Ver Viajes del Mundo en un mapa más grande

sábado, 28 de enero de 2023

LA INVENCION DE LA NATURALEZA, de Andrea Wulf

LA INVENCION DE LA NATURALEZA, de Andrea Wulf


Con su apellido se han bautizado montones de lugares en el mundo, Alexander fue un hombre universal. Ingeniero de minas, apasionado de la naturaleza en cualquier ámbito. Sólo empezó a despegar en el momento en que murió su madre, poco afectuosa pero forrada de dinero. Fortuna que heredaron los hijos y le permitió a Alexandr dedicarse a viajar por el mundo, justo cuando este ardió, con las guerras napoleónicas.
Tras muchos viajes de formación por Europa, embarcó en La Coruña con Bonpland rumbo a Cumana (Venezuela), vía Tenerife con Teide incluido. Allí empieza a tener contacto con una naturaleza diferente, sufre un terremoto, tomo multitud de muestras y datos del mundo natural que le rodeaba. Pero lo principal fue elaborar una teoría que diera sentido a todas sus observaciones. Era 1799.
De allí pasó a Caracas, desde donde subió La Silla. Paso por Cuba, Bogotá, Quito, Lima.  Recogía muestras de especies vivas de animales y fabricaba herbolarios, dibujaba plantas, copiaba manuscritos, dibujaba edificios incas, subía todo volcán que encontraba. En ese sentido el Chimborazo fue uno de los hitos importantes a lo largo de esos años viajeros en la América hispana. Entendió la naturaleza desde la unión de muchas disciplinas interrelacionadas: fisica, biologia, historia, geología, cultura, etc. Todas sus mediciones de presión, temperatura, composición química, etc estaban relacionadas entre sí y con la vida en general como para formarse la idea, novedosa por entonces, de lo que era un ecosistema. Entrelaza varias disciplinas de conocimiento para dar una perspectiva nueva por entonces y que es la que nosotros mantenemos. Hasta adelantó un esbozo de la tectónica de placas. 

En 1804, con 34 años, y antes de regresar a Europa con todos sus resultados, pasó por Philadelphia para conocer la nueva República y a su presidente, Jefferson. Sus propias convicciones eran las de la Revolución francesa, así que tenía mucho interés por contrastar ideas. Jefferson y él eran dos espíritus curiosos. Esa admiración mutua fue utilizada por los norteamericanos para enterarse de todo lo concerniente a Latinoamérica y especialmente México, incluidos mapas. Decir que para entonces ya tenían la Louisiana en el bolsillo... Humboldt sirvió de espía locuaz para la ocasión, porque esos conocimientos estaban vedados a la administración norteamericana por parte de la española. Ambos preferían una República agraria como fuente de justicia e independencia frente al método colonial de los imperios europeos. Pero ambos diferían en la valoración de la esclavitud 
Además, Humboldt fue el primero en relacionar el colonialismo con la destrucción de la naturaleza y esta con la creación de diferencias sociales. Este libro enumera varios ejemplos que el viajero citó en sus escritos .

Llegados a París en 1804, el autor nos describe el ambiente de las calles y el ambiente científico. Cuando Napoleón se hace emperador, conoce y simpatiza con Bolívar en París. Los dos entendieron que el sistema colonial español era pésimo para el futuro de aquel continente, de eso también escribió el correspondiente libro. Pero hay más nombres famosos que se cruzaron en su camino, Gay-Lussac, Chateaubriand, Volta, etc. E inspiró a otros como Thoreau o Emerson, Darwin, Julio Verne. Lo mismo que la incomprensión familiar por su desarraigo, y el odio de Napoleón. En cualquier caso, en 1810 era un ídolo de la sociedad parisina. 
Se dedica sortear las continuas guerras napoleónicas y a escribir sus observaciones científicas y sus viajes, creando un género nuevo de narrar la naturaleza con objetividad científica y subjetivo entusiasmo, como cuando describe la caza de anguilas eléctricas en Los Llanos de Venezuela. Ese estilo es el que utilizó Darwin en sus diarios, por ejemplo. El autor describe al inglés como el continuador de su trabajo, el que llevó las ideas de Humboldt hasta el extremo con admiración profunda (llegaron a conocerse). Pero también influyó en Wodsworth o Coleridge porque era una de las mentes más brillantes y atractivas de todos los tiempos. Y la edad no nubló esas ganas de experiencia, puesto que siguió intentando llegar a la India y el Himalaya a través de la Compañía de las Indias Orientales británica, que no le concedió finalmente el permiso. Tuvo que vivir, como dos siglos después está ocurriendo, la involución de los valores ilustrados, lo que provocó su desazón y unas ganas aún más locas de huir de Europa en alguna expedición. Por eso, y con 59 años ya, se metió en las entrañas de Siberia con el deseo de comprobar las correlaciones entre geología, botánica, zoología y climatología. Llegó a la frontera con Mongolia y China, conoció en Miass al abuelo de Lenin (un boticario), el mar Caspio y superó una epidemia de ántrax. Todo esto le sirvió para comparar datos e ideas, no tanto para hacer descubrimientos. Deploró el trato al pueblo llano, conoció a deportados en Siberia. Volvió a criticar el desmantelamiento del medio ambiente por su efecto en las comunidades humanas: "Al enumerar los tres aspectos en los que la especie humana estaba afectando al clima, mencionó la deforestación, la irrigación descontrolada y, quizá lo más profético, «las grandes masas de vapor y gas» producidas en los centros industriales. Nadie antes de él había examinado así la relación entre la humanidad y la naturaleza." He aquí el genio casi profético de este hombre. 
Se convirtió no sólo alguien adulado, sino alguien pendiente de adulaciones y propenso a las maledicencias. Con respecto a su patrón, el rey de Prusia, tuvo la contradicción de vivir como un científico profesional y depender económicamente de un ámbito político feudal .
En la Revolución de 1848, su vena liberal le puso de parte del pueblo y los estudiantes. Rompió con esa contradicción de su vida. 

El autor plantea los últimos años de Humboldt en Berlín dedicado a la redacción de un libro, Cosmos, con la contribución de viajeros, misioneros, científicos y cualquier otro que pudiera aportarle datos. Fue como su testamento intelectual y fue un bombazo editorial en Europa. Su influjo directo está en Balzac, Poe, Emerson, Thoreau, Muir, Es la antesala de otro libro influyente: Hombre y naturaleza, de Marsh. Este, a su vez influyó en leyes de repoblación de árboles y en la creación de reservas forestales en EEUU. Su influjo llegó hasta Muir y a la primera generación de conservacionistas en muchos países. Marsh incidió en la deforestación, y las consecuencias de la explotación crónica de los recursos del planeta. Otro gran científico fue el alemán Haeckel, profesor en la Universidad se Jena, el que inventó el término ecología, y se dedicó al tema bichos. Como otros, Haeckel desarrollo hasta el extremo las ideas de su predecesor, desembocando en el Art Nouveau. Con Muir pasamos de una implicación emocional con la naturaleza a un divinización de esta. 

Todos ellos deben gran parte de su vocación y el entusiasmo por el mundo natural a Humboldt. Son el tipo de gente que cambio nuestra relación con la naturaleza los últimos 200 años con el fin de no sólo no extinguirla, sino también de no extinguirnos, de sacar lo mejor de la humanidad a través de la naturaleza. 

No hay comentarios: