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jueves, 17 de enero de 2019

LA PRESENCIA NAZI EN LA SOCIEDAD ALEMANA TRAS LA II GUERRA MUNDIAL, LOS ASESINOS ENTRE NOSOTROS, de Simon Wiesenthal

LA PRESENCIA NAZI EN LA SOCIEDAD ALEMANA TRAS LA II GUERRA MUNDIAL, LOS ASESINOS ENTRE NOSOTROS, de Simon Wiesenthal

    "Hablamos de la situación política, respecto a la que Hans se sentía pesimista y criticaba mucho a los aliados.

    —Veo claramente lo que va a suceder ahora, después de haber sentenciado a ciertos nazis destacados. La mayoría de los que hayan cometido crímenes menores serán puestos en libertad por los aliados tras una sentencia de pura fórmula. Nadie quiere tomarse molestias por los desperdicios nazis. Muy pronto ocuparán posiciones destacadas otra vez y nadie podrá tocarlos, ya que no se puede castigar dos veces a un hombre por el mismo crimen.

    Con el tiempo aquello se convirtió en profecía.

    —Los aliados incurrieron en grave error cuando decidieron limpiar Alemania —decía Hans—. Loable actitud pero inútil ya que no comprenderán nunca la mentalidad nazi. Debieron encomendar la tarea a los alemanes decentes, pues tales alemanes existen, a pesar de que después de la guerra todos los alemanes fueran considerados malvados. Debieran ser tribunales alemanes los que juzgaran a los criminales de la SS, y jueces alemanes, capaces de penetrar en las retorcidas mentes de los acusados que hubieran condenado a los culpables. Ahora es demasiado tarde, los nazis han aprendido a manejar a esos «inocentes extranjeros», mediante su arma secreta: Las bonitas chicas de Austria y Alemania. Ahora la crisis acabó y los nazis vuelven a tener agallas. Le sorprendería oír cuánto se habla en los círculos nazis del futuro Cuarto Reich. Los peces gordos se hallan en el extranjero, conspirando otra vez a salvo en ciertos países que no tienen tratados de extradición con Alemania.

No cabía duda de que Hans sabía más de lo que me contaba; así, que intenté tirarle la lengua. Quizá pudiera él darme ciertas respuestas que yo necesitaba.

    —¿Cómo consiguieron escapar los cabecillas nazis?

    —¿No ha oído nunca hablar de Odessa? —me preguntó Hans."

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