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sábado, 17 de mayo de 2014

BAHIA DE TODOS LOS SANTOS de Jorge Amado


    La ciudad de Salvador de Bahía ha recalado en las librerías españolas para ser introducida en la imaginación de los lectores españoles porque, de no haber estado uno en esta ciudad, difícilmente van a estrechar lazos con una cultura popular tan exuberante como la que nos propone Jorge Amado. Tras acabar su lectura, la sensación que deja es la de haber sido infiltrados en los secretos del mestizaje afroamericano, de tener la mejor agenda de personajes importantes de la sociedad bahiana de la época, de haber admirado lo más colorido de sus calles, esos derroteros de la vida común  abiertos al océano Atlántico.

    "Si tu ciudad es Río, París,Londres o Leningrado, la Venecia de los canales o la Praga de las viejas torres. Pekin o Viena, no debes pasar por esta ciudad de Bahía, porque un nuevo amor llenará tu corazón. Ciudad espléndida, novia del mar, señora del misterio y de la belleza. En ese mar habita Yemanjá, la de los cinco nombres, y el misterioso reclamo de los atabales resuena en la noche de los caserones bajo la luna, de las iglesias de oro, de las laderas grávidas de pasado. El misterio y la belleza de la ciudad te envolverán, darás tu corazón para siempre; porque jamás podrás olvidarte de Bahía, el oleo de su belleza densa te ha bañado, su mágica realidad te ha perturbado para siempre"


    Una de las partes más fascinantes del libro es la dedicada al candomblé, pero no es fácil de entender para un europeo. No conociendo demasiado la cultura brasileña, a veces me he sentido abrumado por el mundo de los orixas, que es parte fundamental del libro y que exhibe una gran riqueza de personajes. Y de los orixas Jorge escribe durante muchas páginas suponiendo algunos conocimientos que, como a mí, me temo que a muchos se les escapa. Sin embargo, es una buena ocasión para meternos en la red de Internet y hacer algo por nosotros mismo: aprender de los orixas y del candomblé buscando información. Ha sido durante la lectura el aspecto más misterioso y atrayente del esta guía de Bahía. Jorge es un experto en la materia que nos mostrará que es un terreiro, un caboclo, quién es Mae Señora o una Madre de Santo.

"Esta claro que los dioses llegados de África a Brasil aquí se entremezclaron y parece ser que se abrasileñaron. Se entremezclaron con santos católicos, era así como los negros escondían a sus dioses y los conservaban, saludando a Oxala al saludar al Señor de Bonfim. A Oxossi al saludar a San Jorge, a Yemanja al loar a la Virgen de los Navegantes..."

    Jorge describe cada tipo de candomblés e incluso alguna asociación secreta.

"Y en otra habitación, el peji, cerrado con llave, cuyo umbral de la puerta el creyente besa extendido en el suelo, antes de mirar hacia adentro, donde se encuentran los fetiches de los santos. Sobre grandes manteles de encaje, entre flores y cintas, se ve la piedra verde de Yemanjá, la diosa de las aguas. En el suelo tapizado de hojas, los platos de comida ofrecidos a los santos: el acaraje,  el abara, el acasa y el xinxim de gallina. Es la comida de los dioses hecha con la carne de los animales sacrificados"

  Que nadie se asuste con ello, la lectura atenta del libro da ya pautas de por donde van los tiros. Pero es muy interesante dejarse llevar por Jorge para entender esta religión sin prisas, con sus ritos, sus celebraciones y sus muchísimos personajes repartidos por la ciudad y que median entre dioses y hombres.

    "Es aconsejable que el viajero, al ingerir una bebida alcohólica, dedique el primer trago a Exu, derramándolo discretamente por el suelo.Así quedará bajo su custodia y protección, y todos los caminos se abrirán para darle paso, ya sean los que conducen a los misterios de Salvador, a su belleza y su intimidad, ya a los que llevan al corazón de las mujeres: mujeres morenas de Bahía, gama de colores que va del marfil al cobre, y la seducción infinita"

    La fuerza del libro comienza en una mezcla de sincretismo cristiano y de creencias arraigadas en  las costas del África negra (empaquetada en envoltorio de dolor por los esclavistas en las bodegas de los galeones). Pero, como dice Jorge, "El pueblo es más fuerte que la miseria", y el candomblé es su religión: "Cuando tiene ocasión, el pueblo canta en fiestas populares. Fiestas de calle, de iglesia, de candomblé." Jorge mitifica la ciudad de esta manera, hace de sus esquinas el derrotero de nuestros pasos por la ciudad al contarnos la vida de un bahiano que hizo algo, que cantó o que trabajó en la acera de enfrente tallando madera, danzando capoeira, invocando a Yemanja, ... Una mitología impulsada por los orixas  escenificada por la pléyade de bahianos es lo que al terminar de leer este libro nos deja la sensación de haber salido de un ambiente alegre, festivo, tremendamente asociativo, alejado de modas y cercano a los humildes e incluso desfavorecidos. EL largo de Pelourinho, por ejemplo...


    "...plazoleta de la picota, que recibe ese nombre por el tronco en el que se castigaba a los negros esclavos. De los balcones de las grandes casonas, entonces ricas residencias de propietarios de ingenios de azúcar, de nobles de Reconcavo, las patronas contemplaban a los negros bajo el látigo, con las espaldas ensangrentadas, que pagaban por las malas acciones: era un entretenimiento. Las piedras de la calzada son negras como los negros que las asentaron, pero cuando el sol de mediodía brilla más intensamente, estas poseen reflejos de color de sangre.... En Pelourinho y sus aledaños se encuentra de todo: la escuela de capoeira, los prostíbulos decadentes, el pequeño salón de belleza en el fondo de una callejuela, los bailarines de samba, los estudiantes, los músicos, los vendedores de veletas, la sede del afoxe, el reñidero para la pelea de canarios, el comercio ambulante, la pasta de piedra del convento del Carmo, la sastrería... la vidente, el cura y el obrero".

    Pero con Jorge también visitaremos la rua Chile, el Paseo Marítimo, Itapua (con Vinicius de Moraes), la Lagoa do Abaete, la Baixa dos Sapateiros, las playas, la isla de Itaparica y los barrios proletarios.

    "Los materiales de construcción más utilizados son el barro y la tierra amasada por las manos de los pobres, los restos de tablas de cajas y cajones recogidos en la basura. Con la basura, con el barro y con la necesidad de habitar, con su capacidad de vivir, de sobreponerse a la muerte, el pueblo construye barrios enteros, levanta casas en la tierra o sobre el mar"

    En este pueblo de arraigadas creencias, no faltan las iglesias, como la Catedral la de la Conceiçao da Praia o la popular iglesia de Bonfim, ligada al culto católico pero también a los orixas. Porque si los bahianos son un pueblo fiestero, hay un buen numero de dias de celebraciones: la fiesta de Santa Barbara, de Conceiçao da Praia, el curioso lavado de la Iglesia de Bonfim (una colorista descripción que dan ganar de ver!!!), la fiesta de Yemanjá:



    "...la señora de las aguas, poderoso orixa de candomblé, sirena de cinco nombres, doña Janaina, Ynae, Ya, Reina de Aioká,.. Vino de África a la Bahía de Todos los Santos siguiendo la estela de los barcos de esclavos..."

    ... sin olvidar el Carnaval, con los rasgos propios de Bahia.

     "Bahiano es un estado de espíritu". Jorge, en las primeras paginas, nos describe algunos puntos de la ciudad, deja caer algún dato histórico (el grito de Ipiranga, la esclavitud, el alufa Licuta). Si algo valora Jorge de los personajes bahianos que cita, es su humildad, su servicio al pueblo, su vocación para la libertad y el respeto de la cultura popular. Entre los escritores, la lista empieza con Gregorio de Matos, Dorival Caymmi y Xavier Marques. los temas del cacao. Entre los edificios, las Universidades y el convento de las Arrepentidas. De entre los músicos, Gilberto Gil, las orquestas de candomblés o el Quarteto em Cy son nombre que lucen la larga lista de Jorge. Por allí pasan la vida de los castelos y de las monjas:

    "Todo eso pasó. Fue en otros tiempos.Ahora solo resta el muro de las monjas, donde caían las escalas de cuerda para los visitantes nocturnos que el pueblo había apodado de frailescos".

    El marco casi mitológico de la ciudad no estaría completo si no pasara por las páginas el desfile de amigos (un montón) que tenía Jorge en Bahía: cocineras, talladores, músicos, tapiceros, escritores, abogados, pintores, etc. Todos ellos acreedores de una reseña con su vida y milagros.

   En realidad, hasta nos vende los trabajos y servicios de sus compatriotas. En la última parte de este libro, nos aconseja de esta manera los servicios de distintos personajes para cada necesidad. Otra fotografía más de esta esplendida ciudad.

BAHIA DE TODOS LOS SANTOS, de Jorge Amado. Editorial Altair, Clasicos Heterodoxos. 390 paginas y un glosario. Una edicion del 2013 sobre la segunda revisión que el autor hizo en 1977

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