VIAJE AL SILENCIO, de Francisco López Seivane
Si algo puede caracterizar las grandes estepas, las cordilleras y los caminos perdidos de la Ruta de la Seda, en el corazón polvoriento del continente asiático, es el silencio. Los países, las presuntas democracias exsovieticas que componen el recorrido de este libro, son inmensos dominios tribales todavía Caparazones que encierran muy poca población y muy pocos medios de vida para gente humilde, además de una pérfida corrupción contra el extranjero.
Así que el autor se arma de valor y se planta en medio de esas dificultades. ¿Por qué? Porque la belleza, la soledad y el silencio están allí de una manera particular. Porque las encuentra en las tres madrasas de Samarcanda, en las ruinas de Marguiana, en las murallas de barro de Jiva. Encontrará momentos de profunda emoción en Bujará, transitará por el desierto de Kizilkum buscando una yurta en la llanura o se dará una vuelta por el mercado de Osh olvidado de sí mismo y de sus dificultades. Muchos de estos lugares oscilan entre la impersonal estética soviética y el costumbrismo preservado desde la edad media, incluso dentro de una misma población.
El autor viene explicándonos a lo largo de las páginas, de forma genérica, las vicisitudes históricas de esta región del mundo. En el desierto de Fergana sabremos de las guerrillas islámicas y del circuito comercial de la heroína que los mantiene. Pero también se dejan caer entre hotel y hotel Gengis Kan, Tamerlan, la Ruta de la Seda o los estropicios de Stalin.
Si hay una cosa que no perdona el autor en los viajes, y es que le tomen el pelo. Cuando algo no le gusta, lo deja muy claro y lo enfrenta si puede. El relato comienza en Turkmenistan, continua en Uzbekistan, Kirguistan y finaliza en Kazajistan. Cada vez que cruza una frontera, le esta esperando un guía previamente contratado. Es frecuente que eche pestes de los hoteles, de ciertas costumbres que se mantienen en estos países sin agua caliente, micrófonos en el teléfono de su habitación (¡!), suciedad, policías corruptos, guías que no cumplen su cometido, mujeres que se buscan problemas con las autoridades por acompañarle en alguna excursión, etc. Tanto es así que de Turkmenistan se marchó con ganas llamándolo desagradable y opresivo. Uno de los temas que más le terminan por obsesionar es el de los raptos de mujeres para casarse con ellas, o la continuación de la poligamia amparada en el islam. Llegando a un lugar solitario y montañoso, se encuentra a una mujer de 23 años viviendo en un vagón de tren con sus hijos y a la espera de que regrese el marido tras una temporada de trabajo. Es una mujer raptada.
De los uzbekos resalta la profunda crisis de identidad que arrastran (una mezcla artificial de tribus) y el sistema de control estatal a través de los mahallas. En un encuentro con jóvenes universitarias kirguises conoce las historias de raptos/violaciones y compra/ventas, asi como los paisajes en la cordillera Karakol, la de Tien Shan, y de lagos como el Son Khul y el precioso lago Ysi-Kul. De los kazajos le sorprende el sistema social de clanes y hordas. Es una pena que no se internara más por el Cañón de Charyn, en el Parque Nacional de Altyn-Emel. Hace buenas migas con el cónsul español, que le ayuda a comprender más el lugar entre fiesta y fiesta de flamenco.
Una de las cosas que más aprecio de este libro es que su lectura fluye casi como una novela, y se hace muy entretenida. Tal vez abarcó un espacio inmenso en muy pocos días como para hacernos realmente una idea de lo que hay en cada país, pero para empezar está bien.
Francisco Lopez-Seivane tiene un blog de viajes en la revista Ocho Leguas de El Mundo. Allí le podéis seguir. Ademas os dejo un enlace sobre su biografía Francisco Lopez Seivane en La Casa de la Palabra.
VIAJE AL SILENCIO, de Francisco Lopez Seivane, en Alianza Editorial, año 2004, 325 páginas
El autor viene explicándonos a lo largo de las páginas, de forma genérica, las vicisitudes históricas de esta región del mundo. En el desierto de Fergana sabremos de las guerrillas islámicas y del circuito comercial de la heroína que los mantiene. Pero también se dejan caer entre hotel y hotel Gengis Kan, Tamerlan, la Ruta de la Seda o los estropicios de Stalin.
Bujará |
Mercado de Osh |
De los uzbekos resalta la profunda crisis de identidad que arrastran (una mezcla artificial de tribus) y el sistema de control estatal a través de los mahallas. En un encuentro con jóvenes universitarias kirguises conoce las historias de raptos/violaciones y compra/ventas, asi como los paisajes en la cordillera Karakol, la de Tien Shan, y de lagos como el Son Khul y el precioso lago Ysi-Kul. De los kazajos le sorprende el sistema social de clanes y hordas. Es una pena que no se internara más por el Cañón de Charyn, en el Parque Nacional de Altyn-Emel. Hace buenas migas con el cónsul español, que le ayuda a comprender más el lugar entre fiesta y fiesta de flamenco.
Francisco Lopez-Seivane tiene un blog de viajes en la revista Ocho Leguas de El Mundo. Allí le podéis seguir. Ademas os dejo un enlace sobre su biografía Francisco Lopez Seivane en La Casa de la Palabra.
VIAJE AL SILENCIO, de Francisco Lopez Seivane, en Alianza Editorial, año 2004, 325 páginas