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domingo, 29 de mayo de 2022

FANTASMAS DE HIELO, de Paul Watson

FANTASMAS DE HIELO, de Paul Watson

 

Si lo pienso, lo primera idea de toda esta mitología en torno a Franklin que me viene a la cabeza sólo se sostiene por un ideario: el del dinero. El dinero es lo único que ha motivado a los actores de toda esta historia. El Paso del Noroeste era, y sigue siendo una forma de ahorro de costes en el transporte marítimo entre Oriente y occidente. Y rescatar Franklin conllevaba seguir profundizando en ese tema, ser los primeros, reclamar la soberanía de esa región del mundo despoblada. Los ingleses la querían, y los estadounidenses siguen reclamando que sean aguas internacionales, los rusos meten submarinos nucleares bajo el polo norte clavando banderas en lecho oceánico. Esta el miedo a una invasión rusa de esas islas sin presencia humana apreciable, esta la soberanía de las riquezas minerales bajo 3 o 4 km de agua y hielo, que se dice mucha. Y esta un clima inclemente capaz de congelar casi 1 km cuadrado de océano en un segundo. A partir de ahí, busquemos a Franklin que algo ganaremos. Aunque sólo sea destrozar un pecio recién encontrado porque el NatGeo desea hacer caja y ser el primero en retransmitirlo. Toda la historia de Franklin que se recoge en este libro, y si lo pienso una vez acabado libro, es una historia espuria.
Pero lo bueno de esta historia es que por debajo de esta gente poderosa que toma decisiones, esta la gente que investiga por amor a su afición o a su profesión: aventureros, capitanes de fragata, coleccionistas, militares, científicos, historiadores... ahi reside el valor de esta aventura. Desde las primeras expediciones enviadas por el Almirantazgo en torno a 1850 hasta el siglo XXI, cada uno ha acertado a poner su granito de arena basándose en una actividad detectivesca: sabemos qué mató a Franklin y el resto. Pero, ¿cómo lo hizo? ¿Cuando fue? Tenemos el arma (el frío, el hielo), pero, ¿dónde están los cuerpos? Y ese es el secreto de este libro. Muchos datos, muchas anécdotas, varios hilos conductores en la investigación para acabar consiguiendo contestar a todas las preguntas.
Una de las claves de este libro, un tanto enciclopédico sobre el tema, es el respeto hacia la cultura inuit, concretado en la figura de uno de ellos, el historiador Kamookak. Me refiero al respeto que muestran hacia el espíritu de sus antepasados o de cualquier muerto, como los de la gente de Franklin en la Isla del rey Guillermo. El respeto y comprensión de una memoria oral que los occidentales tomaron a la ligera, a la que han intentado extinguir durante el siglo XX, cuando ellos, como pueblo distinto, lo sabían todo desde el principio. Y es que se cometieron tantos errores en la búsqueda que parece que cuando fallaron todas las áreas de exploración, cuando ya no quedaba lugar improbable donde buscar, escucharon a los inuit y el final llegó en pocos años con la tecnología adecuada. En realidad, los ingleses que hablaron con los inuit para hallar a Franklin nunca supieron interpretar lo que estos les contaban. Es sorprendente. 
Otro de las claves del libro es descifrar lo que pasó realmente en 1847 con la expedición de Franklin, y el por qué de su muerte. Como se encontraron cadáveres aquí y allá, tan separados, si hubo canibalismo, si hubo motines o permanecieron unidos y en qué condiciones. Todo ello muy penoso y terrible. Puedes poner rostro a los actores del drama viendo la serie de HBO El Terror. Poco fidedigna pero muy entretenida
Otra clave del asunto es la importancia de la expedicion de Franklin a lo largo de generaciones: desde el empuje de su mujer, Jane, al interés particular de EEUU, o la mitología creada en el público con este tema y su posterior explotación por compañías comerciales privadas y gobiernos como propaganda o medio de apuntarse un tanto.
Hay varias anecdotas paralelas al tema central de la narracion que, sin duda, estan bientraidas y añaden importancia y cierta trascendencia a la busqueda de los restos de Franklin.
Falta por descubrir la tumba de John Franklin, de la que los inuit guardan memoria. Por ahi fuera debe estar, y de hecho tambien existen testimonios orales de ella.
Otra clave es la importancia del autor, porque el mismo fue testigo estos últimos años de los hallazgos y conoce a algunos protagonistas. Se le ve involucrado.
El paisaje de fondo, el Ártico, es como un asesino omnisciente. Un hábitat fuera de lo común, aislado y extremo, en donde cualquiera otro debería escuchar a la única voz que puede reconocer para descifrar ese paisaje: los inuit. El Ártico marca sus reglas, ellos saben como manejarlas. Pero no ocurre así, y esta historia del Ártico incluso es más grande que la de Franklin.
En resumen, una investigación que toca varios palos para llegar aún fin muy publicitado. Muchos datos, varias anécdotas, personajes relevantes que en su momento lanzan la investigación varios pasos por delante cuando parecía estancada. Lo tiene todo para entretener a alguien que no sea inuit. 

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