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martes, 26 de mayo de 2020

NEIL GAIMAN

     “Lo único que tienes y que nadie posee eres tú mismo. Tu voz, tu mente, tu historia, tu visión. De modo que escribe y dibuja y construye y juega y baila y vive como solo tú puedes hacerlo”
Neil Gaiman: Descúbrelo

domingo, 24 de mayo de 2020

LOS COMITÉS REVOLUCIONARIOS. TRES PERIODISTAS EN LA REVOLUCIÓN DE ASTURIAS. CRÓNICAS, de Arturo Barea

LOS COMITÉS REVOLUCIONARIOS. TRES PERIODISTAS EN LA REVOLUCIÓN DE ASTURIAS. CRÓNICAS, de Arturo Barea 

    "Pero a los cuatro o cinco días de haberse instalado en los Ayuntamientos o en las Casas del Pueblo los comités revolucionarios hubo un momento de crisis en la revolución. España no secundaba el movimiento; las tropas venían; Oviedo resistía aún. En este instante, el día 11 o el 12, los primitivos Comités revolucionarios se consideraron derrotados e iniciaron la desbandada. Acto seguido apareció en primera fila la fuerza revolucionaria de las juventudes, que tomó de las manos de los viejos dirigentes las riendas del movimiento. Estas juventudes, trabajadas por una propaganda soviética intensísima, conocían al dedillo la casuística de la táctica revolucionaria comunista y, según sus patrones rusos, fielmente seguidos, determinaron que era llegado el momento de salvar la revolución por el terror. Decretaron, pues, el terror, y la primera medida a ponerse en práctica, según sus textos, era el fusilamiento de los rehenes tomados a la burguesía. Tengo la impresión de que así se dispuso, no sé si por una orden superior o por tácito acuerdo de los nuevos comités de cada pueblo. Del 12 al 13 de octubre, si los revolucionarios hubieran sido esos autómatas de la revolución que ellos creían ser, hubieran perecido en Asturias centenares de seres inocentes. Pero, felizmente para España, la calidad de español es todavía más fuerte que ese ciego doctrinarismo marxista que convierte a los hombres en autómatas. Cuando, según rezaba la tabla revolucionaria, los rehenes debían haber sido ejecutados, surgieron unos centenares de revolucionarios en los que fue más fuerte el sentido nacional de lo humano que el sometimiento a una táctica implacable, y se opusieron a que aquellos horrendos crímenes se perpetraran. Conozco detalladamente el curso de este episodio de la revolución en diez o doce pueblos. Los miembros del primer comité luchan con los del segundo comité para salvar la vida de los prisioneros. En todos lo consiguen, menos en uno, en Turón, donde la inhumana sentencia se cumple inexorablemente, y los rehenes —el director de la mina, unos capataces, unos religiosos y unos militares— son fusilados fríamente junto a las tapias del cementerio. He hablado largamente con el sepulturero de Turón.
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    «El día antes —me dice— me llamaron los del Comité y me ordenaron que cavase unas fosas y las tuviese abiertas. Uno es sepulturero y su obligación es cavar las fosas que le manden. Yo estuve cavándolas, como era mi deber y no quise meterme en más. De madrugada vinieron a buscarme a mi casa para que fuese al cementerio con las llaves, abriese y diese sepultura a unos cadáveres. Yo no podía negarme; me mandaban a hacer mi trabajo. Allí, junto a la tapia, estaban los muertos. Los cogí, los enterré y me fui a dormir. Esto es todo»."

viernes, 22 de mayo de 2020

EL SPINOZA DE LA CALLE DEL MERCADO, de Isaac B. Singer

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EL SPINOZA DE LA CALLE DEL MERCADO, de Isaac B. Singer
    "Poseía un pequeño telescopio que había comprado cuando estudiaba en Suiza, y disfrutaba al utilizarlo sobre todo para contemplar la Luna. Llegaba a distinguir claramente sobre la superficie lunar los volcanes bañados en la luz del Sol, así como los oscuros cráteres sumidos en la sombra. No se cansaba de observar esas hendiduras y grietas. Le parecían cercanas y lejanas a la vez, sustanciales e insustanciales. De vez en cuando, veía cómo una estrella fugaz describía un amplio arco atravesando el cielo y desaparecía dejando tras sí una estela de fuego. El doctor Fischelson sabía entonces que un meteorito había alcanzado nuestra atmósfera y quizás algún fragmento no calcinado había caído en el océano o aterrizado en el desierto, o tal vez incluso en alguna región habitada. Lentamente, las estrellas que habían aparecido detrás de su tejado ascendían hasta brillar por encima de las casas, al otro lado de la calle. Sí, cuando el doctor Fischelson miraba a los cielos se hacía consciente de la extensión infinita quesi según Spinoza es uno de los atributos de Dios. Le consolaba pensar que pese a no ser más que un hombre débil e insignificante, una forma cambiante de la absolutamente infinita Sustancia, formaba parte del cosmos, y estaba hecho de la misma materia que los cuerpos celestiales. En la medida en que formaba parte de la divinidad, sabía que no podía ser destruido. En momentos como estos, el doctor Fischelson experimentaba el Amor dei Intellectuali, que según el filósofo de Amsterdam es la más elevada percepción de la mente. Respiraba hondo, levantaba la cabeza todo lo alto que su rígido cuello le permitía y realmente sentía que rotaba en compañía de la Tierra, el Sol, las estrellas, la Vía Láctea y la infinita hueste de galaxias, solo conocidas por el pensamiento infinito. Sus piernas se volvían ligeras, ingrávidas, y sujetaba el marco de la ventana con ambas manos como si temiera perder pie y salir volando hacia la eternidad."

martes, 19 de mayo de 2020

LA CAFETERÍA, de Isaac B Singer

LA CAFETERÍA, de Isaac B Singer 


—Ni siquiera intenta convencerme. La mayor parte de los hombres aquí te acosan y no puedes liberarte de ellos. En Rusia la gente sufría, pero nunca conocí allí tantos locos como en Nueva York. El edificio donde vivo es un manicomio. Mis vecinas son unas lunáticas. Se acusan unas a otras de toda clase de cosas. Cantan, lloran, rompen platos. Una de ellas se tiró por la ventana y se mató. Mantenía relaciones con un muchacho veinte años más joven. En Rusia, el problema era librarse de los piojos; aquí estás rodeado de locura.
Isaac Bashevis Singer and the Lower East Side: Bruce Davidson ...

(...)
...Hace como si le interesara lo que ocurre en el mundo. Sus ideales han desaparecido, aunque todavía mantiene la esperanza en una revolución justa. ¿En qué le podría ayudar una revolución? Yo, por mi parte, nunca he puesto mis esperanzas en un movimiento o un partido. ¿Cómo podemos esperar, cuando todo termina en la muerte? 
—La esperanza es en sí misma una prueba de que no existe la muerte. 
—Sí. Sé que con frecuencia escribe acerca de esto. Para mí, la muerte es el único consuelo. ¿Qué hacen los muertos? ¿Siguen tomando café y comiendo tartaletas de huevo? ¿Siguen leyendo periódicos? Una vida después de la muerte no sería más que una broma.

domingo, 17 de mayo de 2020

STEFAN SWEIG

STEFAN SWEIG

    "Toda sombra es, al fin y al cabo, hija de la luz y solo quien ha conocido la claridad y las tinieblas, la guerra y la paz, el ascenso y la caída, solo este ha vivido de verStefan Zweig, el exilio que terminó en el suicidio de Europadad”.

sábado, 16 de mayo de 2020

HUIDA DE LOS SERBIOS. EN LAS TRINCHERAS, de Gaziel

HUIDA DE LOS SERBIOS. EN LAS TRINCHERAS, de Gaziel

    Los que quedaban de los dos mil campesinos se esparcieron sin rumbo ni guía por las negruras del monte, divididos en pequeños grupos, aterrorizados y exhaustos. Una gran parte pereció en la fuga. Los restantes escalaron las alturas vertiginosas de Kaimatzskalán o las murallas de Vostarani, logrando penetrar en territorio griego. Un centenar de fugitivos son los que esta tarde llegaron a la venta de Kargjetv. Y aquí han hallado, después de tan monstruosas torturas, la noticia que mi compañero acaba de «asestarles» fatalmente, al decirles que el ejército salvador de los aliados, su última esperanza vital, no está en Monastir ni en parte alguna del territorio serbio, sino que se retira hacia Salónica porque le es imposible evitar de momento el sacrificio completo, absoluto, irremediable, de Serbia. 

1916 hoja revista primera guerra mundial refugi - Comprar Revistas ...    Estas son escenas que infunden una congoja indecible, una piedad ilimitada, una tristeza radical y un hastío soberano del mundo. Ninguna, entre las que he presenciado durante el curso de la guerra, me produjo la conmoción de esa horda de lugareños harapientos, medio desnudos, barridos de sus tierras como despojos de basura humana. 

    ¿Qué crimen horrendo han cometido esas gentes? ¿Cuál es su falta imperdonable? ¿Qué mal han hecho?... Nadie en el mundo, a no ser un espíritu torcido y furioso, es capaz de responder con una sola acusación directa a estas preguntas. ¿Se dirá, acaso, que esos hombres son culpables porque son serbios? Conformes. Lleguemos a imaginar que los serbios son culpables de algo. Pero, ¿es que podemos acusar a los miserables lugareños de Murichovo, que jamás salieron de sus riscos, que no saben leer ni escribir, que hablan apenas y que desconocen en absoluto su misma patria, y no han visto más tierra que la de su estrecho horizonte; es que podemos acusarles de ese algo que, por suposición, imaginamos imputable a los serbios in abstracto ? 

    ¿Qué significa la palabra serbio aplicada a esas gentes? ¿Quiere decir que tuvieron ni la más mínima participación en «lo de Sarajevo»; que abrigaban alguna idea rencorosa contra Austria; que estén atacados de furor paneslavista; que son responsables en modo alguno de los actos realizados, sin que ellos se dieran cuenta, por el gobierno serbio; que sean partícipes, cómplices, ni coadyuvantes del más leve y remoto siquiera de los motivos que han provocado la guerra europea? Es evidente que no. Pues, entonces, ¿qué significa la palabra serbio, en este caso? Significa tan sólo que esos lugareños nacieron en territorio serbio, y que hablan el idioma de su país. ¿Y esto es un crimen? ¿Por esto se les ataca y acosa como a fieras, se les degüella, se les arruina y se les expulsa de sus tierras? ¿Acaso dependió de ellos el lugar de su nacimiento? ¿De qué les ha servido esa tierra nefasta, más que de producirles un inmenso infortunio? ¿Y qué uso han hecho de su idioma, como no sea el de emplearlo para expresar toscamente su dolor salvaje? ¿Dónde está la falta? ¿Por qué, pues, el castigo? ¿No estaban ya, por el mero hecho de nacer, bastante «castigados» con su profunda miseria?... 
    Un exceso de ideología y una falta de fraternidad (defectos comunes a los que descuellan sobre el inmenso rebaño humano, por su inteligencia o por su fuerza) nos impulsan a considerar la tierra como un mapa aparcelado, y a poner en cada uno de sus compartimientos sendos letreros orgullosos o simplemente sonoros: ALEMANIA, FRANCIA, INGLATERRA, SERBIA, BULGARIA, RUSIA, TURQUÍA, etc. Cuando nos referimos a las más altas manifestaciones de la aristocracia artística, intelectual o económica, esos motes tienen todavía un sentido, porque a medida que el espíritu se desarrolla y eleva se vuelve más personal y exclusivo, más característico y delimitado. Pero al envolver en esas denominaciones nacionales a la masa impersonal, oscura, eternamente paciente e irresponsable del pueblo, cometemos un error tristísimo, monstruoso e injusto. 

   Llamémosla inglesa, turca, serbia, italiana u holandesa, la turbamulta de los desheredados permanece siempre la misma, sumergida en su miseria, sujeta a todos los males y arrastrada, sin tener arte ni parte, a sufrir todas las calamidades de la vida. Los nombres que le colgamos no son otra cosa que apodos convencionales, conceptos que le vienen sobremanera anchos y que le hacen tremendamente responsable de intereses y luchas que no son suyos. Es como si envolviéramos, con una seriedad sarcástica, a un pordiosero con un manto real. 

    Pero ellos, los que sufren las consecuencias de este inri ideológico, permanecen en realidad constantemente los mismos, cubiertos de llagas, desangrados y ateridos de frío bajo la púrpura imperial; ¡almas jamás redimidas, carnes nunca saciadas, arbustos humildes y feracísimos, sin aroma y sin flor, víctimas de todos los vientos de estrago y locura que devastan de continuo los campos del mundo!

jueves, 14 de mayo de 2020

TYSON POBRE. TODA LA VERDAD, de Mike Tyson

TYSON POBRE. TODA LA VERDAD, de Mike Tyson

 Mike Tyson - Wikipedia, la enciclopedia libre
    Antes de visitar México, llevaba una pesada carga sobre los hombros. Jamás había conocido a nadie más pobre que yo. No podía imaginarme a nadie siendo más pobre de lo que yo había sido. La pobreza que vi ahí me dejó sin palabras. De hecho, aquella gente me dio rabia porque, al ser más pobre que yo, me impedía seguir sintiendo lástima de mí mismo. La vergüenza que me provocaba ser pobre había sido el factor más determinante de mi éxito. Esa vergüenza me causó más daño que cualquier otra cosa en la vida. Muchos de mis problemas tenían su raíz en pensar que se me debían muchas cosas por haber crecido en la miseria. Cus siempre estaba intentando que me trascendiera a mí mismo, que me separara de mi ego, que saliera de mi cabeza. Pero era difícil. Ey, yo merecía ese coche, yo merecía esa mansión, yo merecía esa zorra. Tras unirme a Don, debía poseer los coches de gama más alta determinante de mi éxito. Esa vergüenza me causó más daño que cualquier otra cosa en la vida. Muchos de mis problemas tenían su raíz en pensar que se me debían muchas cosas por haber crecido en la miseria. Cus siempre estaba intentando que me trascendiera a mí mismo, que me separara de mi ego, que saliera de mi cabeza. Pero era difícil. Ey, yo merecía ese coche, yo merecía esa mansión, yo merecía esa zorra. Tras unirme a Don, debía poseer los coches de gama más alta y a montones. Me compraba los mejores Lamborghinis y hasta un Hummer a prueba de balas que había pertenecido a un príncipe saudí. Visitaba la fábrica de Rolls-Royce en Bristol, donde estaban customizándome un Rolls. Cus no hubiera aprobado nada de esto. Consideraba que un tío con un descapotable era un cerdo egoísta. Si nos cruzábamos con un coche bonito, se producía la siguiente secuencia. 
—Gua, qué coche más chulo, Cus —le decía.
—Qué va, ése es un egoísta —decía Cus. 
—¿Por qué es egoísta? —le preguntaba. 
—Conduce un vehículo de dos plazas para no tener que llevar más que a sus amigos. 
Cus era dueño de una furgoneta destartalada en la que cabían hasta doce personas. Así era él.

viernes, 8 de mayo de 2020

LA ORGANIZACION GUERRERA MODERNA. EN LAS TRINCHERAS, de Gaziel

LA ORGANIZACION GUERRERA MODERNA. EN LAS TRINCHERAS, de Gaziel

Félix de Azúa: Gaziel, el regreso de un desconocido    El capitán se mostraba satisfecho. Y en prueba de ello, se ofreció a proseguir sus demostraciones y hasta a hacemos experimentar prácticamente, con la debida cautela y muy despacio, los primeros efectos de la asfixia que se produciría en la mina si se amortiguara la ventilación. Le aseguramos que no había necesidad alguna de tal experiencia, le dimos un millón de gracias por su amabilidad y nuestra palabra de honor de que estábamos convencidos con creces. Con esto terminaron las pruebas y seguimos andando hacia el exterior, hacia la línea de fuego. Nuestro guía, animado por sus éxitos, continuaba hablando y encareciendo con entusiasmo la fúnebre pujanza mortífera de las catacumbas. Iba yo detrás de él, callando y sonriendo, porque tal es mi costumbre cuando no me parece oportuno decir lo que pienso. 
    Sin embargo, los fervores del guía llegaron a tal extremo, fueron tantos sus gestos y encomios que, al fin, no pude contenerme y le dije: «Vamos a ver, mi querido capitán, vamos a ver. ¿Podría usted decirme para qué sirve todo eso?» «¿Qué cosa?», preguntó el guía, extrañado. «Eso, todo lo que usted ha tenido la bondad de mostramos». El capitán se paró para mirarme, como si dudara de que estuviera en mi cabal juicio. «Pues, ¿no lo ha visto usted? —replicó— ¿Es que no entiende usted la lengua francesa?» «Demasiado la entiendo» —dije—. Pero vayamos por partes. ¿Es que las catacumbas sirven para emprender una acción decisiva, que termine la guerra?». «Hombre: ¡eso no!», contestó el capitán. «Perfectamente. ¿Servirán al menos para realizar un gran avance, una ofensiva que modifique esencialmente las posiciones del sector?». «Tampoco —dijo el guía—. Una ofensiva semejante requiere medios más vastos y complicados». «Si es así —repliqué entonces—, ni siquiera sirven las catacumbas para impedir un avance enemigo, pues usted mismo dijo, hace poco, que los alemanes podrían apoderarse de ellas mediante una acción general que las rebasara y aislara». «Es cierto», contestó el capitán. «Pues entonces —añadí— el valor de esta formidable obra es puramente local, limitado, algo así como un simple detalle de la estructura del frente». «No hay duda —afirmó el capitán—. Las catacumbas sirven tan sólo para usos secundarios; pero, en todo caso, son una prueba admirable de organización». 

    No quise saber más. Había ya asomado, por fin, la palabra mágica. ¡Organización, organización! ¿No os parece que esta palabra basta para resumir el horrible estado del mundo? La organización es nuestro fetiche, nuestro tirano, el símbolo y emblema de nuestro tiempo: una organización material desbordante, deforme, excesiva, complicadísima, desproporcionada, que abarca y ahoga todo. El siglo XVI fue el siglo de las luchas religiosas; el XVII, de las rivalidades dinásticas; el XVIII, de la filosofía corrosiva y de la libertad; el XIX, del progreso. El siglo XX es el siglo de la organización. Las mayores enormidades parecen hoy excusarse y hasta justificarse en esa palabra. En los siglos que llamamos bárbaros, se degollaba y esclavizaba a los prisioneros, se pasaban a cuchillo las poblaciones tomadas por asalto, se acogotaba a los vencidos. Y esto nos parece criminal. Pero hoy los hombres se matan a millares, se bombardean las ciudades indefensas, se deporta a los ancianos y a las mujeres. Y esto nos parece justificable. ¿Por qué? Porque se ejecuta organizadamente.

jueves, 7 de mayo de 2020

LA FORTUNA DE LOS QUANDT, DUEÑOS DE BMW. FRANQUISMO S.A, de Antonio Maestre

LA FORTUNA DE LOS QUANDT, DUEÑOS DE BMW. FRANQUISMO S.A, de Antonio Maestre 

Die Quandts | Wirtschaft    "Günther Quandt, un empresario que se unió al partido nazi en 1937 y que llegó a estar casado con Magda Ritschel, la Magda que acabaría siendo la esposa de Joseph Goebbels tras divorciarse del industrial y que serviría de excusa a Quandt para, acabada la guerra, hablar de la enemistad personal que ambos se profesaban. La actual familia Quandt es dueña de la todopoderosa BMW y durante muchos años consiguió ocultar la forma en la que el jerarca de la familia realizó su fortuna, consciente de lo que ocurriría en Alemania si salía a la luz. Un documental llamado El silencio de los Quandt mostró lo que la familia no quería que se supiera. Günther Quandt y su hijo Herbert fueron dos de los industriales más importantes en el suministro del esfuerzo bélico de Hitler utilizando trabajadores esclavos en la fábrica de AFA en Hannover y siendo partícipes del expolio judío hasta el final de la guerra, sobre todo con la apropiación de la fábrica de Henry Pels, en 1937, gracias a las leyes de arianización; los legítimos herederos perecieron, años después, en el campo de exterminio de Kulmhof. La publicación del documental puso en la poderosísima familia una mácula que se habían empeñado en ocultar, y tuvieron que salir a los medios a hacer declaraciones y mostrar lo avergonzados que se sentían de las actitudes de sus familiares más queridos. No hay sanción penal, pero la moral es una pequeña victoria que en España no podemos ni permitirnos.

miércoles, 6 de mayo de 2020

EL POTALA POR PRIMERA VEZ. LA CRUZADA DE HIMMLER, de Christopher Hale

EL POTALA POR PRIMERA VEZ. LA CRUZADA DE HIMMLER, de Christopher Hale
Potala Palace, Lhasa, C.1920-1 Photographic Print by | Art.com
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    "El plan era encontrarse con el comité de recepción cuando el 'sagrado sol arroja la sombra mas corta'. A una distancia de 16 km, mientras subían una loma, divisaron por primera vez el tejado dorado del palacio de Potala, erguido sobre la cima rocosa de la colina que lo sustenta. Fue un momento muy emotivo. Schafer se detuvo y se arrodilló -tanto tiempo como la vergüenza le permitía- para saborear el espectáculo del Vaticano del budismo tibetano. Hoy esta vista ya no existe. La carretera que entra en Lhasa es una amplia autovía china salpicada de anuncios de teléfonos móviles. Al final de la avenida, el Potala queda oculto tras una enorme valla publicitaria".

lunes, 4 de mayo de 2020

PETIRROJO, de Jo Nesbo

PETIRROJO,  de Jo Nesbo


El Búho entre libros: PETIRROJO (JO NESBO) HARRY HOLE - 3
Los cinco miembros de la familia bajaron del tren y, de repente, se quedaron solos en el compartimento. Cuando el tren reemprendió la marcha despacio, Helena se sentó junto a la ventana, aunque no veía gran cosa en la oscuridad, tan sólo la silueta de las casas que se alineaban junto la vía. Él estaba sentado enfrente y estudiaba su rostro con una sonrisa en los labios.

Se os da bien en Austria lo de cegar las ventanas comentó Urías—. No veo ni una sola luz encendida.
Ella suspiró.
Se nos da bien obedecer.

MARIE CURIE

MARIE CURIE

    “Nada en la vida debe ser temido, solamente debe ser comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para poder temer menos”.
Aniversario del Natalicio de Marie Curie - ICES

AJUSTES DE CUENTAS TRAS LA LIBERACIÓN FRANCESA. COMBATIENTES EN LA SOMBRA, de Robert Gildea

AJUSTES DE CUENTAS TRAS LA LIBERACIÓN FRANCESA. COMBATIENTES EN LA SOMBRA, de Robert Gildea

Copia de mujer-francesa-colaboracionista-horizontal-alemanes ...    "La liberación de los campos desencadenó un ajuste de cuentas a medida que los deportados de la resistencia supervivientes, como si de Furias se tratara, regresaron para exigir que se hiciera justicia con quienes los habían delatado. Los malhechores que habían mantenido bajo el perfil se vieron por fin expuestos y cosecharon el fruto de su traición. En mayo de 1946, Germaine Tillion declaró ante un magistrado contra Robert Alesch, el falso cura de Luxemburgo que había delatado a docenas de otros combatientes de la Resistencia, incluida su propia madre y Anise Girard. Había huido a Bélgica pero fue detenido por las autoridades estadounidenses en julio de 1945 y enviado de vuelta a Francia para enfrentarse a la Justicia. Fue condenado a muerte por la Corte de Justicia del Sena el 26 de mayo de 1948 y fue fusilado el 25 de enero de 1949.
El despiadado castigo de la Resistencia francesa a las mujeres que ...    También fue ajusticiado otro traidor que había intentado reinventarse a sí mismo como resistente y soldado: Roland Farjon. La Organisation Civile et Militaire (OCM) quedó devastada en enero de 1945 al descubrir que uno de los cadáveres hallados en las fosas comunes en la fortaleza de Arras, donde habían sido fusilados por los alemanes, era el del coronel Alfred Touny. El 13 y el 14 de julio de 1945, los deportados supervivientes de la OCM declararon ante el comisario de Policía Georges Descroisettes. Cada uno de ellos le contó el relato de su detención y luego que su compañero de presidio Farjon les dijo que los alemanes lo sabían todo y que no tenía ningún sentido no hablar: «Jugamos y perdimos», era su estribillo habitual. Al intercambiar miradas y palabras entre sí, se dieron cuenta de que era un topo y un traidor. Farjon intentó justificarse apelando al líder de la OCM Maxime Blocq-Mascart, pero sin éxito. También intentó ver a De Gaulle, pero el general se negó a recibirle. El 21 de julio de 1945 se arrojó al Sena. En su maletín se encontró una carta dirigida a Blocq-Mascart: «Quiera Dios que tú y mis camaradas de la Resistencia veáis que este suicidio es un acto de valor, pues así estoy actuando».
Segunda Guerra Mundial: Francia afeitó la cabeza de sus mujeres
    Los ajustes de cuentas con resistentes británicos que presuntamente habían cometido delitos fueron mucho menos severos. Cabe decir, en efecto, que el establishment estaba dispuesto a encubrir episodios repelentes de la vida de la Resistencia a fin de conservar la narrativa del heroísmo británico. Cuando Maurice Southgate fue detenido y conducido al Cuartel General de la Gestapo en París, en la avenida Foch, le sorprendió ver al agente del EOE Bob Starr —el hermano menor de George Starr— de ánimo relajado con los alemanes, fumando y charlando con ellos. Se le ocurrió, así como a otros que vieron a Starr allí con ellos, que trabajaba para los alemanes. Más tarde Starr fue deportado a Sachsenhausen como prisionero de guerra, no como espía. Interrogado a su vuelta, objetó que había descodificado mensajes de la BBC que los alemanes ya poseían, y que como artista, dibujó mapas a partir de información de la que ya disponían. No fue procesado ni bajo la Treachery Act de 1940 ni bajo la Army Act de 1901. Entretanto, George Starr fue criticado por su correo, Anne-Marie Walters, a la que había enviado de vuelta a Gran Bretaña. Esta alegó que, en compañía de su guardaespaldas, un ruso que había sido miembro de la Legión Extranjera, de nombre Buresie, «personaje peligroso y sanguinario y también un tanto desequilibrado», Starr había disfrutado torturando a los miembros de la Milicia Francesa capturados: «Mantuvieron los pies de uno de aquellos hombres dentro del fuego durante veinte minutos, hasta que se le consumieron lentamente hasta llegar a las rodillas; otras torturas son demasiado horribles para mencionar siquiera. También se fusiló a bastante gente». Llegados a ese punto, el EOE cerró filas. Cuando Walters solicitó volver a Francia para trabajar para el EOE, Maurice Buckmaster se negó a entrevistarse con ella y más tarde le dijo a su padre que su hija «se había comportado con muy poca cortesía. Es más, la gente chapada a la antigua, como yo, nos sentiríamos inclinados a calificarlo de grosería pura y dura». Ella encontró una nueva salida para sus ambiciones concediendo entrevistas y escribiendo una narración ligeramente novelada de sus aventuras, Moondrop to Gascony. En el ínterin, en febrero de 1945 se reunió una comisión de investigación más bien simbólica para evaluar las alegaciones hechas contra Starr. No se adoptó medida alguna; es más, se le concedió la DSO"

sábado, 2 de mayo de 2020

NIXON HUNDE EL PROYECTO DE LA GRAN SOCIEDAD Y GANA LAS ELECCIONES. HISTORIA DEL NARCOTRÁFICO, de Guillermo Valdes

NIXON HUNDE EL PROYECTO DE LA GRAN SOCIEDAD Y GANA LAS ELECCIONES. HISTORIA DEL NARCOTRÁFICO, de Guillermo Valdes 

El día que Richard Nixon renunció a la presidencia por el caso ...    "...cuando en 1967 uno de estos reportes señaló que en siete años el número de negros arrestados por homicidio se había duplicado. Ése era un dato para que la gente lo tuviera muy presente pues era una imagen muy vendible, como lo eran las imágenes de negros adictos a la heroína. Los homicidios, arrestos, decomisos de droga en los sesenta crecían mucho y con ellos también algunos crímenes asociados con los drogadictos: robos con violencia, robos pequeños, asaltos. Aunque el perfil del heroinómano de los años sesenta era el mismo que el de los cuarenta (hombres mayores de treinta años, no necesariamente negros), la ensalada estaba lista: disturbios callejeros violentos, negros heroinómanos, estadística del crimen en ascenso. Así, en encuestas de 1967, la opinión mayoritaria de los blancos era en el sentido de que los esfuerzos gubernamentales para terminar con la discriminación y desigualdad racial habían llegado muy lejos y estaban fuera de control. Santarelli estaba feliz con esos datos, pues concluyó que parecía que el país se estaba poniendo en contra de la agenda de los demócratas consistente en gasto social y gobierno omnipresente. La intuición de Santarelli consistía en que el crimen era la causa de este cambio en la tendencia. Y para su sorpresa, los demócratas no le prestaron atención al problema.

    El enfoque del gobierno de Johnson y, en especial, el del titular del Departamento de Justicia, Ramsey Clark, fue que el problema era sociológico y económico: el crimen se combate con gasto social para desterrar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los pobres, con viviendas, empleos, servicios médicos, psiquiátricos y terapias familiares. Esa perspectiva de atención al crimen era además la conclusión de una comisión especial creada por el presidente Johnson. A los republicanos esta visión, defendida por el responsable de procurar justicia, les parecía propia de un trabajador social, no de alguien cuya tarea fundamental consistía en perseguir y detener delincuentes. Parecía que Clark predicaba que no tenían toda la culpa los criminales que saqueaban, robaban y asesinaban, sino algo más. En un escrito al Comité Judicial del Congreso, Clark escribió que “el crimen refleja no sólo el carácter de quienes lo cometen, sino el carácter de la sociedad entera (…) lo que los criminales son y lo que han experimentado es producto de la sociedad, de la influencia de ella y de sus antepasados”. Y añadió que no tenía mucho sentido encarcelar individuos hasta que se hubieran examinado por completo las causas últimas de su conducta criminal.
Kissinger y Nixon | El Cohete a la Luna    Eliminar las “causas últimas” (es decir, las condiciones sociales adversas en que viven muchos ciudadanos y que operan como incentivos para delinquir) era el concepto sobre el cual estaba fundada la iniciativa demócrata La Gran Sociedad (el ambicioso proyecto de gasto social en favor de las minorías y los pobres). Santarelli y sus amigos republicanos idearon la manera de atacar a muerte esa iniciativa, pues para ellos La Gran Sociedad era un intento débil, más bien un fracaso rotundo en la prevención del crimen. La plataforma republicana para la contienda electoral de 1968 sería el regreso a la ley y el orden. Y comenzaron a redactar una iniciativa de ley con respecto al crimen, con medidas duras y ejemplares para detener y castigar a los criminales. En 1967 nadie anticipó la guerra contra las drogas, pero la estrategia electoral del Partido Republicano conduciría invariablemente a su invención a un año de la llegada al poder de Nixon. La intención de los republicanos de enterrar La Gran Sociedad pasaba por convencer a los estadounidenses de que la gente es pobre y violenta no por grandes causas estructurales que pueden corregirse de manera general, sino porque son individuos malos que merecen y necesitan disciplina y castigo. En este contexto, el consumo de drogas era el crimen conveniente para concentrar sus esfuerzos. En octubre de 1967 la revista Reader’s Digest publicó un artículo que defendía los puntos de vista de Santarelli: “Nuestros líderes de opinión han ido muy lejos en la promoción de la doctrina de que cuando la ley es violada, la sociedad, no el delincuente, debe ser culpada.” Estados Unidos debe dejar de buscar las últimas causas del crimen e invertir en más policías. El acercamiento al problema del crimen debe ser obtener una retribución “rápida y segura”; la primera respuesta del gobierno debe ser la “fuerza inmediata y decisiva”. Así concluía el artículo, cuyo autor era Richard Nixon, en vísperas de su campaña por la presidencia.

    Así, a fines de 1967 la derecha republicana había encontrado “el” tema de su campaña política: el regreso a la ley y el orden, una vez que identificaron y vincularon conceptualmente (aunque sin evidencia empírica) el incremento de la criminalidad con el uso de heroína y la violencia de la comunidad negra, y luego encontraron el nexo político con el más ambicioso programa social de los demócratas a favor de la igualdad racial y social de las minorías negras y de los trabajadores pobres. Mejor, imposible.

    Sin embargo, para justificar y darle mayor legitimidad a la guerra contra las drogas que pronto entraría en acción, hacía falta otra operación conceptual, política y mediática: primero, equiparar la marihuana con las drogas duras; segundo, vincular el consumo de marihuana con la rebelión y los valores antiestadounidenses, es decir, con el comunismo; y, tercero, vincular el movimiento de la comunidad afroamericana por los derechos civiles con el movimiento antibélico de los jóvenes blancos universitarios y ambos con el uso de las drogas. "

viernes, 1 de mayo de 2020

LA MENTIRA DEL RELATO NEOLIBERAL. FRANQUISMO S.A, de Antonio Maestre

LA MENTIRA DEL RELATO NEOLIBERAL. FRANQUISMO S.A, de Antonio Maestre 

Antonio Maestre atiza a Victoria Prego: "Es de un clasismo ...    La verdadera fortaleza del relato neoliberal sobre la meritocracia, la cultura del esfuerzo y la importancia del factor personal a la hora de alcanzar el éxito en la sociedad es la de sobrevivir y perpetuarse con un relato falsario sobre las riquezas logradas cuando, cada semana, multitud de hechos, noticias, sucesos y declaraciones lo sepultan en la cruda realidad. La clase determina con fuerza tu futuro. Importa dónde naces, importa el dinero que tiene tu familia o el que tienes para pagar los peajes necesarios para lograr el triunfo. Una mentira universal que, en el caso español, tiene unas peculiaridades específicas nacidas de la cultura nacional-católica de la dádiva, el soborno o el pago de peajes.
    Una de esas múltiples noticias que nos intoxican cada día sin dejarnos reflexionar ilustra la clave del triunfo empresarial y social de manera cruda y grotesca. Pedro García, exdirectivo de Cofely, en su declaración ante el juez por el caso Púnica confesó que en su empresa, una multinacional francesa, porque esto es universal, había una partida fija para sobornos que incluían en su plan de negocios. Se denominaba «Success fee», o tasa de éxito.

    Tasa de éxito. Sí que es brillante. Un concepto de una genialidad involuntaria. Una confesión pornográfica que evidencia que para triunfar en los negocios, basta con pagar. ¡Qué epifanía! Ni MBAs ni maestrías en una universidad americana ni hostias. Lo que marca la difusa línea entre el éxito y el fracaso empresarial es soltar la mosca. La diferencia entre conseguir contratos o no es tan simple como pagar por ello. No importa lo buenos que sean en su trabajo o lo que inviertan en innovación o capital humano, ni lo que se hayan esforzado en lograr una mayor eficiencia y capacidad. Basta con destinar una parte de lo robado a una partida destinada a pagar sobornos con los que lograr el éxito. Se cierra el círculo. Un plan perfecto. Pues sí, tiene mérito, quizá no el que intentan transmitir, pero tiene mérito. La mano invisible.