Ver Viajes del Mundo en un mapa más grande

martes, 14 de noviembre de 2017

EL ESTILO 'THATCHER' DE GOBIERNO. LOS AÑOS DE DOWNING STREET, de Margaret Thatcher

EL ESTILO "THATCHER" DE GOBIERNO. LOS AÑOS DE DOWNING STREET, de Margaret Thatcher 

    "No obstante, cuando se dice que no escucho, especialmente si lo dicen ex ministros, puede significar simplemente que no coincido con sus puntos de vista. Podría decirse que presido «en primera línea de fuego». Me gusta decir desde el primer momento lo que pienso y ver si se me ofrecen razonamientos que demuestren que estoy equivocada, en cuyo caso no tengo ningún problema en cambiar de postura. Por supuesto, no es éste el modo tradicional y formal de presidir reuniones. Según mi experiencia, a un grupo de hombres que se sientan en torno a una mesa pocas cosas les gustan más que escuchar sus propias voces, y nada les agrada menos que la posibilidad de que se llegue a una conclusión sin haber tenido oportunidad de dar lectura a sus informes. Mi estilo a la hora de presidir desconcertó sin duda a algunos colegas que conocían sus informes peor que yo. Adopto esta técnica porque, en mi opinión, la discusión es el mejor camino para llegar a la verdad, no porque desee suprimir las discusiones. De hecho, iría aún más lejos: nada es más importante para el éxito de un Gobierno democrático que la disposición a discutir con franqueza y energía, excepto, tal vez, la disposición a asumir colectivamente la responsabilidad una vez tomada una decisión.

    Así pues, puse en marcha una serie de medidas para dejar claro que el Gobierno comprendía un amplio abanico de puntos de vista y era receptivo ante éstos. Mi primera preocupación era hacer frente a la impresión, aparentemente muy extendida, de que el Gobierno no era consciente de las preocupaciones del pueblo. Podía hacerlo sin diluir la filosofía thatcherista puesto que, al margen de lo que opinaran los comentaristas políticos, los sueños y aspiraciones de la gran mayoría sintonizaban con mis creencias. Precisamente sabía esto porque sí prestaba atención a lo que decía el pueblo. Jamás confundí la portada de The Guardian con la vox populi."


No hay comentarios: