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miércoles, 17 de enero de 2018

¿POR QUÉ VOLAMOS? AL OESTE CON LA NOCHE, de Beryl

¿POR QUÉ VOLAMOS? AL OESTE CON LA NOCHE, de Beryl Markham

    "Di la vuelta, fui hacia la hélice de la Avian, agarré la pala mayor con la mano derecha e hice una señal con la cabeza a Woody, que estaba sentado en la cabina delantera, dispuesto a poner en marcha la avioneta.
   Bishon Singh retrocedió. Los tres burros dejaron su escaso alimento, levantaron la cabeza e inclinaron las orejas. Los niños kikuyu permanecían de pie tras los burros y esperaban. En la luz mortecina la Klemm había perdido su brillo y era sólo la figura triste y desacreditada de una Jezabel aérea.
    -Dios te guarde -dijo Bishon Singh.
    -¡Adiós y buena suerte! -grité.
    -¡Contacto! -gruñó Woody e hizo girar la hélice.
    
   Por fin yacía tumbado en una cama, en una choza pequeña y limpia del Aeroclub de África Oriental, en espera de comida, bebida y sospecho que comprensión.
    -La Klemm es una perra -dijo-. Ningún hombre en sus cabales debiera pilotar nunca una avioneta Klemm, con un motor Pobjoy, en África. La tratas con amabilidad, cuidas su motor, le pones barniz plateado en las alas y, ¿qué pasa?
    -Se estropeó la magneto -dije.
    -Es como una mujer nerviosa -dijo Woody- o inconsciente, ¡o hasta imbécil!
    -Oh, mucho peor.
  -¿Por qué volamos? -dijo Woody-. Podríamos dedicarnos a otras cosas. Podríamos trabajar en oficinas, o tener granjas, o entrar en la administración pública. Podríamos…
    -Podríamos dejar de volar mañana. De cualquier manera, podríamos. Podrías dejar atrás la avioneta y no volver a poner los pies en la barra de un timón. Podrías olvidarte del tiempo y los vuelos nocturnos, y de los aterrizajes forzosos, y de los pasajeros que se marean, y de las piezas de repuesto que no encuentras, y de los aviones nuevos y maravillosos que no te puedes comprar. Podrías olvidarte de todo eso y marcharte a cualquier sitio lejos de África y no volver a mirar un aeropuerto jamás. Podrías ser un hombre muy feliz. Entonces, ¿por qué no lo haces?
    -No podría soportarlo -dijo Woody-. Sería todo tan aburrido.
    -De cualquier forma puede ser aburrido.
    -¿Incluso con leones que te hacen pedazos en Kabete?
    -Oh, eso fue cuando era niña. Algún día escribiré un libro y podrás leerlo.
    -¡Dios no lo quiera! -dijo Woody."

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