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viernes, 30 de junio de 2023

LAS MONTAÑAS DE LA LUNA, de Richard Burton

LAS MONTAÑAS DE LA LUNA, de Richard Burton

Burton, en 1857, se puso al frente de una expedición de la Sociedad Geográfica Británica para consignar un recuento de las cosas que se podían conseguir "de alguna manera", como por ejemplo comerciando. Un montón de porteadores negros y solo dos europeos, él y el capitán Speke, en un pedazo de planeta donde no había aparecido gente de ese color que la inmensa mayoría de sus habitantes vieran hasta entonces. Se trataba de hacerlo no ya cerca de la costa, que es lo fácil. Querían llegar al interior continente, como siempre lo habían hecho las caravanas de árabes. Por eso mismo, y siguiendo la ruta de esta gente, se encontraron con muchas de ellas. El autor reporta estos encuentros como los más civilizados en general, en detrimento de las tribus africanas y el paisaje generalmente incómodo y salvaje que atraviesan. Pero también se detenía a describir la magia de un instante en la selva, o el final de la jornada lleno de fogatas de porteadores al raso de la noche, o la primera vez que vio el lago Tanganika, creo que son los pasajes más interesantes. El estilo es el típico de las memorias que suelo leer de esta gente, entre simple y monótono a veces, siempre haciendo recuento de cosas vistas, como si el consignar lo que ocurrió simplemente evitara el aburrimiento por momentos del lector que era yo. Tal vez en el siglo XIX fuera así. 
Todo lo que escruta el ojo de Burton recibe una nota según sus valores ingleses: un negro vestido es un negro civilizado, pero sus labios si son gruesos expresan su naturaleza salvaje. Lo dice él al final del capítulo VII. Llegado a la Tierra de la Luna, hay un montón de ribetes de desprecio hacia sus habitantes, y cuando se les cita por algo honorable es por ser mansos como animales de carga. De los árabes crítica principalmente que posean esclavos, pero él mismo los alquila para su uso. 

No sé hasta qué punto es acertado titular Las montañas de la Luna a lo que visita Burton cuando después él se refiere constantemente a La tierra de la luna. A veces se aduce que son las montañas Rwenzori, pero tengo claro que Burton no las visitó, quedan más al norte.

También estaba el capitán Speke, pero apenas lo nombra salvo para decir que estaba enfermo y poco más. Burton también pasó lo suyo, pero su voz es la omnipresente. 

Llegó hasta Ujidji, en la costa del Tanganica, un centro importante de comercio de esclavos. Intento descubrir las fuentes del Nilo allí, lo típico entre los exploradores de la época en aquella región del mundo, cosa que no pudo, pero al menos describió lo que vio y entendió. A veces pienso que estas descripciones y reflexiones que hace Burton dicen mas de el como ciudadano ingles del siglo XIX que de los negros que visita. Para muchos habitantes, él era su primer blanco. De vuelta a Zanzibar por el mismo camino, el capitán Speke dedico unos días a descubrir el lago Nyanza (o Victoria). En Zanzibar describe la vida general de los negros del este de África tal y como los había visto, con especial atención a cuestiones como la caza, el atuendo,  la vida social y... sobretodo, la extensa opinión que el hombre negro le merece en general, y aún más en comparación con árabes, egipcios, bereberes e hindúes, por no hablar de ingleses: lo más suave que se puede decir de Burton es su actitud generosamente paternalista con ellos. Lo peor que se puede interpretar de su arenga a sus compatriotas es que el negro es y será siempre inferior ellos, y que necesitan ser instruidos en su propio beneficio si se dejan, porque su naturaleza propia no es buena.

A base de leer textos como este, he tenido la impresión desde hace años de que el típico racismo nazi, tan vilipendiado siempre, tuvo su origen no en Hitler o en cuatro iluminados germánicos, sino en estos ingleses que les antecedieron. Gente que miraba el mundo por encima del hombro, que se dedicaban a rebajar al resto de la humanidad sin pararse a pensar en sus propias miserias. No hacia falta viajar, en pleno siglo XIX, al corazón del África negra para estudiar los efectos de la riqueza, de aquellos aristócratas y burgueses ingleses, sobre las clases desfavorecida por un capitalismo sin trabas ni límites, un imperio británico empujado por la revolución industrial. Tal vez a Burton y a unos cuantos más se le hubieran bajado los humos.

martes, 27 de junio de 2023

EL ASNO DE ORO, de Apuleyo

EL ASNO DE ORO, de Apuleyo

Si Apuleyo decía de si mismo que no se avergonzaba de ser mitad númida, mitad gétulo (había nacido en lo que ahora es Argelia),  tampoco habría de hacerlo un tal Lucio por convertirse en una Asno por una temporada. Por eso también se la llama La Metamorfosis. El autor romano fue un orador y filósofo famoso en vida, y en tiempos de San Agustín se lo tuvo también por hechicero y demonólogo, y aun asi, muy leído. La presente novela fue escrita en la década entre 170 y 180, la época dorada del Imperio Romano y en ella aparece reflejada un hecho fantástico, la conversión de un ciudadano romano normal, en un asno por culpa de una esclava de la que se enamora y por su  curiosidad hacia la magia. A partir de esta situación se suceden diversos capítulos en el ámbito del pueblo más llano de la época. No hay héroes sino hortelanos, ladrones, artesanos, niños, viejos, esclavos... ese es el ambiente que se nos ofrece, el elemento fantástico introducido en la vida dura de la plebe. Una forma de que los ciudadanosromanosse interesen por los mas desfavorecidos con los que conviven. Un mundo duro, de trabajos, golpes, engaños varios, todo desde la perspectiva del asno que es quien nos lo cuenta siempre temblando por su vida. Estas sucesión de aventuras ingeniosas recuerda a las escenas picarescas de Quevedo de algún modo. El último capítulo, en cambio, da un giro de 180° e introduce la religión, en concreto el culto a Isis, como la guía salvadora de su vida: la diosa le devuelve la humanidad completa, vuelve a ser Lucio, y un romano devoto y consagrado a su culto para siempre, borrando el error de sus escarceos con la magia. Tesalia, donde ocurren estas cosas, era conocida como una tierra de brujas. 

Al conservar la inteligencia humana y las cualidades sensoriales y físicas del animal, siempre tiene reacciones imprevisibles, lo que da mucho juego al relato de principio a fin.

La traducción de un latín, en este caso una variante propia del norte de África, es bastante interesante porque no nos distancia como lectores del relato, sino que se ha tratado de salvaguardar muchos de los rasgos estilísticos de Apuleyo sin que eso ocurra: se lee muy bien. Es la primera novela latina conservada al completo, y se la tenía en su época como perteneciente a un género un poco chabacano. Apuleyo se basó en escritos de otros para hacer algo que divirtiera y diera que pensar a sus paisanos. No se si alguna vez creyó llegar tan lejos. 

Otra cosa es la interpretación de los hechos que narra. Por un lado, se pone en duda nuestra visión antropocéntrica hasta el extremo poniendo a un animal con inteligencia propia de protagonista, y se expone un vínculo más cercano entre animales y hombres. Sería lo contrario de Aristóteles, que dice que sólo el hombre es racional. También se podría entender como la fabulación de la vida de un esclavo en la vida del asno, de manera que este podría quejarse de sus amos sin temor como hiciera Esopo ya en el siglo VI a.C. De esta manera, todo lo malo que le pasa al asno es como la forma en que vive el esclavo: apaleado, mal nutrido, vendido, sobrecargado de trabajo, castrado (aquí se libra por poco), etc. Pero también podría servir como denuncia del maltrato animal, alegando que ellos también sienten, piensan y sufren. Hay cosas que nos unen con ellos, no somos tan distintos. Así que vemos un discurso capaz de atravesar milenios de historia y pensamientos distintos hasta nuestros días manteniendo todavía un gran valor. A esta idea contribuyen la traductora con un apéndice para exponer el contexto cultural del relato, lo cual me lleva a tumbar de nuevo esa manía actual del presentismo que todo lo justifica para no tener que pensar demasiado en ello ni entrar en controversias amargas. También lo hace Peter Singer, el editor del libro, en un capítulo final poniendo en duda la superioridad humana sobre la animal al incidir en el maltrato que sufren los animales de granjas industriales: al igual que pasó con la esclavitud, sólo "comprendemos" lo malo del asunto, la vergüenza del maltrato animal, cuando esa actividad económica deja de ser rentable. Ser insensibles al dolor que el sistema económico provoca en los "sin papeles" o cualquier otro explotado laboral es similar a la insensibilidad hacia la explotación animal industrial. 

Adicionalmente, ha sido inspiración de Shakespeare, de Lawrence de Arabia, de Robert Graves y otros. Una buena oportunidad de volver a los clásicos como ellos hicieron. 

lunes, 19 de junio de 2023

EL LIBRO DE LOS LIBROS, de Quint Buchholz

 EL LIBRO DE LOS LIBROS, de Quint Buchholz

Libro sencillo este, comprado en su día como una curiosidad que ocupó mis manos durante unos minutos en una librería: nace cuando un editor alemán envía ilustraciones de este pintor compatriota a otros tantos escritores europeos. Les propone escribir un relato de una o dos páginas a partir de lo que les sugiera el dibujo que les llega, y eso es lo que tenía entre manos aquel dia. Ya sabemos que en las distancias cortas es donde las personas se juegan el talento que guardan. En el caso de este libro, casi todos salen airosos teniendo en cuenta que hay muchos autores de este pequeño libro que no me suenan de nada, y que, en los que conozco, son fácilmente distinguibles sus detalles típicos. Algunos cuentos son diáfanos y fáciles de entender, otros parecen haber elaborado una metafísica a partir de la ilustración por lo cargado de conceptos que están sus cuentos. Pero todos remiten al dibujo de Buchholz, porque del poder de evocación de sus imágenes nace, como hacían las antiguas religiones, una metáfora. La técnica es el puntillismo, y la imaginación del realismo mágico. Es famoso por haber aportado sus dibujos a El mundo de Sofia en su momento, allá por 1995. No se si es muy conocido en el mundo hispano, porque ni siquiera tiene entrada en Wikipedia en español, sino en inglés.

 Cada lector sabrá, entonces, cuál se acerca más a sus alegrías o fantasmas del momento, qué interpretación le abre las puertas de la ilustración elegida.




lunes, 12 de junio de 2023

DENTRO DE MI, de Doris Lessing

DENTRO DE MI, de Doris Lessing


Si algo tiene esta primera parte de su autobiografía (de 1919 a 1950) es una profundidad conseguida con un estilo directo, abierto a todos los lectores, muy fresco pasados los años: esa persona que tiene ganas de contarte cosas ya muy digeridas pero que le siguen importando. Y tiene mucho y variado que contar, casi exótico. Lo más fácil sería resumir su agitada vida como una sucesión de decisiones importantes, a veces contradictorias y otras difíciles de justificar. Y ya sería un libro bueno. Si este libro es aún más admirable es por la profundidad del análisis en los momentos críticos por los que pasa: podríamos dividirlos en bloques temáticos. Tenemos el análisis de las relaciones con su familia, especialmente con su madre, algo menos con su padre minusválido. Está el tema de por qué hacerse comunista y la impostura que conlleva hasta salirse de ese orden mental. Está el tema de las relaciones de pareja, y el abandono de los hijos del primer matrimonio. O el mismo tema de la torpe educación que recibían nada más tenerlos, la misma que ella recibió, y de la que trató de escapar con su tercer retoño, Peter, hijo de Gottfried. El mismo libro comienza con una reflexión sobre la importancia de nuestra memoria, la que repasa y digiere los acontecimientos que nos fueron ocurriendo, y da mucho que pensar. Una de las cosas que hace a lo largo de este y del siguiente volumen de memorias es contrastar sus recuerdos con los de otras personas, y el resultado es imprevisible porque muchas veces esas otras personas recuerdan un mismo acontecimiento de distinta manera. La memoria es, sin duda un tema difícil, pero Lessing no lo soslaya: esa es la esencia de la autora, que por difícil que sea algo, no le aparta la mirada.
el dia del premio nobel

Está la sexualidad contada con libertad y franqueza... sus líos amorosos con personas a veces poco adecuadas, según ella y visto en la distancia, pero que no podía ser de otra forma con aquellos ingredientes vitales. Vamos, que se expone a la crítica e incluso daría la razón a quienes venenosamente la han criticado desde siempre. Parece airear sus propios trapos sucios sin pudor, pero como un agua pasada de la que ya ha aprendido, y no como una revelación de secretos. Al hilo de tantas cuestiones como pueden salir en la autobiografía de cualquiera, se prodigan reflexiones concretas e interesantes sobre temas muy variados, como por ejemplo la influencia negativa de la música en nuestras vidas, una observación muy curiosa se acepte o no, vista desde un peculiar punto de vista (final del capítulo 18). Es un ejemplo de la singularidad de estas páginas. Y esa reflexión sobre lo que ha aprendido en la vida después de exponerse tanto a ella, es lo más valioso y significativo del libro.
Al final de los años en Rhodesia (actual Zimbabue, y Salisbury ahora es la capital Harare), donde acontece todo el libro, el grupo de comunistas se diluyó porque muchos se fueron a otro lugar, muchos abandonaron y muchos se metieron por vías más místicas o espirituales. Después de tanta acción y tanta verborrea, lo mejor que hicieron por los negros fue dejarles libros, según ella. El resto da risa visto en retrospectiva, puede que incluso para ella, aunque en su propia formación fueran experiencias importantes de las que aprender, como nos pasa a todos en la vida: y eso se refleja en otro de sus temas preferidos, el anticolonialismo. Al final, lo único sincero por lo que aspiraban todos estos blancos bienintencionados era... por escapar a Londres. Y ahí acaba esta primera parte de su autobiografía. Tras la llegada a Inglaterra, donde comienza el segundo tomo, ya sabrán que tampoco allí todo es fantástico, ni mucho menos. Pero los años 48-49, confiesa, son los peores de su vida: en proceso de divorcio con Gottfried, desencanto con el comunismo, remordimientos por abandonar a sus dos hijos en manos de su primer marido, el primer libro Canta la hierba que no arranca. Y la madre que es como un grano en el culo. El horizonte cerrado de un lugar exprimido hace tiempo, Salisbury (Rhodesia). El libro acaba con un sentimiento de amargura y cierto rencor. Y un adelanto de cómo empezó su vida en Londres: ser comunista y hacerse amiga de judías expulsadas de la Alemania comunista por motivos raciales fue otra lección de vida. La primera en un mundo nuevo, el mundo que había ido a buscar. Un mundo de refugiados como ella. 
Por otra parte, su vida avanza con los relatos y novelas que va publicando, de manera que nos muestra el origen de esas obras, su inspiración y el modelo real que tuvieron algunos de sus personajes de ficción. Todo un detalle. 
Una conferencia muy interesante en youtube, aunque tambien esta en Ivoox por si solo quereis escucharla: https://www.youtube.com/watch?v=ZOZObKOU-ig&ab_channel=FUNDACI%C3%93NJUANMARCH

miércoles, 7 de junio de 2023

LA VIDA SIMPLE, de Sylvain Tesson

LA VIDA SIMPLE, de Sylvain Tesson


A comienzos de febrero de 2010 Sylvain fue llevado en camión hasta una cabaña de madera de 3x3 metros de superficie en la orilla oeste del lago Baikal. Se ve que le tenía echado el ojo hacía años al lugar. Y se pega alli 6 meses como un experimento de abstemio, pero no de vodka, sino de noticias, de pantallas, de cualquier tecnología, de ruidos, de comodidades. Se chupó todo el frío del mundo, de los -35ºC hasta el comienzo del verano.
A veces se compara con un ermitaño, pero uno de esos lo es de por vida o por muchos años al menos, Tesson no llega a tanto, por lo que me parecen un poco pretencioso llegar a tantas conclusiones e ideas cuando ya tienes comprado el billete de vuelta. Pero a él le vale. La gracia del libro está en fijarse en esas cosas que, habitualmente cuando paseas o viajas, detectas que están ahí  pero no tienes tiempo para detenerte en ellas: unas huellas, el bosque que se dobla bajo el viento, las estrellas sobre el espejo del lago, etc. Tesson se buscó el tiempo y el lugar para hacerlo (y una buena provisión de vodka, puros y libros)

Escritura a base de sentencias y aforismos continuos. El comienzo es deliberadamente semejante a Walden como una declaración de intenciones. Interesado en las transformaciones que sufre en su cuerpo, en los motivos de interés dentro de una cabaña solitaria (su aislamiento, por ejemplo), en lo que pasa al otro lado de la ventana... así pasa febrero, el primer mes, cuando los camiones ruedan sobre la superficie helada del Baikal sin miedo. Me recordó a otro libro, con menos poesía y algo más de actividad: Un invierno en Indian Creek. Es un mundo limitado y previsible: el lago enfrente, el bosque y detrás las montañas de 2000 m. Después las visitas esporádicas de vecinos rusos con el carácter que les propio según todos los tópicos que les añade Tesson, el deshielo, la ventisca, los libros que lee, subir una cima, descubrir una cascada helada, abrir un agujero en el hielo para pescar, o hacerlo en verano desde un kayak, el eterno paisaje de nieve o de liquen, siempre de cedros.... todo ello le va configurando como ser solo por el contacto, la visión de todo esto, y no por una síntesis de ello a distancia que es, en el mejor de los casos, lo que hubiera recibido de la taiga siberiana en la ciudad. Hace de esta simplificación de la vida a lo largo de este año un experimento estoico del que desgrana impresiones e ideas sencillas del buen vivir en armonía consigo mismo y con la naturaleza.

Muchas de sus salidas de la cabaña son para visitar a vecinos, gente al mando de una estación meteorológica o guarda forestal.

En mi opinión, es muy subjetivo y personal, y no tiene porque ser algo común a todos los que se planteen una experiencia semejante. Pero así como es muy clásico en gustos y espíritu, se hace fácil imaginar cada día que describe por cómo lo cuenta. 

Una de las bases de la narrativa está en su biblioteca de lectura para los 6 meses. De ellas saca numerosas reflexiones a lo largo del libro. Le sirven para divagar o para ensoñaciones o para aplicarlo a su realidad siberiana, el silencio y la soledad eremita junto a la gran expresividad del paisaje natural y salvaje. 
Se lee fácil, y sobre todo, perdura la emoción hacia la naturaleza e incluso sube unos grados conforme se acerca la despedida. Tiene una pelicula, un documental y un comic basados en el libro, que en frances tiene un titulo bien diferente: Dans les forêts de Sibérie

NADA MAS, de Margueritte Duras

NADA MÁS, de Marguerite Duras


Lo último que escribió Duras fue este libro, un diario escrito entre 1994 y el 1996, reflejando una conversación con su secretario y amante Yann, que es en realidad un breve monólogo dirigido a él con todas sus obsesiones. 
En realidad, para un lector poco avezado en su literatura, el de Duras es un texto hermético de narices, lleno de soledad y dolor. Como una aproximación literaria a su muerte, paralelamente a cómo se iba muriendo ella. En cuanto a morir, lo hizo unas horas después de la última entrada del diario. Por suerte, después viene un análisis de Valentín Roma muy esclarecedor de todas esas oscuras entradas del dietario. Ahí entra la relación íntima de este texto con sus novelas anteriores y con su producción cinematográficos, ambas extensas. Es un por qué dice lo dice y qué significa eso que dice a la luz de como lo contó anteriormente. Nada mas es la desnudez desgarradora e intima de esta mujer, sin los artificios de antes. De alguna manera, impresiona como un entierro.
Finalmente, la traductora también aporta su visión de la obra como buena conocedora.
El resultado me ha parecido excelente, si la obra general de Duras fuera un cuerpo humano, Nada más constituiría el armazón que ha sostenido todos estos años una producción llena de gracia, belleza e ideas. Su obra estaría despojada de adornos hasta quedar solo lo indispensable, el esqueleto capaz de sustentar por sí sólo todos aquellos adornos. Es puro Marguerite Duras.

lunes, 5 de junio de 2023

LA TIERRA QUE VIO NACER EL BLUES, de Alan Lomax

LA TIERRA QUE VIO NACER EL BLUES, Alan Lomax



El blues legendario es una música que anuda en sus expresión un montón de sentimientos, historias de crímenes, humillaciones, erotismo, hambre de sexo, esperanzas, trabajos mal pagados, violaciones... es una cultura segregada de EEUU por sus orígenes africanos, y de una riqueza mucho mayor de la que imaginamos escuchando un disco cualquiera. Empezando por eliminar malentedidos: el blues original de verdad no es Eric Clapton y compañía. Es una expresión de un pueblo oprimido. El libro empieza y acaba igual, con un Lomax, un joven blanco de Texas, sabio como pocos en su género, tratado como cualquier aparcero negro a empujones por la policía cuando lo encontraban en ambientes de negros buscando músicos de blues. Eso es el sentimiento del blues.

Este libro está muy por encima de películas y documentales típicos sobre el blues por dos motivos al menos (recuerdo la saga de Martin Scorsese): esta alejado de un intento comercial de dar a conocer el blues, por lo que este libro hila muy fino, y se nota la mano de un etnomusicólogo como Lomax: por ejemplo, explica donde están las similitudes entre el blues y los ritmos de África en cuanto a música y baile. Y por otro lado, presta mucha atención a las situaciones sociales y económicas de las que nace el blues, tanto el legendario de las plantaciones como el posterior. Si tuviera que elegir páginas de este libro, diría que los dos últimos capítulos son fabulosos en este aspecto, y demoledores. La conversación entre Memphis Slim y Big Bill Broonzy, incluso tal como acabó aquella sesión en New York el año 1948, lo dice todo.
JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ AFILADOR E CAPADOR DE PORCOS E ALAN  LOMAX
Jose Maria Rodriguez, capador de cerdos
 y afilador, y Alan Lomax, en Ourense, Galicia


Es tal el conocimiento que tiene Lomax de los orígenes blues que fácilmente se nos plantean algunas dudas sobre la idea habitual que todos los fans del género guardamos: ¿el blues más popular guarda relación con el blues original? ¿Qué han sacrificado el rock'n'roll y otros derivados del blues para llegar a una amplia multitud? ¿Se puede encontrar en fenómenos de masas alguna originalidad concreta? ¿O es que la mejor música, la más trabajada y original, se encuentra fuera de las listas de éxitos? ¿Hay vida musical fuera de Spotify? Creo que una de las grandes cuestiones que plantea un estudioso del tema como es Lomax es esta: la pérdida de originalidad, y de riqueza de matices en favor de una homogeneización global de la música. La reconversión en una industria de masas para obtener éxitos repetitivos.

Si vamos capitulo tras capitulo, asistimos a los viajes de Lomax por el Delta del Mississipi. Un viaje buscando las esencias del Blues, la tristeza original y la nostalgia de algo mejor. Tiene la suficiente cultura folclórica y musical como para comparar el blues con ritmos de Nigeria o el cante hondo español porque recorrió muchos países haciendo grabaciones y estudios, recorrió España en los 50 y llegó a lugares como Yebra de Basa, en el Pirineo. Es el tipo que nos ha regalado una comprensión de esta cultura que hasta muchos profesionales de EEUU han olvidado por la simpleza de la globalización,  por la influencia de la cultura anglosajona y por el mismo correr de las generaciones.

Lomax se metía  por ambientes musicales del sur buscando un puñado de músicos aventajados. De allí salían canciones grabadas en acetato y aluminios, la descripción de nuevos estilos de baile como el ragtime o los ritmos musicales como el gospel, y también interesantes historias humanas de esta gente humillada y ninguneada por las autoridades. Todavía no he visto película con la sinceridad y el conocimiento al detalle de estas páginas.

Hay muchas historias particulares que llegan en las reuniones con negros a los oídos de Lomax y que él recuerda, al escribir este libro en los 90, con la ayuda de los discos donde quedaron grabadas esas historias personales que van saliendo en las reuniones. Es una historia típica, casi un género aparte, la de los reverendos, los ministros de alguna iglesia y los chistes sobre su apetito sexual desaforado, por ejemplo. Pero también cómo se convirtieron en organizadores de la masa social e interlocutores con las autoridades blancas, al estilo Martin Luther King generaciones después. Lo normal en cada capítulo es describir el ambiente de la grabación, presentar a los protagonistas, y describir cómo vivieron ellos por entonces, o los recuerdos de lo que les contaron a ellos de jóvenes sus amigos y parientes. Y luego la grabación con la transcripción de las letras en ingles y español, y su sentido. Son recuerdos que se remontan al periodo de la esclavitud y la emancipación. 

Sobre cómo ellos recuerdan la decadencia de los antiguos espirituales negros, las canciones de emancipación y otras donde todas las voces, mejores y peores, tenían valor propio al cantar, no como ocurrió con otros estilos como el gospel, donde priman los valores individuales sobre los de grupo, y ya no todos tienen el mismo valor al cantar, y a demás deben hacerlo de una manera concreta.

Años en los que el Sur estaba precintado a las observaciones y críticas del exterior. Un tiempo en que grabar el trato que describían los negros era tan subversivo para las autoridades sureñas que te jugabas la vida si te pillaban. 

El cuarto capítulo trata del trabajo de los negros en los paquebotes del Mississipi cargando balas de algodón, y de los trabajadores de mantenimiento ferroviario. Acaba con un mulato y sus canciones del Delta, un tipo que cuenta que hay cosas peores que ser un negro, como es ser un blanco muy pobre. A esos no los quiere nadie.

El quinto capítulo es bastante duro, pues describe la vida durante la construcción y mantenimiento de los diques en el Mississipi. Fue uno de los últimos lugares del "far west", allí donde no llegaban los agentes de la ley ni se los esperaba. El contratista, el capataz y los ayudantes de este, pistoleros, enterraron a los muertos en el mismo tajo. Un lugar muy duro, tanto que sus canciones son auténticos blues de lamento. 

El sexto habla de las canciones en los Hills, las montañas de Mississipi, con las baladas sobre negros malos, esos negros ladrones y violentos con los de su raza, pero protegidos por los blancos. Nos hace entender el éxito de Louis Armstrong cuando un negro se hace un piano de caña y la toca en su choza, y lo mismo con el arte de Son House o Muddy Waters, o el baile de Elvis Presley. Describe una noche de fiesta negra como una "casi" orgia de sensualidad y tambores. Es un capítulo con recuerdos que llegan hasta 1978, lo que le sirve para comparar el rock y otros estilos musicales con sus orígenes. Es un capítulo con menos anécdotas personales y mucha, mucha técnica musical. Y unos cuantos palos a la influencia del rock, de la mano de famosos solistas incluido Eric Clapton, sobre el auténtico blues hasta hacerlo caer en el olvido. 

El capítulo 8 nos habla de la vida que llevaban los bluesmen en general y de algunos músicos en particular, su origen pero también su originalidad, como un intento de recuperar la huella de los músicos auténticos que han sido olvidados por las posteriores estrellas del blues y el rock comercial. El más conocido, Muddy Waters, pero también Jack Owens o Sam Chatmon (todavía con el apellido de la última familia sureña esclavista que poseyó a sus abuelos), en entrevista y grabaciones con ellos

El capítulo dedicado a Big Bill Broonzy es el que, en conjunto de principio a fin, más me ha gustado. Es una entrevista a este grande del blues en los años 40, nieto de una esclava, con sus recuerdos del Delta donde se crío y su salto a Chicago, donde la música se racionalizo a través de la industria y se igualaron las canciones unas a otras. Aquí Old Bill da su opinión sobre la pérdida de lo mejor del blues.

El último capítulo proviene de una entrevista grabada en 1947, y que se publicó un año después sin el nombre de los protagonistas. En una reedición posterior, en 1990, se dijo quienes eran esos dos músicos: Memphis Slim y Big Bill Broonzy. Se pudo hacer porque ya estaban muertos... no digo más.