Ver Viajes del Mundo en un mapa más grande

domingo, 3 de abril de 2022

LA PATRIA EN LA CARTERA, de Joaquím Bosch

LA PATRIA EN LA CARTERA, de Joaquím Bosch


De este libro me pondría a hablar horas y horas, pero sería como en una barra de bar: uno más entre millones de españoles. La diferencia entre la inmensa mayoría de nosotros y el autor de este gran libro, un ensayo necesario, es que él trabaja con esto, lo ha visto  de primera mano, y lo estudia: es juez. Y que a los políticos esto les quema los dedos, por supuesto.
Tuve noticia del libro en una entrevista a Joaquím Bosch en Diario de Noticias de Navarra. Después, en una entrevista en la cadena SER en prime time por Aimar Brezos hace pocos días. Es un libro actual. Voy a dar unas pinceladas concretas acerca del tema que el recoge:

1.-El km de carretera en España tiene un costo mucho mayor que en Alemania, casi el doble. El Tribunal de Cuentas Europeo lo atribuye sólo, y no por otras causas, al peculiar sistema de contratación pública en España.

2.-En 1940 el presidente de Brasil donó a España 600.000 kg de café: los donó a España, a los españoles. Era un bien racionado entonces. Pues Franco se lo quedó, lo vendió al ministerio de Comercio y se quedó con la pasta. En 1940 el Caudillo por la gracia de su dios tenía 34 millones de pesetas. Unos 388 millones de euros al cambio del 2010. Menudo sueldo de general, eh? Esto está ya sacado a la luz negro sobre blanco por historiadores. 

3.-Tras el caso Naseiro de financiación ilegal de partidos, el nuevo Código Penal de 1995 no penalizó esta conducta inmoral. Hubo que esperar a Barcenas y el caso Gurtel para que la financiación inmoral de partidos fuera tambien ilegal en toda su extensión, que es mucha.

Y así es la primera mitad del libro: sonrojante, una puta vergüenza con la que algunos todavía sacan pecho. 

El libro da vueltas a uno de los dilemas no resueltos de la Transición, el de si pudo hacerse mejor o no: más participativa, más transparente, menos corrupta, con leyes más convergentes con Europa. Unos dicen que había peligro de involución y golpes de estado, más la represión policial que no cesó aún después de Franco, y que bastante se hizo ya pasando de dictadura a democracia, lo cual si es un logro. Otros, visto el final de aquella trama llamada Transición, opinan que los políticos del momento, la mayoría provenientes del partido único franquista, se quedaron cortos en el cambio hacia la democracia. Los mismo que le debían el puesto al régimen de Franco se pasaron con los trastos a la democracia. Lo que me parece negro sobre blanco, tanto en el libro, como en prensa, como en las actas judiciales,  es que para no enfadar a los dirigentes franquistas que "nos regalaron" la democracia, para que no pusieran obstáculos, había que dejarse atracar en el erario público a través de ayuntamientos y ministerios, partidos políticos, de concejales y alcaldes. Y  también por parte de un montón de cargos de izquierda que vinieron después, ellos también, que entendieron su trabajo como una especie de "ahora me toca a mi". Como bien dice el autor, gente de una diferente orientación política pero con una misma educación de base, no podía evitar en muchos casos caer en lo mismo. Y es que los cambios de fondo solo los pueden introducir la sucesión generacional... si se le educa para eso.

Se hace un repaso a la historia de la corrupción española, con peculiar desglose de la etapa franquista, donde está el impulso decidido de la corrupción que tenemos en España hasta nuestros días. Y explica el porqué: desde Franco para abajo, como se podría decir ahora desde el Emérito hacia abajo, la corrupción es el cáncer de este país. La podredumbre institucional se desgrana hasta bien entrado el siglo XXI. La etapa franquista, empezando por los chanchullos del mismo dictador, es la más interesante porque la corrupción es la base de que aquel régimen aguantara: de aquellos polvos vienen estos lodos. Los casos posteriores ya los guardamos en nuestra memoria. 

La segunda parte del libro explica los diferentes nombres de la corrupción: cohecho, falsedad documental  prevaricación, tráfico de influencias... Se buscan los agujeros legales por los que se cuelan los corruptos, los mismos sobre los que se llevan avisando desde estudios internacionales hasta los informes de los mismos técnicos estatales. Esas lagunas y carencias de la ley que los políticos no quieren subsanar. Y es que los estudios demuestran que a la gente común el tema le importa, que los funcionarios son poco propensos a dejarse corromper, lo mismo que policías y jueces, pero no así los políticos que elegimos y los empresarios que pagan las mordidas. 

Esta parte del libro es de una lectura más seca por la naturaleza del tema, obviamente. No queda más remedio porque hay que tratar el tema con seriedad y profesionalidad, no con titulares de prensa. Pero si uno se atreve a empezar el libro, es probable que también quiera saber si esto, España, tiene arreglo: la falta de ejemplaridad de los políticos, su voracidad por el bien ajeno, la falta de profesionalidad de los empleados políticos, sus ganas de medrar sin trabajar y de enriquecerse cuanto antes mientras le aprietan el cinturón a sus votantes. Estamos al nivel de Honduras en muchos baremos, no de Europa.

Otra parte nos apunta posibles soluciones, aquellos aspectos que otros países han adoptado mientras aquí los políticos se lo toman con sorna ante las cámara sabiendo que un buen número de ciudadanos sacaran chistes y memes de ello: me refiero a códigos de conducta, ejemplaridad en el trabajo, comportamientos éticos, mecanismos preventivos de conducta en el ámbito público, transparencia, separar la acción política de la gestión publica... y por qué son de utilidad. En realidad, su negación nos cuesta mucho dinero y muchos puestos de trabajo a los españoles. 

Otra característica que salta a la vista del libro es el manejo de muchos libros sobre teoría política, estudios académicos sobre la corrupción, ensayos divulgativos sobre partidos políticos y democracia, todos ellos muy traídos convenientemente para ilustrar ideas y ejemplos. Por ejemplo, libros de Daniel Innerarity. Así que este libro ejerce de compendio de muchos otros estudios. Esta es otra gran ventaja de Joaquím Bosch. 

Seguidamente se analizan las causas de por qué los partidos políticos son las manzanas podridas de la sociedad española y cuáles son sus legítimos remedios ("los partidos políticos son un fin en sí mismo, no un medio para favorecer a la sociedad"). Y lo mismo con nuestro sistema electoral: cómo nos está fallando, como transformarlo para que eso no ocurra. Porque el sistema de representación legislativa tiene poco de democrático: hay votos sobrerepresentados y votos infravalorado. Por ley, todos los votos son iguales, pero no todos valen lo mismo. Ojo al dato, que decía Butanito. 

Tal vez por estas cosas la participación ciudadana en su destino político es escasa, casi nula, en comparación con los países de su entorno. La maquinaria de los partidos políticos y sus muchos vicios engulle los movimientos cívicos nacionales. Para las oligarquías, para esas entidades bancarias que no reclaman los préstamos concedidos a lo partidos políticos, la desactivación ciudadana es muy deseable: mejor las críticas en redes sociales que una acción social coordinada. Y que decir del clientelismo y las puertas giratorias... la cantidad de ejemplos es abrumadora: trabajar con la vista puesta en tal consejo de dirección es un trabajo viciado.

La última parte se la dedica a su profesión, la judicatura. Otra parte fallida del estado por las interminables presiones de los partidos políticos en su actuación. Otro toque de atención más desde las instituciones europeas que no escuchamos. De la parte del CGPJ, esa parte que funciona tan mal, se explica su origen y su tremenda incidencia en los procesos contra la corrupción. 

Se pueden cambiar las cosas, y saldríamos muy beneficiados todos: más inversiones,  más empleo, más estabilidad social. Pero, ¿hay voluntad de cambiar las cosas? Hace casi 50 años que murió Franco y está democracia parlamentaria es una casa sin puertas ni ventanas por las que se escapan el dinero, los muebles y hasta el ajuar de la abuela. ¿Nos importa? Creo que si. Porque estamos mejor que en la dictadura, pero podriamos estar mucho mejor que ahora. No seria tan dificil con un poco mas de decision politica y menos favores debidos por la clase politica.

Los malos gobernantes generan pésimos ciudadanos, según Montesquieu. Cierras la lectura de este libro, abres un periódico por la sección nacional o regional y empiezas a señalar con el dedo las malas prácticas políticas de nuestros gobernantes, de la oposición, de los sindicatos, de cualquiera con poder real... y da náusea, produce vergüenza, y uno se plantea si no sería mejor tirarlos a la basura y empezar de nuevo. Porque un mundo mejor es posible sin nuestros políticos, aquellos que impiden cambiar las redes juego.

Algunas de las ideas finales:
"somos el pais de la UE que menos reformas ha hecho a su constitución"
"La corrupción no es un problema aislado de 4 manzanas podridas (...) Si en la Transición o en los años siguientes se hubiera eliminado la corrupción y las dinámicas que llevan a los sobrescostes, ahora dispondríamos de una renta per capita bastante superior a la media europea y próxima a la de Finlandia"
"La integridad política no debería ser una cuestión ideológica".
"Los corruptores y los corruptos pertenecen al mismo equipo ignominioso (...) 
La política es la continuación de los intereses económicos por otros medios"
"En una democracia, el cargo mas importante es el de ciudadano"
"El precio de desentenderse de la política  es ser gobernados por los peores hombres (Platon)"

No hay comentarios: