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jueves, 11 de enero de 2018

EL ESCRITOR PROFESOR. EL PERIODISTA DEPORTIVO, de Richard Ford

EL ESCRITOR PROFESOR. EL PERIODISTA DEPORTIVO, de Richard Ford 

    "Bien pensado, es difícil que alguien tenga algo que enseñar, pues el mundo es tan complejo como un microchip y todos lo vamos descubriendo poco a poco. Yo había aprendido muchas cosas, tenía una amplia colección de vivencias, pero sólo me atañían a mí y eran significativas sólo para mí (el amor es transferible, el lugar en que se vive no lo es todo...). Pero no quería reducir ninguna de esas vivencias a intervalos de cincuenta minutos y traducirlas a unas palabras y un tono comprensible para alguien de dieciocho años. Era un terreno muy resbaladizo. Por un lado, corría el riesgo de desanimar y desconcertar a los estudiantes —que ni siquiera me gustaban— y, lo que era peor, me arriesgaba a reducirme y a reducir mis emociones, mi sistema de valores y toda mi vida, a un interesante y tópico compendio. Todo esto tiene bastante relación con la tendencia a «mirar alrededor» que se había apoderado de mí, pese a que intentaba superarlo. Si uno no «mira a su alrededor», puede hablar con su propio tono de voz y contar su propia verdad, sin buscar el reconocimiento exterior. Pero si uno se pierde «mirando a su alrededor», estará dispuesto a decir lo que sea, la mentira más burda o la más ridícula idiotez, con tal de agradar a alguien. Debo decir que los profesores tienen una fuerte tendencia a «mirar a su alrededor», y que esta práctica acarrea serias consecuencias. Yo podía sacar a colación anécdotas deportivas o de los marines, inocentadas de la universidad, revisar de vez en cuando un poema fácil e instructivo de Williams, contar un chiste en latín y agitar los brazos como un poeta para expresar entusiasmo. Pero eso sólo servía para llenar los cincuenta minutos. Cuando llegaba el momento de enseñar, la literatura me parecía demasiado amplia e indiferenciable, imposible de transmitir. Y tampoco sabía por dónde empezar. Solía quedarme junto a los altos ventanales mirando a las musarañas mientras uno de mis alumnos comentaba un interesante relato que había leído por propia iniciativa."

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