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martes, 5 de febrero de 2019

EL REGALO DE STALIN. DE VIAJE POR EUROPA DEL ESTE, de Gabriel Garcia Marquez

EL REGALO DE STALIN. DE VIAJE POR EUROPA DEL ESTE, de Gabriel Garcia Marquez

    "En la unidad arquitectónica de Varsovia hay un accidente: el Palacio de la Cultura regalo de la Unión Soviética y copia fiel del ministerio de educación de Moscú. Los polacos -a quienes no se les puede hablar de los rusos porque se desatan en improperios- terminarán por dinamitarlo. Se dice que Stalin lo hizo poner allí sin consultar con la opinión de Polonia, como agradecimiento a los gobernantes que bautizaron con su nombre la plaza más grande de Varsovia. Ahora la plaza se llama Plaza de la Cultura, pero el palacio sigue allí, inquebrantablemente staliniano, con la estrella roja en la cúspide. En ese inmenso mamarracho vacío donde uno se pierde tan fácilmente como en la catedral de San Basilio de Moscú, hay salas de conferencias, teatros, cines, sedes de organizaciones culturales. Los sábados en la noche, en verano, el gobierno instala un sistema de altoparlantes por donde sale un torrente de jazz que la juventud baila hasta la una de la mañana. "Todos nuestros esfuerzos se fueron al diablo" me decía un profesor de historia que participó en la reconstrucción. "El Palacio de la Cultura nos abrió una tronera en la tradición".

    Algunos polacos no creen ni siquiera que sea un regalo. Piensan que fue una obra de los antiguos gobernantes para adular a Stalin. Quienes admiten que fue un regalo encuentran en él otro motivo de resentimiento contra los rusos: cuando se construyó el Palacio de la Cultura los polacos vivian como ratas en los cascarones de los edificios destruidos. No se entiende por qué la Unión Soviética hizo un regalo tan costoso y tan inútil en un momento en que Polonia padecía -como padece aún- la escasez de viviendas. Desde cuando Gomulka llegó a su puesto y el país empezó a disfrutar de la libertad de expresión, se inició un proceso público contra el Palacio de la Cultura y es un proceso que todavía no ha terminado. Hace pocas semanas se le preguntó a Gomulka en una manifestación: "¿Es cierto que el Palacio de la Cultura fue un regalo de la Unión Soviética?". Gomulka prefiere no afrontar ese tema. "Es cierto" respondió y se anticipó a cualquier comentario malicioso:

    –A caballo regalado no se le mira el diente."

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