Ver Viajes del Mundo en un mapa más grande

viernes, 12 de abril de 2019

DISCURSO DEL PREMIO NOBEL DE LITERATURA BERTRAND RUSSELL

DISCURSO DEL PREMIO NOBEL DE LITERATURA BERTRAND RUSSELL 

    "El amor al poder es muy semejante a la vanidad, pero no es de ninguna manera la misma cosa. Lo que la vanidad necesita para su satisfacción es la gloria, y es fácil tener gloria sin poder. La gente que disfruta la mayor gloria en los Estados Unidos son las estrellas de cine, pero pueden ser controlados por el comité de Actividades Anti-Americanas, que no disfruta con ninguna gloria. En Inglaterra, el rey tiene más gloria que el Primer Ministro, pero éste tiene más poder que el rey. Mucha gente prefiere la gloria al poder, pero en el momento de las resoluciones esta gente tiene menos efecto en el curso de los sucesos que quienes prefieren el poder a la gloria. Cuando Blücher, en 1814, vio los palacios de Napoleón dijo: «No fue muy tonto que teniendo todo esto fuera tras Moscú». Napoleón, quien ciertamente no estaba desprovisto de vanidad, prefirió el poder cuando tuvo que elegir. A Blücher, esta elección le pareció insensata. El poder, como la vanidad, es insaciable. Nada sin omnipotencia podría satisfacer completamente. Y como este es especialmente el vicio de hombres enérgicos, la eficacia causal del amor al poder está fuera de toda proporción frente a su frecuencia. Este es, verdaderamente, de lejos el motivo más fuerte en la vida de los hombres importantes. 

    El amor al poder aumenta enormemente con su práctica y ello se aplica tanto al poder nimio como al de los potentados. En los días felices anteriores a 1914, cuando las señoras acomodadas podían tener sirvientes, el placer de ejercer poder sobre ellos crecía con la edad. Similarmente, en cualquier régimen autocrático, los detentadores del poder se vuelven crecientemente tiránicos con la experiencia de los deleites que el dominio puede permitirles. Debido a que el poder sobre seres humanos se demuestra induciéndolos a hacer aquello que no harían, el hombre que actúa por aprecio al poder es más apto para infligir dolor que para permitir placer."

No hay comentarios: