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miércoles, 19 de diciembre de 2012

CHINA SECRETA, de Christina Dodwell


    Esta británica nacida en Nigeria (1951) ha sido galardonada con el Premio Nacional de la Sociedad Geográfica 2012. Su forma de viajar me ha parecido muy particular, porque es de las que se meten en casa de alguien que no conoce hasta la cocina. Famosa por su fundación de ayuda a Madagascar, por comer lo que nadie comería y participar en la vida de la gente común en esos pueblos perdidos por el globo, ha sabido contarlo en libros y reportajes para la BBC. Dodwell destaca por no mirar la fecha del calendario cuando decide compartir su tiempo contigo. Su condición femenina le ha abierto algunas puertas que para un hombre le seria mucho más difícil  aunque eso no le ha evitado estar encarcelada por error en Irán o robada o tomada por espía. Evidentemente, en un mundo en el que ya es difícil competir por descubrir lo descubierto hace tiempo, ella se toma la exploración y el viaje como una colaboración y experiencia de conocimiento con los pueblos que visita. Teniendo en cuenta lo cambiante del mundo en estos últimos 60 años, podría decirse que repetir viaje a un mismo lugar pueden ser dos experiencias muy distintas. Y Dodwell quiere estar allí, sola y preparada, para contártelo.

kaizeklik
  Si hace un tiempo reseñé Las reinas de África, de Cristina Morato, que también ha escrito sobre otras viajeras singulares de la historia, sin duda Dodwell merece un lugar entre ellas. Ella es la antítesis del turismo de resort, de las agencias que te meten en un paquete de actividades a granel, de ese turismo de masas que consiste en ir a sacarse fotos típicas en lugares típicos y que componen una buena parte del PIB de esos países.

gaochang
kashgar
    El estilo de este libro, China Secreta (A traveller in China) es fiel reflejo de su carácter: hiperactivo, buscando sitios insólitos  buscando sitios donde echar su canoa hinchable al agua para hacer algún tramo de aguas bravas, entablando conversación con todos los lugareños, sin despreciar la compañía casual de europeos. Un culo inquieto que se topa en varias ocasiones con las limitaciones que impone el gobierno chino a la circulación de extranjeros por su territorio. No hay que olvidar que estamos en 1984 y aun humean los rescoldos que dejó esa plaga llamada Revolución Cultural. La autora aun encuentra a personas que lamen sus heridas. Otra de las barreras que intenta superar es la idiomática, pues aunque aprendió algo de mandarín, si pateas los rincones de China uno no deja de encontrar grupos étnicos dispares en idioma y cultura. De las más de 50 nacionalidades, la Han es con mucho la más numerosa, pero no la más extendida. De hecho, muchas minorías sentían a estos han como invasores de su territorio histórico y una amenaza de su identidad. Sin embargo, en esos años van apareciendo extranjeros por las zonas abiertas al turismo y muchos de estas gentes autóctonas descubren un occidental por primera vez.

    Empieza su periplo por Urumchi, en el extremo occidental del desierto de Gobi, por la Ruta de la Seda. Llega a Kashgar, en una zona donde el sueco Sven Hedin estuvo explorando por los ríos, y donde existen varias ciudades milenarias arrasadas por el desierto hace siglos. La organización social es medieval, pero ya aparecen núcleos industriales, donde envían a disidentes políticos a trabajar. El último cónsul británico fue Eric Shipton, que antes de abandonar el cargo en 1947, anduvo a la caza de cumbres por la región. Aquí también estuvo Marco Polo en 1273. Obtenido el permiso, viaja al Pamir chino siguiendo las huellas de Hedin por la frontera pakistaní y llega a Subash y el lago Karakol (a 3600m), bajo el Mustagh Ata (7546m) y el Kongur (conquistado por Chris Bonington en 1980). En ese lago estrena la canoa.

lago karakol
    La siguiente aventura le llega en una zona del Gobi llamada "La tierra de fuego", a 150 m por debajo del nivel del mar. Visita ciudades perdidas y acantilados con cientos de cuevas, lugares todos ellos muy poco vigilados y en ruinas en los que ya pasaron saqueadores pero en los que ella experimenta la sensación todavía de encontrarlos solitarios, como debieron encontrarlos en gran medida esos saqueadores, porque Dodwell todavía se topa con momias y pinturas sin vigilancia. Estas ciudades son Jiaohe, Baizeklik, Gaochang, y el segundo lago más bajo del mundo: Aydingkol.

mogao
    Después visita el lago del Paraíso y convive con los kazakos en sus yurtas. Cruza el Gobi negro para ver  los frescos del s IV en las cuevas de Mogao. El Museo Británico se hizo con 25 cajas de rollos que un monje de esas cuevas vendió en 1907. Buscando la ciudad de Sachu en Nan-hu (o la Barrera del Sol), de la que no queda nada más que arena y algunos restos, decide quedarse en casa de una pareja anciana que la invita y le muestra todos los objetos arqueológicos que han ido recogiendo y siguen utilizando.

rio lijiang, o Li
    Dodwell seguirá por donde están los guerreros de Xian, continuará hacia Xining y después a una aldea nómada de tibetanos (donde está 3 días porque no tiene permiso para Lhasa), comprueba la xenofobia de los han con las otras etnias y los extranjeros y lo ruidosos que son los turistas de Hong-Kong. Una de las cosas que hace para romper el hielo es mostrar fotos de familia, o postales de Londres y de su reina, que además va repartiendo. Otras veces, cuando la policía la pilla en una infracción, se ve obligada a una declaración de retractación oficial por escrito, cosa obligada si quieres verte libre. Recorrió varios monasterios budistas, como el de Taer'si, recién abierto al público, aunque hubiera en las calles propaganda comunista por megafonía. Pasa por el famoso bosque de Shilin. Desde Dali conoce a los bai y la montaña sagrada de Ju Jie Shan (esta vez sin permiso), donde llegó a haber 350 monasterios. Se metió también 3 dias de rápidos en el Yang-Tse en solitario y muy poca experiencia. Y en Haidong asiste a la fiesta anual del Ho Ba Jie y su regata de dragones (otro lugar prohibido para ella por la que si la detienen esta vez 5 horas).
    Este video es de la ciudad antigua de Lijiang:

jiaohe
    En Huangguoshu visita un conjunto de espectaculares cascadas, alguna la más alta de Asia. Se apea en Yangdi y se va en canoa por el río Lijiang, o Li, para conocer sus famosos paisajes ribereños. Y aunque esta mujer parece capaz de no acabar de patear mundo, su viaje de 4 meses (¡solo 4 meses!) acaba tomando un vapor en el río de Las Perlas rumbo a Cantón. Y ahí se acaban sus pilas (el permiso gubernamental no le concedía más tiempo).

    La narración es muy fácil de seguir, espontanea en la forma de contar y de sugerir las dificultades con el característico toque de humor británico en estos casos. Le encanta montarse en caballos, burros, asnos, camellos, canoas, bicis, carros... lo prueba todo con tal de que no sea convencional.
En esta revista, mujer.es, una entrevista a la autora, del 2012:







                                                                                                                                 

En la Sociedad Geográfica Española:
En la revista Agenda Viva:                    
http://www.agendaviva.com/revista/articulos/Entrevistas/Christina-Dodwell-Exploradora

    Sospecho que no existen reediciones de este libro, pero por su portada lo conocereis:
China Secreta, de Christina Dodwell, 1985. En Ed. Martinez Roca, en la colección Aventura, 208 páginas



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