Ver Viajes del Mundo en un mapa más grande

jueves, 18 de enero de 2018

ACCIDENTE EN LA NORTE DEL K2, PARTE I. BAJO LOS CIELOS DE ASIA, de Iñaki Ochoa de Olza

ACCIDENTE EN LA NORTE DEL K2. BAJO LOS CIELOS DE ASIA, de Iñaki Ochoa de Olza 

    "Dicen que hay que estar preparado para lo peor, y lo peor llega a mi lado a la vez que Alan Hinkes. Le veo a lo lejos y le hago gestos con el brazo bueno. Al principio no le reconozco en su buzo blanco, esperaba que fuera alguno de mis amigos. Estoy tirado en el mismo sitio donde mi caída se ha detenido y la nieve que me rodea está toda roja. Cuando Alan llega a mi lado imploro su ayuda con un gesto, quiero que me ayude a quitarme la bendita mochila que me está asfixiando.
    El inglés me saluda desde lejos, al principio no sabe que estoy herido. Cuando se acerca y me ve suelta un taco con un sonoro acento, «Fuck!», y saca su videocámara. Después, mientras Juanjo y Atxo llegan, me graba unos planos. Yo, por mi parte, le insulto. Tengo además la fortuna de que mi idioma materno es rico en expresiones que no dejan lugar a la duda, no me ando con medias tintas. Juanjo es el primero en arribar a mi lado y ayudarme. Veo el espanto en su cara y se mueve deprisa, así que sé que la cosa es seria. Me pone unas gafas de sol suyas, puesto que las mías se han aplastado en la caída. Me preocupa que se le manchen de sangre. Joder, no son caras las gafas. Después le digo:
   —Juanjo, majo, échame unos planos con la cámara, no vaya a ser que este cabrón de inglés los tenga y los de Madrid no.
   Juanjo lo hace y se relaja un poco. Mientras tanto han llegado Atxo y Ramón, que le piden a Alan ayuda para un descenso que se presume, dado mi estado, complejo. No sé si estoy muriéndome o no, pero me preocupa el dolor en las costillas y pienso por un momento en la posibilidad de tener un pulmón pinchado. Eso debe de ser chungo.
    Alan dice que no, que esto es el K2, que hace bueno y que él se va para arriba. Casi es lo mejor. José Carlos y Sebitas, que están más arriba y no tienen la radio conectada, no se enterarán del accidente hasta muchas horas después. Para mi fortuna mis compañeros no lo dudan ni un momento. El K2 pasa a no significar nada para ellos, instantáneamente. Sólo piensan en cómo bajarme de allí. Son lo contrario de Alan y expresan los mejores valores no ya del alpinista, sino del ser humano."
   -Unos años después, en junio de 2005, el periódico británico The Observer preguntó a Hinkes por este incidente. No negó que no me ayudó ni que se marchara hacia arriba. Después aseguró que lo mío no sería tan grave, ya que no me morí… Alan tenía que haber sido futbolista, no es nadie echando balones fuera."

No hay comentarios: