarios soviéticos. "Todo lo relacionado con el Partido era siniestro y deprimente, y no solo porque me encontrase en mi posición falsa de siempre."

Más temas contra los que embiste: el mundo editorial, y esos editores que no tienen tiempo para leer o que, simplemente, no tiene la lectura como una una actividad digna de su tiempo personal; contra los concursos, contra las firmas de libros, contra los conglomerados editoriales. Los hábitos propios de escritura, el poco dinero que le daban sus libros hasta el punto de no tener que comprar para comer algunos días. Era divorciada, madre soltera y mujer casi sin trabajo regular. Y para colmo comunista. Si ahora es aún difícil, entonces mucho más. Una situación que fue aliviada con el apoyo de algunas amistades, y ciertos viajes, como uno que describe por la España de los años 50. Década dura, incluido el sentimiento de abandono por un gran amor, el primero tras dos matrimonios, que la deja.

Otro tema es el cambio de hábitos sociales desde final de los 40 con la introducción de la TV, la desaparición de barriadas antiguas, cambios de costumbres con la llegada de inmigrantes, el ateísmo influencia del comunismo, la gran pobreza que acompañó al fin de la guerra y el periodo de racionamiento. Incide en el cambio del feminismo de su época si lo compara con el de los años 90, mucho más extremo (otra opinión que divide a partes iguales hasta el día de hoy). Con relación a un viaje a su tierra casi natal, Rodhesia del Sur, entramos en el tema del final del colonialismo vivido allí con ansiedad por la creciente violencia, por ser expulsada de Sudáfrica y por la cantidad de futuros líderes de los nuevos países a punto de formarse, todos amigos al principio pero que pasaron a ser asesinos o asesinados. Un recuerdo casi traumático. Una fecha para estas cosas sería 1956, año de muchas efemérides mundiales. Posteriormente llegarán las manifestaciones por el Desarme Nuclear, las insidias políticas dentro del movimiento que no dejan bien parado a Bertrand Russell.

Caen muchas reflexiones acerca de Canta la hierba, y los siguientes libros. De donde vienen aquellas ideas, aquellos personajes. Descubre París, el psicoanálisis, su temprana afición por la ciencia ficción  (algo que muchos no comprendimos y algunos no perdonaron). Hace crítica de su propio trabajo, prefiere unos relatos a otros, califica de malograda alguna novela, y explica algunos aspectos de otras que le gustan, como Al final de la tormenta,  o La buena terrorista. No así de Retreat to innocence. Llegando al final del libro, entramos en la génesis y significado de la obra más influyente de Lessing, El cuaderno dorado. Allí se anuda toda su vida hasta el momento en cuanto a vivencias amorosas e ideas intelectuales. Tal vez todo este segundo volumen de memorias fluyera hacia esta obra de principios de los 60. Es una ruptura total y formal con el pasado, una ventana nueva que intentaba superar ideologías frustradas también a nivel emocional por cuanto aparecía en el ambiente un cambio sustancial del materialismo dialéctico a unas ideas más próximas a la realidad. Una realidad que no excluía una dimensión más espiritual de la persona, llámese eso como se llame. Es curioso como Lessing indica que, al no dar importancia la gente madura a la dimensión espiritual del hombre, la gente más joven por ellos educada abrazó en masa esa misma sensibilidad por lo espiritual a lo largo de los 60. Estas vías de nuevo conocimiento, en el polo opuesto del comunismo, eran las regiones y filosofías orientales.
 
En contraste con el primer tomo, el exotismo viene dado por viajes a la URSS, a Francia, España y otros países, así como la amistad con gente más o menos conocida. El resto es la vida londinense en continua transformación y sus detalles propios como sus paseos nocturnos a solas, en una época sin peligros, o así lo vivía. La vida con un gato, con sus amantes, con su hijo. La nueva casa que se compró muy barata, su forma de subsistir independiente y solo de la escritura... 
 
Este libro es menos introspectivo en general que el anterior Dentro de mi, y más anecdótico. Analítica, práctica y sensata, desmenuza las relaciones de pareja más importantes y duraderas de aquellos años como lo hace con todo: acumular experiencia y pensarla te hace separar el grano de la paja: lo que dolió, lo que comprendió, lo que  disfrutó. Eso son sus libros.